Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

La brecha de género en los sectores de la ciencia existe desde hace siglos en todo el mundo. Las científicas más destacadas que han logrado vencer los prejuicios y estereotipos de género forman parte lamentablemente de un pequeño porcentaje, incluso en la actualidad.

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia
"El mundo no puede permitirse el lujo de desaprovechar las contribuciones de la mitad de su población", declaró el Secretario General de la UNESCO.

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, reconociendo el rol crítico que desarrollan en esta área. Además, como una herramienta para alentar a las mujeres a entrar en carreras científicas y tecnológicas, visibilizar su contribución en estos ámbitos y crear referentes para las nuevas generaciones.

La igualdad de género en el campo de la ciencia es vital para alcanzar los objetivos incluidos en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, desde la mejora en el área de la salud hasta el cambio climático, dependerá del aprovechamiento de todos los recursos y talentos poder cumplir con la lista de objetivos. Incluir a más mujeres resultará una mayor diversidad al ampliarse el número de investigadores talentosos que aportan una nueva perspectiva, estudios, dedicación, talento, inteligencia y creatividad.

Pasan los siglos pero…

Si bien la participación de las mujeres en las carreras de grado superior ha aumentado exponencialmente, todavía se encuentran escasamente representadas en los campos de: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

En la actualidad el 28% de los investigadores en todo el mundo son mujeres. Entre 2014 y 2016 solo un 30% de todas las estudiantes femeninas escogen estudios superiores dentro del campo ligado a las ciencias duras, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). La matrícula de estudiantes mujeres en tecnología de la información y las comunicaciones es aproximadamente de 3%; en ciencias naturales, matemáticas y estadísticas sólo un 5% y en ingeniería 8%. El Instituto Geena Davis realizó en 2015 un estudio que muestra que solo el 12% de las mujeres trabajan en el campo de las ciencias.

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia
"Debemos hacer frente a las ideas erróneas respecto de la capacidad de las niñas", declaró el Secretario General de UNESCO.

En los últimos 15 años, la comunidad internacional ha hecho un gran esfuerzo inspirando y promoviendo la participación de las mujeres y las niñas en la ciencia. Sin embargo, ellas se siguen encontrando con barreras que les impiden participar plenamente en esta disciplina.

UNESCO para la igualdad de género en ciencia

Entregan premios cada año y desde 1998 la UNESCO y la Fundación Empresarial L’ORÉAL a través del programa “La Mujer y la Ciencia” apuestan por promover los trabajos realizados por científicas que contribuyen a afrontar los importantes desafíos de la humanidad. Estos premios destacan la excelencia de la mujer en el quehacer científico y estimula a las científicas de talento.

Este programa ha recompensado a más de 100 científicas de 30 países, tres de la cuales recibieron el Premio Nobel, además lleva otorgada más de 3.100 becas a jóvenes de 115 países, para que puedan continuar con sus trabajos de investigación.

Al momento han recibido este galardón cinco científicas argentinas: Mariana Weissmann (profesora e investigadora de física, conocida por sus aportes pioneros al cálculo de las propiedades de los materiales) en 2003; Ana Belén Elgoyhen (doctora en bioquímica, famosa por su contribución al entendimiento de las bases moleculares de la audición) en 2008; Cecilia Bouzat (bioquímica y biofísica, recocida por entender sobre la comunicación entre las células cerebrales y los músculos contra la enfermedad de Alzheimer) en 2014; Andrea Gamarnikes (viróloga, conocida por sus investigaciones relacionadas con el VIH, la hepatitis B, y el virus del dengue) en 2016; y Amy Theresa Austin (científica e investigadora estadounidense nacionalizada argentina, reconocida por entender cómo funciona el ciclo de carbono en los ecosistemas terrestres y el impacto de la actividad humana en ellos) en 2018.

El premio se ha convertido efectivamente en un elemento de referencia de la excelencia científica a nivel internacional, que pone de manifiesto la importante contribución de la mujer a la ciencia.

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