Encuentran un récord de temperatura registrado hace 30 años

Se trata del valor de temperatura más bajo medido en el hemisferio norte. Fue descubierto por los “detectives del clima” cuando analizaron los datos de una estación meteorológica ubicada en Groenlandia.

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La estación funcionó solamente por 2 años a principio de la década del ‘90, como parte de una investigación.

Un nuevo récord de temperatura más baja para el hemisferio norte se validó esta semana: -69,6 °C en Groenlandia, en una estación que se encontraba a 3.105 m de altura. Pero lo llamativo de este récord es que no es un dato actual, sino que fue registrado en diciembre de 1991. ¿Por qué nos enteramos 30 años después de este suceso?

Porque es una estación que ya no está activa en ese lugar. La estación funcionó solamente por 2 años a principio de la década del ‘90, como parte de una investigación para registrar las condiciones meteorológicas extremas que ocurren en la parte más elevada de la isla. En 1994 terminó el proyecto y la estación fue enviada a la Antártida para otra investigación, mientras que los datos de Groenlandia se archivaron.

Afortunadamente, los detectives e historiadores del clima siguen revisando las series históricas de información y a menudo descubren datos que han pasado inadvertidos durante mucho tiempo. Se trata de lecturas que contienen información climática importante que debe analizarse y verificarse. Este fue el caso de esta estación que midió en Groenlandia hace 30 años atrás. Y tras un amplio análisis de los equipos, las prácticas de observación y la situación meteorológica sinóptica de diciembre de 1991, el grupo de expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) recomendó por unanimidad que se validara la observación como un récord.

Otros récords

La Organización Meteorológica Mundial confirmó que los -69,6 °C registrados el 22 de diciembre de 1991 en una estación meteorológica automática de Groenlandia es la temperatura más baja jamás observada en el hemisferio norte. Este valor supera los -67,8 °C registrados en los emplazamientos rusos de Verkhoyansk (febrero de 1892) y Oimekon (enero de 1933). Pero el récord mundial de temperatura más baja pertenece al hemisferio sur y se remonta al 21 de julio de 1983, cuando se llegó a -89,2 °C en la estación meteorológica Vostok, en la Antártida.

La estación meteorológica de Verkhoyansk, que anteriormente ostentaba el récord de temperatura más baja del hemisferio norte, copó todos los titulares el 20 de junio de este año cuando registró una temperatura máxima de 38 °C, coincidiendo con una prolongada ola de calor en Siberia. Actualmente la OMM está verificando si se trata de un nuevo récord de temperatura más alta al norte del círculo polar ártico. En esa investigación en curso, que sigue la misma línea que esta evaluación de la temperatura más baja jamás registrada, también se examinarán posibles episodios pasados de temperaturas elevadas al norte del círculo polar ártico.

En el Archivo de la OMM de Fenómenos Meteorológicos y Climáticos Extremos, creado en el año 2007, se recogen valores sin precedentes a escala mundial, como las temperaturas más alta y más baja, los acumulados de precipitación más importantes, el granizo más pesado, el período de sequía más prolongado, la ráfaga de viento más intensa, el relámpago de mayor duración o la mortalidad más elevada causada por un fenómeno meteorológico.

El trabajo de los científicos

El récord salió a la luz después de que la OMM lograra localizar a los científicos que obtuvieron los datos originales. El comité estaba sorprendido por la meticulosa labor de calibración realizada por los investigadores y por la escrupulosa consignación de los metadatos relativos a una observación realizada hace tanto tiempo. Esa diligencia pone de manifiesto la gran atención otorgada a los detalles y a la calidad de las observaciones.

"Esta investigación pone de relieve la capacidad de los climatólogos actuales, no sólo para determinar las características de los registros climáticos modernos, sino también para ejercer en calidad de ‘detectives del clima’ y descubrir importantes registros climáticos del pasado, estableciendo así un registro de calidad sobre las regiones del mundo sensibles al clima", dijo el profesor Randall Cerveny, ponente de la OMM sobre fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.