La Tierra pudo haber capturado un cohete propulsor de 1966

Nuestro planeta tendrá un satélite artificial hasta marzo, un objeto diminuto que probablemente sea el cohete propulsor que participó en la desafortunada misión Surveyor 2 que se estrelló contra la Luna.

Surveyor 2 Centaur
Fotografía de 1964 muestra la etapa superior Centaur antes de ser acoplada a un propulsor Atlas. Se utilizó uno similar durante el lanzamiento de Surveyor 2 en 1966.

La Tierra ha capturado un objeto diminuto y lo mantendrá como un satélite temporal durante unos meses antes de que vuelva a escapar de nuevo a una órbita solar. Es probable que el objeto no sea un asteroide, sino el cohete propulsor de la etapa superior Centaur que ayudó a llevar la desafortunada nave espacial Surveyor 2 de la NASA hacia la Luna en 1966.

La historia comienza cuando el telescopio de reconocimiento Pan-STARRS1 descubrió el objeto en septiembre. Los astrónomos notaron que seguía una trayectoria leve pero claramente curvada en el cielo, lo que es una señal de su proximidad a la Tierra. En un principio, se estimó que se trataba de un asteroide que orbita alrededor del Sol, así que recibió una designación estándar por el Minor Planet Center en Cambridge, Massachusetts (EE.UU.): 2020 SO. Pero los científicos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA en el sur de California vieron la órbita del objeto y sospecharon que no era un asteroide normal.

La mayoría de las órbitas de los asteroides son más alargadas e inclinadas en relación con la de la Tierra. Pero la órbita de 2020 SO alrededor del Sol era muy similar a la de nuestro planeta: estaba aproximadamente a la misma distancia, casi circular, y en un plano orbital que coincidía casi exactamente con la nuestra, algo muy inusual para un asteroide natural.

Además, los datos también revelaron el grado en que la radiación del Sol estaba cambiando la trayectoria de 2020 SO, una indicación de que probablemente no sea un asteroide.

Con el análisis de más de 170 mediciones detalladas de la posición de 2020 SO durante los últimos tres meses, el impacto de la presión de la radiación solar se hizo evidente y confirmó la naturaleza de baja densidad de 2020 SO. El siguiente paso fue averiguar de dónde podría haber venido el supuesto cohete propulsor.

La fallida misión lunar de 1966

El módulo de aterrizaje lunar Surveyor 2 fue lanzado hacia la Luna el 20 de septiembre de 1966 en un cohete Atlas-Centaur. La misión fue diseñada para reconocer la superficie lunar antes de las misiones Apolo que llevaron al primer aterrizaje lunar tripulado en 1969.

Poco después del despegue, el Surveyor 2 se separó de la etapa superior Centaur como estaba previsto. Pero el control de la nave espacial se perdió un día después cuando uno de sus propulsores no se encendió, lo que hizo que girara. La nave espacial se estrelló contra la Luna, justo al sureste del cráter Copérnico, el 23 de septiembre de 1966. Mientras tanto, la etapa superior Centaur, gastada, pasó por delante de la Luna y desapareció en una órbita desconocida alrededor del Sol.

El reencuentro en 2020

Sospechando que 2020 SO era un remanente de una antigua misión lunar, el director de CNEOS, Paul Chodas, observó la órbita del objeto en el pasado y vio que a finales de 1966 habría estado lo suficientemente cerca como para haberse originado en la Tierra. “Fue como un momento eureka cuando una revisión rápida de las fechas de lanzamiento de las misiones lunares mostró una coincidencia con la misión Surveyor 2”, aseguró.

Ahora, en 2020, el Centaur parece haber regresado a la Tierra para una breve visita. Antes de partir en marzo de 2021, 2020 SO hará dos grandes vueltas alrededor de nuestro planeta, con su aproximación más cercana el 1 de diciembre. Durante este período, los astrónomos observarán más de cerca y estudiarán su composición utilizando espectroscopía para confirmar si 2020 SO es realmente un artefacto de la era espacial temprana.

Destacamos