Desafíos mundiales: las aguas subterráneas están en peligro, pero la gestión puede invertir esta tendencia

Las aguas subterráneas, esenciales para la agricultura y el consumo humano, se enfrentan a un declive del 71 %, revela un estudio publicado recientemente por la Universidad de California en Nature.

Las aguas subterráneas se enfrentan a un declive del 71 %.
Las aguas subterráneas se enfrentan a un declive del 71 %, según un estudio de la Universidad de California.

Las aguas subterráneas, esenciales para la agricultura, el consumo humano y las industrias, se están viendo afectadas por una escasez acelerada en todo el mundo, según un estudio publicado por investigadores de la Universidad de California.

El estudio publicado en la revista Nature evaluó 1.693 acuíferos y presenta resultados de una disminución de más de 0,5 metros por año en el siglo XXI, lo que muestra una reducción del 71 % de estas fuentes de agua. Sin embargo, el estudio también destaca casos de éxito en políticas de gestión proactiva que lograron revertir esta tendencia.

Un estudio de tres años revela un agotamiento acelerado del agua subterránea mundial

La investigación de tres años implicó analizar datos de 1,5 millones de pozos durante 100 años, lo que contribuyó a una visión holística de las tendencias globales en comparación con la información obtenida de imágenes satelitales. Los resultados indican que el agotamiento acelerado afecta especialmente a las regiones áridas, donde el 30 % de los acuíferos estudiados afrontan una situación crítica durante este siglo.

Debra Perrone, profesora asociada de la Universidad de California, advierte sobre los efectos adversos asociados al agotamiento de los recursos, afirmando que esto “afecta la capacidad de un pozo para bombear agua a la superficie, lo que puede provocar sequía y, por otro lado, provocar intrusión de agua de mar o degradación de la calidad”.

Además, la sobreexplotación de las aguas subterráneas puede impactar directamente en la cantidad de agua disponible en los ríos y, en consecuencia, en los ecosistemas.

El estudio destaca que el agua subterránea es fundamental durante los periodos de sequía, cuando las precipitaciones son escasas y los caudales de los ríos disminuyen. Sin embargo, una gestión inadecuada de estos recursos puede comprometer el suministro en sectores clave.

Al analizar los sistemas acuíferos disponibles en el planeta se identificaron reducciones del 36 % a un ritmo de 0,1 metros por año y del 12 % con una disminución de más de 0,5 metros por año. El estudio también reveló que, en comparación con el período de 1980 a 2000, el 30 % de los acuíferos estudiados mostraron un agotamiento acelerado en el siglo XXI, principalmente en regiones áridas.

Estudio indica potencial de recuperación en algunos acuíferos

A pesar de los desafíos subyacentes, hay motivos para un optimismo moderado. El estudio identificó que el 6 % de los acuíferos analizados están aumentando a un ritmo de 0,1 metros por año, mientras que el 1 % muestra un aumento de 0,5 metros por año. Esto sugiere que la implementación de políticas de gestión, reducciones en el consumo de aguas subterráneas y proyectos de gestión de recarga de acuíferos pueden tener impactos positivos.

Un ejemplo positivo mencionado en el estudio es el caso de Tucson, Arizona, donde el agua del río Colorado se utiliza para reponer un acuífero local. Este proyecto busca almacenar agua para usos futuros, actuando como medio de salvaguarda de las aguas subterráneas. Sin embargo, es importante enfatizar que el manejo de estos recursos debe ser evaluado minuciosamente para evitar impactos negativos, como la reducción de aguas superficiales en el río Colorado.

Scott Jasechko, coautor del estudio, destaca que más de 100 acuíferos mostraron signos de desaceleración, estabilización o reversión de esta tendencia de agotamiento. De hecho, señala que "el trabajo [del equipo] sugiere que pueden ser cautelosamente optimistas", aunque destaca la necesidad de esfuerzos concertados para revertir las tendencias negativas.

Actualmente , el equipo de investigación centra sus esfuerzos en analizar cómo los niveles de agua subterránea varían a lo largo del tiempo con el cambio climático. Conectar estos cambios con las profundidades reales de los pozos nos permitirá crear proyecciones más precisas sobre las regiones en riesgo de tener un acceso limitado al agua.


En última instancia, la cooperación global y las políticas de conservación efectivas son fundamentales para garantizar que estas fuentes vitales de agua dulce sigan cubriendo las necesidades futuras.

Referencia de la noticia:Jasechko, S., Seybold, H., Perrone, D., Fan, Y., Shamsudduha, M., Taylor, R., Fallatah, O, & Kirchner, J. (2024). Rapid groundwater decline and some cases of recovery in aquifers globally. Nature, 625, 715–721.

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