Un santuario de flamencos y biodiversidad irresistible en el litoral argentino: cómo llegar y por qué visitar Melincué
A orillas de una laguna declarada sitio Ramsar, este pequeño pueblo del sur de Santa Fe sorprende por su calma, su historia y el espectáculo natural que en cada atardecer pintan miles de flamencos sobre el agua.

A solo 330 km de Buenos Aires, un pequeño pueblo del sur santafesino sorprende con un espectáculo natural: miles de flamencos revoloteando sobre una laguna inmensa. El lugar combina historia, tradición y un paisaje natural cautivador, sobre todo en las horas en que el sol comienza a descender paulatinamente sobre el horizonte.
Ni Mar de Ansenuza ni Mar Chiquita en la provincia de Córdoba; ni el Parque Nacional Patagonia en la provincia de Santa Cruz: si de observar flamencos en su hábitat natural se trata, nuestro país goza de otras ubicaciones que lucen este espectáculo natural. Santa Fe es una de ellas.
Ubicada dentro de la Reserva Provincial de Usos Múltiples Humedal Laguna Melincué, esta locación constituye uno de los humedales de mayor importancia de la provincia: así, entre un reflejo rosado sobre el agua y el vuelo pausado de los flamencos, Melincué invita a detener el tiempo y redescubrir la belleza natural del litoral argentino.
Un sitio RAMSAR y uno de los humedales más importantes de Santa Fe
La cuenca hidrográfica de la laguna Melincué constituye un área ubicada en el centro sur de la provincia de Santa Fe, incluida enteramente en el departamento General López.

Este atractivo natural abarca más de 110 km² y forma parte de una cuenca que integra varios distritos del sur santafesino. Su relevancia ecológica le valió, en 2008, la declaración como Humedal de Importancia Internacional (sitio Ramsar n.º 1785).
Un destino privilegiado para el avistaje de flamencos y otras aves
La localidad de Melincué es conocida como el centro turístico del sur santafesino: se trata de un pueblo reconocido por su valor histórico, sus tradiciones y su entorno natural. Su gran laguna, donde habitan numerosas especies de aves como los flamencos rosados, constituye uno de los principales atractivos turísticos.
La comuna de Melincué explica que la provincia de Santa Fe alberga más de 400 especies, cifras que la posicionan con alrededor de un 40% del total de avifauna identificada y reportada en Argentina. Por supuesto, la zona correspondiente al sur de esta provincia no iba a quedar por fuera de un circuito privilegiado para admirar este fenómeno.
Según la Convención Ramsar, que protege los humedales más valiosos del planeta, Melincué no solo es un refugio local, sino un eslabón clave para las aves migratorias del continente: el Humedal Laguna Melincué comprende un humedal de relevancia regional y continental, consolidándose como una ubicación de gran importancia para especies residentes y migratorias.
En efecto, el Birdwatching (actividad centrada en la contemplación y estudio de las aves silvestres) se practica en las costas de la laguna recibiendo no solo a profesionales expertos de la materia sino también a visitantes y turistas que comienzan a incursionar con esta actividad.
La mejor temporada para llevar a cabo este tipo de experiencias es durante el invierno, época que coincide con la llegada del Flamenco Parina Grande a la zona: este ejemplar tiene como área de distribución permanente los Andes Peruanos y se vuelve un atractivo natural imperdible para descubrir teniendo en cuenta el encanto particular de esta ave playera.
También es posible apreciar la presencia de otras especies migratorias que provienen del sur argentino, las islas Malvinas y el hemisferio norte. Ante la magnitud y diversidad de aves, los expertos recomiendan siempre llevar lápiz y papel para tomar notas de características y luego buscar algunas de esas referencias en las guías de aves que existen.

La buena noticia es que al ser una propuesta simple no es necesario disponer de muchos requisitos para poder sumarse: un calzado de trekking cómodo para afrontar largas caminatas, ropa en tonos camuflados como para pasar desapercibido frente a las especies y evitar movimientos bruscos para no ahuyentarlas es parte del ABC para realizar esta actividad.
Luego, para aficionarse en este tipo de turismo dedicado a la naturaleza sería más que fundamental contar con binoculares y cámara para que el registro sea lo más preciso posible y el recuerdo de tal experiencia pueda ser plasmado digitalmente o en papel fotográfico.
¿Cómo llegar a Melincué?
Como se mencionó anteriormente, Melincué se encuentra en el departamento General López, en el sur de la provincia de Santa Fe: aproximadamente a unos 330 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires y a unos 190 kilómetros de la ciudad de Rosario.
- En auto desde Buenos Aires: se recomienda tomar la Autopista Rosario–Buenos Aires (Ruta Nacional 9) hasta Villa Constitución, continuar por la Ruta Provincial 90 hacia el oeste hasta Melincué. El trayecto total dura unas 4 horas y media en coche.
- En auto desde Rosario: se debe acceder por la Ruta Nacional 33 hasta Venado Tuerto y luego por la Ruta Provincial 93 hacia el norte, hasta empalmar con la Ruta 90, que conduce directamente al pueblo. El viaje dura alrededor de 2 horas y media.
- En colectivo: existen varias empresas de larga distancia que conectan Buenos Aires, Rosario y Venado Tuerto con localidades del sur santafesino. Desde Venado Tuerto parten servicios locales hacia Melincué, aunque con frecuencia reducida, por lo que conviene consultar horarios con anticipación.
La laguna de Melincué se encuentra junto al casco urbano, por lo que no se necesita vehículo especial para llegar a sus orillas. Para quienes visitan la localidad por primera vez, en los alrededores hay alojamientos, restaurantes y áreas de observación señalizadas, ideales para disfrutar del atardecer y el avistaje de aves.