El agua de mar se está acidificando más rápido de lo que se pensaba
La acidificación oceánica está más avanzada de lo que pensaban los científicos, con profundas consecuencias para los ecosistemas marinos y las personas que dependen del mar para su alimentación.

Los científicos han advertido que la amenaza que supone la acidificación para las aguas oceánicas es mucho más amplia de lo que se creía hasta ahora.
La acidificación de los océanos es el proceso por el cual el pH del océano se reduce durante un período prolongado de tiempo, causado principalmente por la absorción de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.
El océano absorbe alrededor del 30 % del CO2 liberado en la atmósfera, por lo que a medida que aumentan los niveles de CO2 atmosférico, también lo hacen los niveles en el océano.
Cuando el agua de mar absorbe CO2, se producen una serie de reacciones químicas que la acidifican. Mientras tanto, los iones de carbonato —componentes esenciales de estructuras como las conchas marinas y los esqueletos de coral— se vuelven relativamente menos abundantes.
Esto dificulta que organismos como ostras, almejas, erizos de mar y corales construyan y mantengan sus conchas, lo que reduce sus poblaciones.
Dependencia
La acidificación de los océanos tiene consecuencias importantes para millones de personas en todo el mundo que dependen de los alimentos del océano, como los mariscos, como su principal fuente de proteínas.

Hasta ahora, los científicos creían que la acidificación de los océanos no había cruzado su “límite planetario”, una referencia científica a nueve procesos globales críticos que regulan la estabilidad de la Tierra.
Los investigadores descubrieron que alrededor del 60 % de las aguas hasta unos 200 metros por debajo de la superficie de los océanos habían cruzado el límite, en comparación con el 40 % del agua en la superficie.
Daños observables
Los investigadores advirtieron que el daño ya se está notando. Algunos arrecifes de coral tropicales y subtropicales han perdido el 43 % de sus hábitats adecuados, y las especies de moluscos costeros han perdido el 13 % de sus hábitats a nivel mundial.
La investigación fue dirigida por el Laboratorio Marino de Plymouth del Reino Unido, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, la Universidad Estatal de Oregón y la Universidad de Maryland.
La profesora Helen Findlay, oceanógrafa biológica y directora del Centro de Acidificación del Océano Atlántico Noreste, quien dirigió el estudio, explicó que la mayor parte de la vida oceánica no vive sólo en la superficie y que las aguas subterráneas albergan muchos más tipos diferentes de plantas y animales.
"Dado que estas aguas más profundas están cambiando tanto, los impactos de la acidificación de los océanos podrían ser mucho peores de lo que pensábamos", dijo.
El director científico del Laboratorio Marino de Plymouth, el profesor Steve Widdicombe, dijo: “La acidificación de los océanos no es solo una crisis ambiental: es una bomba de tiempo para los ecosistemas marinos y las economías costeras”.
Los arrecifes de coral sustentan el turismo, mientras que las industrias marisqueras sustentan a las comunidades costeras, señaló. "Estamos arriesgando la biodiversidad y miles de millones de dólares en valor económico cada día que se retrasa la acción", afirmó.
Referencia de la noticia:
Helen S. Findlay, Ocean Acidification: Another Planetary Boundary Crossed. Global Change Biology, 9 June 2025.