Del verano más caluroso en Argentina a un otoño que será… ¿cómo?

El Servicio Meteorológico Nacional confirmó que el último trimestre fue el más caluroso desde 1961 a nivel país. Durante la nueva estación culminará muy probablemente La Niña… ¿cederá el intenso calor y volverán las lluvias?

Pronóstico climático otoño Argentina La Niña sequía calor
¿Qué pasará con La Niña, la sequía y las olas de calor en el país en este otoño?

Los últimos 5 meses no dan respiro en materia climática en la República Argentina. En un contexto ya de por si complejo debido a la permanencia por tercer año consecutivo de La Niña, que inhibe en buena medida la presencia de lluvias en la región más productiva del país, se sumó desde noviembre una secuencia nunca vista de olas de calor que perdura al día de hoy.

Esta secuencia incluye 9 episodios de temperaturas por encima de lo normal perdurando por al menos 3 días consecutivos en buena parte de la Argentina. Olas de calor en cantidad, comenzando muy tempranamente en noviembre y extendiéndose tardíamente a la actualidad con increíbles marcas de 40 °C en el centro del país, cuando ya hemos ingresado en el otoño climatológico.

Ante este escenario, no era difícil suponer lo que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirmó finalmente en estos días ante el cierre del trimestre… la Argentina atravesó el verano más caluroso jamás registrado.

Esto implica que a nivel país, desde el año 1961, nunca hubo un trimestre diciembre-enero-febrero con una anomalía positiva de temperatura media tan elevada: 1.3 °C por encima de lo normal, desplazando del primer puesto a los veranos de 1988 y 1989 que presentaron una anomalía positiva de 1,1 °C.

La ciudad de Buenos Aires, considerando una serie histórica muy rica que se remonta a 1906, fue una de las grandes ciudades del país que tuvo su verano más caluroso, con una temperatura promedio de 25,6 °C. Jujuy, Salta, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, Mendoza y Neuquén fueron otros puntos que también dieron su gran aporte para el balance final, habiendo registrado un verano sofocante como nunca.

Comenzado el mes de marzo, y ante un escenario tan crítico de características inéditas ante el déficit de lluvias y la frecuencia con la que se repiten temperaturas extremas, la gran pregunta es si con la llegada del otoño empezará a normalizarse la situación o esta situación se agravará.

La Niña, en modo despedida

Las adversas condiciones climáticas que vienen aquejando hace tanto tiempo a la Argentina posiblemente respondan a varios forzantes actuando conjuntamente en escalas espacio-temporales muy distintas, desde un bloqueo en la circulación atmosférica durante una semana en particular hasta el efecto de fondo de un cambio climático a través de las décadas.

Pero, allí por el medio en estas escalas espacio-temporales, encontramos a un forzante bien conocido que es protagonista principal en todo esto llamado La Niña, el enfriamiento de las aguas del Pacifico ecuatorial que altera la circulación atmosférica a escala global durante meses y fomenta en el sudeste de Sudamérica en esta época del año las condiciones de calor y sequía que estamos atravesando.

Las últimas proyecciones acerca de la evolución de este fenómeno son contundentes: con una probabilidad muy alta de más del 90%, se prevé que el fenómeno de La Niña culmine este trimestre que va de marzo a mayo, dando paso a condiciones neutrales.

Ahora, ¿será esto suficiente para que rápidamente se reviertan las condiciones de sequía y exceso de calor que aqueja al país?

Pronóstico climático para el otoño 2023 en Argentina

Para responder la pregunta recurrimos a la reciente actualización del pronóstico climático emitido por el SMN, en base al análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales, sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.

Temperaturas durante el otoño 2023

Respecto a las temperaturas, la reciente actualización muestra un mapa muy rojo en prácticamente todo el país, dando la idea de que será difícil dejar rápidamente atrás este periodo caluroso que afecta al país desde fines del año pasado.

Estos tonos rojos indican que la categoría más probable de ocurrencia para el nuevo trimestre de otoño es la de tener temperaturas normales o superiores a la normal, en especial sobre la franja central del país y el Litoral.

Pronóstico climático otoño Argentina La Niña sequía calor
Pronóstico cualitativo de temperaturas para el trimestre marzo-abril-mayo. Fuente: SMN Argentina.

Un trimestre que ya ha arrancado muy caluroso con la actual novena ola de calor que vive gran parte del país, y que según indica este pronóstico cualitativo, será difícil de contrarrestar con temperaturas más bajas de lo normal con el correr de los meses, independientemente de que puedan ocurrir luego algunos eventos singulares como ingresos de frentes fríos.

Precipitaciones durante el otoño 2023

Respecto a las precipitaciones, la proyección para el nuevo trimestre no es tan distinta a la proyección previa válida para febrero-marzo-abril (no mostrada aquí), manteniendo la idea de lluvias superiores a lo normal únicamente sobre el noroeste argentino, y normales o inferior a lo normal sobre el norte del Litoral y el oeste y noroeste patagónico, más aún, abarcando el déficit ahora también al centro de Patagonia y el oeste de Cuyo.

Pronóstico climático otoño Argentina La Niña sequía calor
Pronóstico cualitativo de precipitaciones para el trimestre marzo-abril-mayo. Fuente: SMN Argentina.

Pero donde puede encontrarse un signo de esperanza es sobre las provincias centrales como Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, donde en la pasada proyección predominaban tonos amarronados como sinónimo de lluvias normales o inferiores a lo normal como la categoría más probable, y ahora, en la proyección para el nuevo trimestre, la región se muestra en el mapa en blanco, indicando que no hay una categoría más probable de ocurrencia.

Esto podría ser un leve indicio de que, con el debilitamiento de la Niña, ya no haya un claro forzante inhibidor de las precipitaciones en la región núcleo de Argentina, y que, eventualmente, la situación pueda intentar normalizarse, con la ilusión de que los escasos y puntuales núcleos de precipitación empiecen a ser, de una buena vez, más frecuentes y generalizados como el campo argentino suplica.