¡Confirmado! La deforestación del Amazonas produce menos lluvias regionales

Un nuevo estudio confirma lo que ya se sospechaba desde hace mucho tiempo. La reducción de las lluvias en gran parte de Sudamérica está relacionada con la deforestación de esa selva tropical.

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Se demostró que hay una relación directa entre la reducción de lluvia y la tala de las selvas tropicales.

Los resultados de esta nueva publicación son alarmantes: se demostró que la deforestación a mayor escala en el sur de la Amazonía reduce el reciclaje de las precipitaciones, lo que conduce a una reducción de las lluvias en toda la región. El mismo resultado se encontró en otras selvas tropicales, como las del Congo y las del Sudeste Asiático.

Mientras más selvas se talen en los países tropicales, menos agricultores locales podrán depender de la lluvia para sus cultivos y pastos, afirma el estudio.

El artículo, publicado en la revista Nature, se suma a los temores de que la degradación del Amazonas se esté acercando a un punto de inflexión después del cual la selva tropical ya no podrá generar su propia lluvia y la vegetación se secará. Los lugareños ya habían denunciado que a medida que la tala continuaba, sus regiones se estaban volviendo más cálidas y menos húmedas. "Podríamos llegar a un punto en el cual los bosques tropicales ya no podrán renovarse", indicó el principal autor del reporte, Callum Smith, de la Universidad de Leeds.

Los bosques tropicales tiene un rol fundamental en la moderación del clima local, regional y global, gracias a su impacto en los ciclos de energía, agua y carbono.

Smith y su equipo recogieron datos de lluvia obtenidas de estimaciones satelitales entre 2013 y 2017 en los biomas amazónico, congoleño y del sudeste asiático. Al analizar los datos comprobaron que la tala masiva de árboles perturba el ciclo del agua y reduce significativamente las precipitaciones, principalmente en las temporadas húmedas. Esta situación, sumada a la degradación del bioma ubicado en América, podría provocar que la selva no sea capaz de generar su propia lluvia y como consecuencia la vegetación se secará.

El estudio también halló que en las regiones a favor del viento de estos extensos bosques, como el sudoeste del Amazonas, hasta el 70 % de la precipitación podría provenir de la evapotranspiración contra el viento. Gran parte de las lluvias del norte y del Litoral de Argentina es alimentada por la humedad generada por la vegetación del Amazonas en esta región.

¿Qué puede pasar en el futuro?

Las reducciones en las precipitaciones inducidas por la pérdida de bosques tienen implicaciones importantes para la sociedad y la sostenibilidad de los bosques tropicales, ya que afectan la agricultura y la generación de energía hidroeléctrica, así lo señala el estudio. La evapotranspiración de los bosques tropicales es un fuerte impulsor de la precipitación regional y contribuye hasta el 41 % de la precipitación media de la cuenca sobre el Amazonas y hasta el 50 % sobre el Congo.

La superficie mundial de tierras de cultivo aumentó un 9 % en las últimas dos décadas, con aumentos aún mayores en América del Sur y África tropical. Según el estudio, de continuar con la tala del Amazonas como hasta ahora, podría haber disminuciones anuales de precipitación superiores al 8% para 2050. Mientras que en el Congo se reducirán las precipitaciones locales entre un 8% y un 10% en 2100. Además, se proyecta que la pérdida de bosques va a ser mayor en el oeste y el sur del Congo, y que también experimentará las reducciones más fuertes en las precipitaciones.

También se espera que las reducciones en las precipitaciones sobre las áreas de bosque tropical conduzcan a una pérdida adicional de bosque, además de afectar la composición de especies, el secuestro de carbono y la frecuencia de incendios.

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