El CONICET descubre en la Patagonia un gran tesoro prehistórico: el Titanosaurio

Un equipo de paleontólogos del CONICET ha desenterrado un nuevo tesoro prehistórico, se trata de los restos fósiles de un titanosaurio, en la provincia de Chubut. Te contamos por qué es tan importante su hallazgo.

El CONICET descubre en la Patagonia un gran tesoro prehistórico: el Titanosaurio
Reconstrucción 3D de Titanomachya gimenezi. Créditos: Gabriel Díaz Yantén.

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) acaba de revelar el descubrimiento de los fósiles de un Titanomachya gimenezi (T. gimenezi), un nuevo titanosaurio que se estima llegó a pesar unas 7 toneladas, y que vivió en la Patagonia argentina hace 66 millones de años, sobre el final del período Cretácico.

El hallazgo fue reportado en la revista científica Historical Biology. Los restos del T. gimenezi fueron encontrados en la formación La Colonia, ubicada en la provincia de Chubut. Esta región de la Patagonia es conocida por su riqueza en fósiles de dinosaurios, y este descubrimiento agrega una nueva pieza fundamental al rompecabezas prehistórico.

El gran hallazgo del nuevo Titanosaurio

En este caso, el T. gimenezi es el segundo dinosaurio hallado en la formación La Colonia y el primer saurópodo, es decir perteneciente al grupo de los vertebrados terrestres más grandes en la historia evolutiva caracterizados por ser herbívoros.

Mapa de ubicación del sitio del descubrimiento del holotipo de Titanomachya gimenezi
Mapa de ubicación del sitio del descubrimiento del holotipo de Titanomachya gimenezi.

“La formación La Colonia es conocida por haber revelado diversos fósiles, desde dinosaurios carnívoros y plesiosaurios, hasta tortugas y otros reptiles. Los hallazgos en este sitio de Chubut no solo ofrecen información crucial sobre las poblaciones de saurópodos en la Patagonia durante el final del período Cretácico, sino también sobre la diversidad de los ecosistemas de la región en ese momento”, explica Agustín Pérez Moreno, becario posdoctoral del CONICET en el MLP y primer autor del trabajo.

“El proceso de extracción fue muy minucioso e involucró a diez personas, ya que requirió recubrir los restos con camisas de tela de arpillera y yeso para protegerlos antes de su traslado a los laboratorios del MEF”, detalla Pérez Moreno.

El descubrimiento de los primeros restos de T. gimenezi tuvo lugar en el marco de una campaña realizada por investigadores del CONICET en el Museo de La Plata (MLP, UNLP) y el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF) de Trelew. Posteriormente, en otras campañas junto a profesionales del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN), el equipo pudo efectuar las excavaciones y recuperar elementos de los miembros anteriores y posteriores, fragmentos de costillas y una vértebra caudal.

Características del nuevo Titanosaurio

El Titanomachya gimenezi es un saurópodo, un grupo de dinosaurios herbívoros caracterizados por sus cuerpos masivos, cuellos largos y colas poderosas. Este titanosaurio en particular vivió hace aproximadamente 66 millones de años, durante el Maastrichtiano, la última edad del periodo Cretácico que precedió a la extinción masiva.

A pesar de estar representado principalmente por elementos de las extremidades, el ejemplar exhibe características únicas para un titanosaurio del Cretácico Superior.

T. gimenezi habitó la Patagonia y las reconstrucciones ambientales de la formación La Colonia indican que, por entonces, esos ambientes estaban dominados por estuarios o albuferas, es decir que su entorno contaba con una variada flora que incluía palmeras, plantas acuáticas con flores y coníferas.

Reconstrucción esquelética de Titanomachya gimenezi . Los huesos conservados se muestran en azul claro. Reconstrucción de Gabriel Lio.
Reconstrucción esquelética de Titanomachya gimenezi. Los huesos conservados se muestran en azul claro. Reconstrucción de Gabriel Lio.

Se estima que el Titanomachya gimenezi llegó a pesar alrededor de 7 toneladas, y aunque no es el más grande de los saurópodos encontrados en Chubut, su tamaño sigue siendo impresionante. Es considerado “pequeño” si se lo compara con otros gigantes encontrados en Chubut como Patagotitan mayorum, que se calcula medía casi 40 metros de largo, con un cuello de 12 metros y un peso estimado en 70 toneladas.

Huesos del dinosaurio Titanomachya gimenezi
Titanomachya gimenezi, holotipo. MPEF PV 11547/10. Vértebra caudal posterior en A, posterior; B, lateral derecho; C, anterior; D, dorsal y E, vistas ventrales. Abreviaturas: lr, cresta longitudinal.

Sus patas eran columnas de soporte para su cuerpo masivo. Se alimentaba principalmente de plantas, recorriendo los antiguos paisajes de la Patagonia en busca de vegetación.

El bautismo del dinosaurio

El nombre que le dieron los autores al nuevo ejemplar evoca la Titanomaquia, la batalla que en la mitología griega fue librada por los dioses olímpicos contra los titanes, en la que estos fueron finalmente derrotados: “Este nombre es especialmente apropiado, ya que T. gimenezi procede de la época en que se extinguieron los titanosaurios”, explica Pérez Moreno.

Su nombre, que evoca la lucha de los titanes de la mitología griega, refleja su imponente tamaño y presencia.

“Por su parte, con la palabra gimenezi rendimos homenaje a la fallecida científica Olga Giménez, quien fue la primera paleontóloga en estudiar los dinosaurios de la provincia de Chubut. Su legado ha dejado una huella imborrable, y esta denominación busca honrar su contribución pionera a la comprensión de la rica historia paleontológica de la región”, afirma Pérez Moreno.

Importancia científica del hallazgo y próximos pasos

El hallazgo del Titanomachya gimenezi no solo nos proporciona información sobre la biología y la ecología de los dinosaurios en la Patagonia, sino también sobre la diversidad de los ecosistemas de esa época.

Los estudios de los restos fósiles revelarán detalles sobre su crecimiento, comportamiento y adaptaciones.

La morfología del astrágalo (hueso responsable de distribuir la fuerza procedente de la tibia en el interior del pie), nunca fue vista antes en otros titanosaurios y muestra rasgos intermedios entre los linajes Colossosauria y Saltasauroidea, lo que destaca su importancia evolutiva. Además, estudios filogenéticos han revelado que precisamente es miembro del gran linaje de los Saltasauroidea”, comenta el investigador.

El CONICET ha desenterrando secretos del pasado, y el Titanomachya gimenezi, se une a la galería jurásica patagónica. Este titanosaurio nos recuerda la majestuosidad y la antigüedad de nuestro planeta, y su descubrimiento es un tributo a la perseverancia y la pasión de los científicos que exploran los misterios de la vida prehistórica.

Científicos del CONICET hallaron los restos de un titanosaurio
Científicos del CONICET hallaron los restos de un titanosaurio que habitó la Patagonia hace 66 millones de años. Foto: Vincent Brusca.

El hallazgo se llevó a cabo en el marco del proyecto “Fin de la Era de los Dinosaurios en Patagonia“, financiado por National Geographic, que tiene como objetivo investigar todos los aspectos biológicos y ecológicos de la época en la que se extinguieron los dinosaurios no avianos.

El descubrimiento abre la puerta a que profundicen en la diversidad y evolución de estos majestuosos gigantes.

A medida que el proyecto avance, se anticipa la revelación progresiva de nuevas especies de dinosaurios, acompañadas de reconstrucciones paleoecológicas y ambientales que proporcionarán una visión más completa del mundo prehistórico en el que estos magníficos animales vivieron y desaparecieron.

Referencia de la noticia:

A new titanosaur from the La Colonia Formation (Campanian-Maastrichtian), Chubut Province, Argentina. DOI: https://doi.org/10.1080/08912963.2024.2332997.

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