Día mundial de los Océanos: ¡números que alarman!

A pesar de los múltiples beneficios que los océanos nos proporcionan, nunca estuvieron tan en riesgo como en la actualidad. Hoy es una jornada de reflexión y concientización que invita a pensar cómo debemos protegerlos.

Día Mundial de los Océanos 8 de junio
“El océano: vida y medio de subsistencia” es el lema propuesto este año.

En la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada el 5 de diciembre de 2008, se resolvió, por iniciativa de Canadá y a través de la resolución 63/111, que a partir de 2009 se celebre el Día Internacional de los Océanos cada 8 de junio.

Con un lema propuesto cada año que llame a la reflexión, en este 2021 fue elegido “El océano: vida y medio de subsistencia”.

De acuerdo a lo indicado por Naciones Unidas, el océano cubre más del 70% del planeta y produce al menos el 50% del oxígeno del planeta. Impulsa nuestro tiempo y clima, alberga la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo. Además el océano es clave para nuestra economía, ya que se estima que, para 2030, habrá en torno a 40 millones de trabajadores en todo el sector relacionado con los océanos.

A pesar de los múltiples beneficios que los océanos nos proporcionan, nunca estuvieron tanto en riesgo como en la actualidad. Para proteger y preservar el océano y todo lo que sustenta, debemos crear un nuevo equilibrio, arraigado en la verdadera comprensión del océano y cómo la humanidad se relaciona con él. Debemos construir una conexión con el océano que sea inclusiva, innovadora y basada en lecciones del pasado.

Números en rojo

Los océanos son un componente esencial fuertemente afectado por el actual calentamiento global de origen antropogénico.

El océano absorbe alrededor del 23% de las emisiones anuales de CO2 antropogénico a la atmósfera y actúa como amortiguador contra el cambio climático. Sin embargo, el CO2 reacciona con el agua de mar, reduciendo su pH y provocando la acidificación del océano. Esto a su vez reduce su capacidad para absorber CO2 de la atmósfera. La acidificación y desoxigenación de los océanos lleva finalmente a una afectación de los ecosistemas, la vida marina y la pesca.

El océano también absorbe más del 90% del exceso de calor de las actividades humanas. En 2019 se registró el contenido de calor oceánico más alto registrado, y esta tendencia probablemente continuó en 2020. La tasa de calentamiento de los océanos durante la última década fue más alta que el promedio a largo plazo, lo que indica una absorción continua de calor atrapado por los gases de efecto invernadero. Se estima que más del 80% del área oceánica experimentó al menos una ola de calor marina en 2020.

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El nivel medio global del mar ha aumentado a lo largo del registro del altímetro satelital (desde 1993). Recientemente, ha aumentado a un ritmo mayor en parte debido al mayor derretimiento de las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida.

El hielo marino se está derritiendo, con profundas repercusiones para el resto del mundo, a través del cambio en patrones climáticos y el aumento acelerado del nivel del mar. En 2020, el mínimo anual de hielo marino en el Ártico estuvo entre los más bajos registrados, exponiendo a las comunidades polares a inundaciones costeras anormales y a partes interesadas, como el transporte marítimo y la pesca, a los peligros del hielo marino.

Se estima que las temperaturas cálidas del océano ayudaron a impulsar una temporada récord de huracanes en el Atlántico en 2020 y contribuyan a otra temporada activa en este 2021.

Dado que aproximadamente el 40% de la población mundial vive a menos de 100 km de la costa, existe una necesidad imperiosa de proteger a las comunidades de los peligros costeros, como olas, marejadas ciclónicas, oleaje y aumento del nivel del mar, mediante sistemas mejorados de alerta temprana multirriesgos, y pronósticos basados en impacto.

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