Desde Bariloche parte a Estados Unidos el nuevo satélite argentino

El satélite SAOCOM1B, desarrollado y ensamblado en la ciudad rionegrina inicia este viernes 21 su viaje hacia la Florida donde será lanzado al espacio en marzo.

SAOCOM1B
El satélite SAOCOM1B fue desarrollado y ensamblado en la sede de INVAP ubicada en la ciudad de San Carlos de Bariloche.

Este viernes 21 de febrero comienza el viaje desde la Patagonia del nuevo satélite argentino hacia su base de lanzamiento en Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos. Se trata del satélite SAOCOM1B ensamblado en la sede de la empresa rionegrina INVAP, en la ciudad de San Carlos de Bariloche. Junto al SAOCOM1A - lanzado el 1 de octubre de 2018 - conforman la misión SAOCOM.

Ambos satélites fueron desarrollados íntegramente en Argentina por la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales) junto a INVAP. Participaron también del proyecto la empresa pública VENG (Vehículo Espacial de Nueva Generación), la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), y el laboratorio GEMA de la Universidad Nacional de La Plata.

De acuerdo a lo indicado por el gobierno de Argentina, además participaron en alguna parte del proceso unas 80 empresas de tecnología e instituciones del sistema científico del país, sumado a la Agencia Espacial Italiana (ASI). Una vez en órbita su información será relevante para el sector agrícola, ya que proporcionará datos sobre humedad de suelo, y ayudará en el pronóstico de inundaciones.

De Bariloche a la Florida

El proceso para su lanzamiento se iniciará con un largo viaje desde San Carlos de Bariloche hasta la Florida en Estados Unidos. Para ello, el satélite será trasladado desde la sede de INVAP en el ingreso a Bariloche, hasta el aeropuerto local, donde un avión Antonov AN124 tendrá la tarea de trasladarlo hasta el destino, despegando el sábado 22 de febrero. La carga que tendrá que transportar el convoy de camiones desde INVAP hasta el aeropuerto rondará las 42 toneladas.

Una vez en Estados Unidos, el satélite será lanzado al espacio a fines de marzo (fecha prevista el 30 de marzo) desde las instalaciones de la empresa SpaceX en Cabo Cañaveral. La empresa SpaceX fue fundada en 2002 por Elon Musk, dueño y fundador de la empresa Tesla (desarrolladora de autos eléctricos de lujo). El satélite comenzó a ser ensamblado en 2015.

Laura Frulla, investigadora principal de la Misión SAOCOM, indicó que “el desarrollo de toda la misión fue un desafío muy importante para la Argentina, porque no teníamos conocimientos previos sobre la tecnología para la construcción y puesta a punto de satélites de este tipo”. Dominar la tecnología de observación con radar es un gran avance para el país que le da independencia y soberanía tecnológica, sostuvo Frulla.

Información esencial para el agro

La misión SAOCOM que pone en órbita dos satélites, contiene una compleja tecnología de observación de la Tierra, que representa una importante mejora en las capacidades de observación respecto de los sensores ópticos usuales. Se trata de un instrumento activo que consiste en un Radar de Apertura Sintética (SAR, por sus siglas en inglés de Synthetic Aperture Radar), que trabaja en la porción de las microondas en banda L del espectro electromagnético.

Los satélites fueron diseñados para detectar la humedad del suelo y obtener información de la superficie terrestre en cualquier condición meteorológica y hora del día. Las microondas del radar son capaces de atravesar las nubes y entregar información aunque esté nublado, tanto de día como de noche. Estas características hacen que los SAOCOM sean especialmente útiles para prevenir, monitorear, mitigar y evaluar catástrofes naturales o producidas por el ser humano.

Una vez que ambos satélites estén en órbita, mediante un convenio de colaboración entre el INTA y la CONAE, la información brindada por la Misión SAOCOM sobre humedad de suelo ayudará a que los productores sepan cuál es el mejor momento para la siembra, fertilización y riego, en cultivos como soja, maíz, trigo y girasol. También brindará soporte en relación al uso de productos químicos para el control de enfermedades en cultivos, en particular para la fusariosis en el trigo. La información también ayudará al pronóstico de inundaciones.