¿La solución a la falta de nafta? "Gasura", el auto que inventó un ingeniero cordobés y funciona con basura

En momentos pre eleccionarios tensos en la Argentina, donde el desabastecimiento intermitente de combustible genera preocupación entre la sociedad, una noticia trae la esperanza de qué quizás, en mucho menos tiempo de lo que pensamos, la movilidad sufra una transformación sustentable al reemplazar el combustible basado en petróleo por la basura que nosotros mismos generamos.

Detrás de esta singular historia se esconde un argentino que busca hacer historia. Edmundo Ramos, ingeniero cordobés de 68 años, regresó a la Argentina en 2008 luego de cuatro años viviendo en Estados Unidos.

Lejos de quedarse quieto en su nueva etapa en el país, quiso aprovechar su experiencia “para hacer algo útil para la humanidad y sin fines de lucro”, como declaró en una entrevista reciente para Infobae.

“En 2008 dejé de trabajar como ingeniero, pero no dejé de ser un inventor. Siempre reflexioné sobre la movilidad anclada a los combustibles derivados del petróleo, como si este recurso fuera infinito. Entonces surgió la necesidad de anticiparse a esa falta inminente y (al mismo tiempo), contribuir a mitigar el cambio climático”, dice el inventor a TN.

Luego de perseguir el sueño durante 12 años, hoy Ramos circula por Anisacate, su pueblo cordobés al sur de Alta Gracia, con su Ford Falcon Ranchera modelo 1983. Pero no es cualquier Ranchera de los ochenta… en sus laterales lleva pintada la frase “para gloria de Dios”. Sobre la caja de carga tiene un tanque cilíndrico con una tobera debajo, un caño corrugado, el tubo de un matafuego y una conexión con el carburador, describe Infobae.

Gasura, como define a su invento que no utiliza nafta ni gasoil sino residuos, va camino a ser patentado, con la esperanza de contribuir en una transformación mundial en el ámbito de la movilidad sustentable y respetuosa con el medio ambiente.

Un milagro inexplicable derivó en el éxito de “gasura”

Desde el 2008 hasta el 2018, sin tener antecedentes en qué basarse, Ramos inventó fórmulas y tablas. Fue en enero de 2018 cuando logró finalmente armar su primer gasificador, el corazón del invento. Llenó el tanque del gasificador con el carbón de bellotas, y a través de un agujero en la tobera, encendió el fuego. Allí bautizó al nuevo combustible como “gasura”, un gas hecho a partir de basura.

Al mes siguiente, llegó el gran momento. Compró una Ford Ranchera modelo ‘83 con motor 221 de 3,6 litros. Probó ponerla en marcha con gasura y llegó la gran decepción: la camioneta no arrancó.

Ramos relata a Infobae que luego de varios meses de intento, se rindió al pensar que era una pérdida de tiempo lo que estaba haciendo. Un día, tuvo una experiencia mística: “escuché una voz, que pensé era la mía, que decía ‘cada fracaso es un paso más cerca del éxito’. Pero eso lo dicen todos los inventores. Después oí otra: ‘esto es algo útil para la humanidad’. Cuando escuché la tercera me di cuenta que no era yo: ‘Esto va a andar’”.

Una fuerza que él define como indefinible lo llevó a hacer un intento más. Y funcionó. Puso la llave, la giró, y el motor arrancó con el combustible hecho de basura. “Por eso, en agradecimiento, a los dos lados de mi Ranchera le pinté la frase ‘para gloria de Dios’, comenta Ramos.

La hazaña de recorrer 5 mil kilómetros en el auto que funciona a basura

“La basura tiene un valor energético y yo comprobé que puede reemplazar al petróleo. Se puede andar solo con residuos y agua sin gastar un centavo.

Este sistema no usa combustible fósil, limpia de basura el planeta, los gases de combustión son cero contaminantes y además aporta un 20% de oxígeno al ambiente mientras va funcionando”, explica el ingeniero a TN.

El auto, que recuerda al de Volver al Futuro, necesita 15 kilos de residuos para hacer 100 kilómetros. En el caso de los vehículos nuevos, con motores más pequeños, cinco kilos de basura son suficientes para completar el mismo tramo.

El “Gasura” es monóxido de carbono con hidrogeno y oxígeno que se disocia por termólisis a 1700 °C con el agregado de unas gotas de agua. Cada vez hay más basura o residuos industriales y por lo general son gratis, indica Ramos. El sistema es seguro: “si algo llega a ocurrir, no explota, sino que implota. Me pasó que una vez usé una manguera de plástico que se recalentó y se succionó, se aplastó, porque no hay presión, hay aspiración”, explica el ingeniero.

Para poner a prueba la distancia que podría recorrer el vehículo, el ingeniero decidió ir de La Quiaca a Cabo Vírgenes. Y así fue como, junto con su pareja Fabiola, hicieron 5000 kilómetros utilizando solo residuos orgánicos para que su Ford Ranchera intervenida pueda funcionar.

El manual para fabricar uno mismo el auto a basura

Aunque Edmundo decidió compartir los planos del gasificador en su página web y redes redes sociales, para fabricarlo hay que tener conocimientos mínimos de ingeniería, química y mecánica. Cuenta a Infobae que está en el proceso de patentar su invento, dice que le llegaron fotos y videos de personas que lo han copiado en diferentes partes del mundo.

“Hay gente que copió mi sistema y lo utiliza para distintas cosas: en Suecia lo usaron para vehículos, en Estados Unidos para hacer generadores eléctricos, en África, en Paraguay, en Bolivia y hasta en Birmania. Un birmano montó una fábrica de estos gasificadores y le da trabajo y energía a todo su pueblo. Poco a poco, esto toma impulso”, indicó a TN.

Pero Edmundo Ramos no para, y hoy su cabeza ya está ocupada en otro desafío: “para mí, la etapa basura está terminada. Lo que estoy investigando ahora es cómo convertir los residuos plásticos en gas, para limpiar el planeta. Estoy con eso, pero me está costando más de lo que pensaba.”