Playas, parrillas y tranquilidad: plan ideal a una hora de Buenos Aires para un fin de semana
A una hora de la Ciudad de Buenos Aires, este pueblo rural y criollo a orillas del río se convierte en una opción para desconectarse y disfrutar.

Siempre es el momento ideal para planificar y organizar una escapadita exprés, de dos días (o tres si uno puede sumarle el viernes). Una pausa obligada a los quehaceres y a la desgastadora rutina. ¡Y qué mejor que un fin de semana refrescante entre playas y parrillas!
Otro dato a tener en cuenta -si de preparar escapadas hay que hablar- es que no siempre es necesario buscar ciudades lejanas y "mainstream". Por ejemplo, a una hora de la Ciudad de Buenos Aires (cerca de 100 kilómetros) se destaca un punto perfecto de silencio, playas a la orilla del río Paraná para este instante de desconexión.
Lima, el pueblo perfecto y sereno para un fin de semana de desconexión
Lima se encuentra a la vera del Paraná, en Provincia de Buenos Aires y entre Zárate y Baradero. La calma de sus atardeceres, sus tranquilas playas ribereñas y ese perfil de pueblo de campo característico son los rasgos distintivos de Lima.
Entre los paseos obligados por Lima, un relajante paseo por la costanera, un respiro en la emblemática plaza o un disfrute de gastronomía criolla en alguna de sus parrillas están entre las actividades que no pueden faltar.
No es una de esas grandes ciudades balnearias estrella ni tampoco es de aquellas en las que sea indispensable apurarse para conseguir hospedaje antes de que sea tarde. Pero Lima tiene su encanto distintivo, ¡y vaya encanto!

En el corazón de esta ciudad sobresale la plaza Mitre, punto de encuentro natural y obligado entre vecinos y turistas. Los atardeceres en Lima, y puntualmente en la plaza son acompañados por una "invasión" de mates, chicos en bicicleta, parejas paseando y conversaciones que se extienden bajo la sombra de los árboles. Como no podía ser de otra manera, frente a la plaza se alza la Parroquia San Isidro Labrador, una construcción de estilo neocolonial que termina de completar la postal clásica del pueblo.
La calma del río y de la carne a la parrilla
Uno de los paseos más típicos y comunes en Lima es el que incluye el recorrido de la costanera. Un tramo para completar a pie, sin apuro ni urgencias y con la parsimonia del Paraná como testigo. Uno puede llegar a perderse durante horas y horas en esa tranquilidad ribereña magnética.
La gastronomía casera y criolla es otro de los fuertes de Lima. A lo largo de la costanera sobresalen las parrillas "bien de pueblo", con asados abundantes, chorizos que son un manjar, empanadas bien doradas y vinos de la zona.
Las costumbres de pueblo se viven, incluso, en aquellos restaurantes familiares donde se mantiene aquel ritual de la atención cordial, del pan calentito en la mesa y del mozo que recomienda como si conociera a uno de toda la vida.

¡Y no hablar si la escapada a Lima se posterga para febrero y coincide con la clásica celebración de los carnavales! Comparsas, baile, y todo el espíritu comunitario que se contagia.
Qué hacer en Lima: naturaleza, pesca, camping y turismo rural
Si la pesca está entre los pasatiempos y pasiones de quienes eligen hacer esta escapada, Lima es el sitio perfecto. Nada se compara con los atardeceres en sus muelles, playas y camping. Incluso, hasta se encuentra la posibilidad de alquilar botes o tomar alguna excursión en lancha para surcar el río Paraná.

En tanto, para quienes disfrutan del turismo rural, Lima también tiene lo propio. Las caminatas entre senderos, las cabalgatas, los picnics bajo los árboles y las visitas a quintas y estancias son infaltables para quienes elijan este pueblito para distenderse. Más teniendo en cuenta que son la agricultura y la ganadería su principal motor productivo.
Cuna de la energía nuclear en Argentina
Si bien Lima fue fundada en 1885 y creció alrededor de la estación de trenes que daba vida al paraje, fue en la energía nuclear donde encontró su lugar para quedar en la historia.
Y es que precisamente en Lima se encuentran las centrales nucleares Atucha I y Atucha II, que pueden ser recorridas por medio de visitas guiadas.

De hecho, el pueblo lleva ese nombre en homenaje a Justa Lima de Atucha, una figura clave en el siglo XIX y quien junto a su esposo, José Segundo Atucha, impulsaron el crecimiento y desarrollo de la región.
Cómo llegar a Lima desde CABA
- En auto. Hay que tomar la Ruta Nacional 9 hasta Zárate y desviarse por la Ruta Provincial 6. El trayecto pasa por Campana y Zárate, bordeando el río Paraná.
- En colectivo. La Línea 194, que sale desde Plaza Miserere (Once, CABA), llega directo al centro de Lima.
- En micro de media distancia. Parten desde la terminal de Retiro y llegan directamente al pueblo.
Para un finde tradicional (o para uno largo, de esos que permiten un día más de disfrute), Lima y sus playas de río, su turismo rural y sus rincones de calma y cocina criolla son un lugar para ir, al menos, una vez en la vida.