Del celular al cielo: por qué “calor excesivo” fue una de las palabras más buscadas por los argentinos en 2025
Google Argentina ubicó “calor excesivo” como la tercera búsqueda del año, un reflejo directo del impacto de las olas de calor récord que marcaron el clima del país.

Google publicó su ranking Year in Search 2025 y reveló un dato que resume el clima del año: “calor excesivo” fue una de las palabras más buscadas por los argentinos. Esa tendencia refleja un verano sofocante, un otoño atípico y un país que convivió con temperaturas extremas durante buena parte del año.
Las búsquedas funcionan como un espejo de las preocupaciones sociales, y en este caso el espejo mostró un país mirando al cielo en busca de respuestas. Tras cada episodio de temperaturas extremas, el interés por entender los riesgos, la duración de las olas de calor y las medidas de protección se multiplicó en cuestión de horas.
Vuelve ola de calor@carlosetchepare pic.twitter.com/w10s7eCMx0
— Juan Pablo Karnatz (@jpkarnatz) January 30, 2025
Es que el 2025 estuvo marcado por recurrencias constantes de calor inusual, con varios récords de sensación térmica en las principales ciudades. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas amarillas, naranjas y rojas con una frecuencia superior a la de temporadas anteriores, especialmente en el centro y norte del país.
La Ciudad de Buenos Aires vivió una secuencia histórica de noches tropicales que impidieron el descenso de la temperatura y elevaron el estrés térmico. Esa combinación disparó consultas sobre cómo refrescar el hogar, cómo proteger a adultos mayores y cómo identificar síntomas de deshidratación o golpes de calor.
El ranking de Google Argentina mostró la magnitud de ese fenómeno social y climático. Desde enero hasta marzo, y luego en episodios aislados de primavera, millones de usuarios buscaron la frase calor excesivo, una señal inequívoca de que el país vivió un año condicionado por temperaturas extremas.
Extremos climáticos en Argentina
El primer gran episodio del año ocurrió durante la primera semana de enero, cuando una masa de aire tropical extremadamente cálida cubrió gran parte del centro y norte del país. En apenas tres días, 12 provincias quedaron bajo alerta roja y se registraron sensaciones térmicas superiores a los 45 °C en zonas densamente urbanizadas.
Entre el 6 y el 15 de enero, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos vivieron una de las secuencias más intensas de calor extremo de la última década. Las noches tropicales persistentes, con mínimas por encima de los 26 °C, generaron estrés térmico continuo y saturaron los sistemas de salud.

Un segundo episodio notable se desarrolló entre el 29 de enero y el 4 de febrero, cuando una combinación de humedad elevada, cielo parcialmente nublado y temperaturas extremas volvió a elevar la sensación térmica a valores críticos. Este evento provocó un aumento significativo de consultas sanitarias y de interrupciones en el suministro eléctrico.
Los modelos globales de ECMWF y NOAA confirmaron al cierre del año que Argentina atravesó -al menos hasta ahora- uno de los ciclos térmicos más cálidos de su historial reciente. La atmósfera mantuvo una anomalía positiva sostenida, incluso en meses donde históricamente predomina la estabilidad térmica.
¿Cómo cierra el año para la Argentina?
La reiteración de eventos térmicos extremos a lo largo de 2025 explicó por qué la frase calor excesivo terminó en el podio de las búsquedas de Google Argentina. Cada episodio se convirtió en una señal de alerta social y en una confirmación científica de que el país atraviesa un proceso de calentamiento más rápido que el promedio global.
El cierre del año deja una conclusión clara: el calor ya no es un fenómeno estacional, sino un condicionante permanente del clima argentino. El SMN y los modelos internacionales coinciden en que las olas de calor serán más frecuentes, más extensas y más intensas, lo que obligará a ajustar hábitos, infraestructuras y estrategias de prevención.
El 2025 mostró, además, que la información meteorológica se volvió un insumo vital para la vida cotidiana. La necesidad de anticipar riesgos, proteger la salud y entender la dinámica de un clima cambiante quedó reflejada en millones de búsquedas que nacieron en el celular, pero que miraron directamente al cielo.