Vacas pintadas como cebras, lagartos amantes de la pizza y uñas longevas: los locos ganadores de los Ig Nobel 2025
Descubre los premios que celebran la ciencia más absurda y brillante de 2025, desde vacas pintadas con rayas hasta bebés fans del ajo. Ríe y aprende con estos hallazgos inesperados.

Cada septiembre, el mundo de la ciencia se pone un poco más loco con los Ig Nobel, esos premios que parodian a los Nobel tradicionales al galardonar investigaciones que primero te sacan una carcajada y luego te dejan pensando en lo maravilloso de la curiosidad humana.
En su edición 2025, celebrada el 18 de septiembre en la Universidad de Boston, un millar de asistentes —incluyendo nobeles de verdad— aplaudieron a ganadores de todo el planeta por estudios que suenan a chiste, pero que revelan verdades fascinantes sobre la naturaleza, el cuerpo y hasta la pasta italiana.
Este año, el premio no fue un cheque millonario, sino una réplica de estómago humano con caritas sonrientes y un paquete de toallitas húmedas —un guiño a la inflación zimbabuense que inspiró la tradición—. Organizados por la revista Annals of Improbable Research, estos galardones recuerdan que la ciencia no siempre necesita ser seria para ser útil. ¿Listo para conocer a los héroes de lo improbable?
Rayas cebriles: Vacas más felices y libres de moscas
En el mundo rural, las moscas pueden ser un dolor de cabeza —o de cola— para las vacas. Un equipo japonés liderado por Tomoki Kojima, del Instituto Nacional de Investigación Agrícola y Alimentaria, se propuso resolverlo de la forma más creativa: pintando a las vacas con rayas blancas como cebras, y por ello ganó el Ig Nobel 2025 en Biología.

Usando pintura a base de agua y cinta adhesiva para delinear, aplicaron patrones en vacas negras y observaron que las picaduras de moscas hematófagas se reducían hasta en un 50 % en comparación con vacas sin rayas o pintadas solo de negro. Las pobres animales, que antes agitaban la cabeza y la cola como en una danza frenética, ahora pastaban con calma, mejorando su bienestar y reduciendo el estrés.
Este hallazgo no es solo un truco visual; aprovecha la ilusión óptica que confunde a los insectos voladores, que perciben las rayas como un movimiento rápido o una barrera infranqueable. En la ceremonia, Kojima subió al escenario con rayas en la ropa mientras sus colegas lo "atacaban" con moscas de cartón, confesando que escalar esto a granjas enteras sería un reto logístico.
Las "vacas cebras" serían una solución ecológica y barata que podría revolucionar la ganadería sin químicos tóxicos.
Uñas que cuentan años: el legado de un médico obsesivo
William B. Bean, un médico estadounidense fallecido en 1989, recibió un Ig Nobel póstumo en Literatura, por dedicar 35 años a medir el crecimiento de su uña del pulgar izquierdo —sí, leíste bien—.
Desde los 32 hasta los 67 años, registró diariamente con meticuloso rigor cómo esa uña crecía de 0,123 milímetros por día a solo 0,095. Publicó seis papers sobre ello, incluyendo uno en JAMA Internal Medicine, y notó que factores como la temperatura (más calor, más crecimiento) y la circulación sanguínea aceleraban el proceso, mientras que inmovilizaciones lo frenaban.

Esta "obsesión" solitaria ilustra la belleza de la autoexperimentación en medicina: al observar procesos cotidianos del cuerpo, Bean aportó datos valiosos sobre el envejecimiento humano. No hay tendencias drásticas, pero sí una lección sutil: nuestras uñas, como nosotras, se ralentizan con los años, reflejando cambios hormonales y metabólicos.
Es un recordatorio de que la ciencia empieza con curiosidad personal, y Bean lo llevó a extremos hilarantes, midiendo milímetros de vida en una simple uña.
Bebés y ajo: preferencias olfativas que sorprenden
¿Sabías que los bebés prefieren el olor de la leche materna con un toque de ajo? Este año, el IG Nobel de pediatría fue a Julie Mennella y Gary Beauchamp, pediatras estadounidenses en la categoría de Nutrición, demostraron que los infantes succionan más tiempo y frecuencia cuando mamá ha comido ajo, posiblemente porque el compuesto sulfurado pasa a la leche y la hace más "interesante" para su olfato en desarrollo.

Esto podría ayudar a madres amamantando a variar su dieta sin rechazos, y hasta explica por qué celebridades como Victoria Beckham evitan el ajo en público —¡por si acaso!
La ciencia detrás es la impresión olfativa: los recién nacidos, con su sentido del olfato hiperdesarrollado, asocian olores familiares con nutrición, preparando el terreno para gustos futuros. Es un hallazgo tierno que resalta cómo la evolución nos hace adaptables desde el biberón.
Murciélagos ebrios y murciélagos sobrios: lecciones de aviación
El Premio Ig Nobel de Aviación fue para Francisco Sánchez, Mariana Melcón, Carmi Korine, y Berry Pinshow, un equipo de científicos de Alemania, Argentina, Colombia, Estados Unidos, Israel, Italia, Portugal y el Reino Unido, que descubrió que murciélagos frugívoros egipcios (Rousettus aegyptiacus) vuelan más lento y con ecolocalización defectuosa tras comer frutas fermentadas con etanol.

Es como un "no vueles borracho": el alcohol afecta su navegación sonar, similar a cómo nubla nuestra coordinación.
Un estudio algo gracioso, pero útil para entender adicciones en mamíferos y riesgos en ecosistemas con frutas pudriéndose.Esto conecta con neurociencia: el etanol interfiere en el procesamiento sensorial, recordándonos que la naturaleza no discrimina en sus "fiestas".
Otros premios locos... ¡pero no tan locos!
Anualmente, los premios Ig Nobel se otorgan en diez categorías, y cada galardón es generalmente entregado a científicos, médicos, inventores, innovadores, entre muchos otros.

A continuación, completamos la lista de todos los ganadores de los Ig Nobel 2025
Premio Ig Nobel de Psicología (Australia, Canadá, Polonia)
Marcin Zajenkowski y Gilles Gignac, por investigar qué sucede cuando se les dice que es inteligente a un narcisista o a cualquier otra persona.

Premio Ig Nobel de Nutrición (Italia, Francia, Nigeria, Togo)
Daniele Dendi, Gabriel H. Segniagbeto, Roger Meek y Luca Luiselli, por estudiar hasta qué punto un determinado tipo de lagarto elige comer ciertos tipos de pizza.
Premio Ig Nobel de Nutrición (Italia, Francia, Nigeria, Togo)
Daniele Dendi, Gabriel H. Segniagbeto, Roger Meek y Luca Luiselli, por estudiar hasta qué punto un determinado tipo de lagarto elige comer ciertos tipos de pizza.
Scientists and guests gathered at Boston University for the 35th annual Ig Nobel Prize ceremony, which honors bizarre scientific discoveries pic.twitter.com/UBWjPAvf1b
— Reuters (@Reuters) September 19, 2025
Premio Ig Nobel de Química (Estados Unidos, Israel)
Rotem Naftalovich, Daniel Naftalovich y Frank Greenway, por sus experimentos para comprobar si comer teflón [un tipo de plástico cuyo nombre científico es «politetrafluoroetileno»] es una buena forma de aumentar el volumen de los alimentos y, por lo tanto, la saciedad sin aumentar el contenido calórico.
Premio Ig Nobel de Paz (Alemania, Holanda, Reino Unido)
Fritz Renner, Inge Kersbergen, Matt Field y Jessica Werthmann, por demostrar que beber alcohol a veces mejora la capacidad de una persona para hablar en un idioma extranjero.

Premio Ig Nobel de Diseño de Ingeniería (India)
Vikash Kumar y Sarthak Mittal, por analizar, desde una perspectiva de diseño de ingeniería, cómo los zapatos malolientes afectan la buena experiencia de usar un zapatero.
Premio Ig Nobel de Física (Alemania, Austria, España, Italia)
Giacomo Bartolucci, Daniel Maria Busiello, Matteo Ciarchi, Alberto Corticelli, Ivan Di Terlizzi, Fabrizio Olmeda, Davide Revignas y Vincenzo Maria Schimmenti, por sus descubrimientos sobre la física de la salsa para pasta, especialmente la transición de fase que puede provocar la formación de grumos, lo que puede resultar desagradable.
The Ig Nobel Prize honours the research which first makes people laugh and then makes them think.
— The Nobel Prize (@NobelPrize) September 18, 2025
Did you know chemistry laureate Andre Geim is the only Nobel Prize laureate to receive both an Ig Nobel prize and a Nobel Prize? Geim received the Ig Nobel for making a frog float. pic.twitter.com/coVQ3Z1pFz
Los Ig Nobel 2025 no son solo risas; resaltan cómo lo absurdo ilumina lo esencial. Al premiar lo improbable, inspiran a científicos —y a todos— a cuestionar lo obvio con ojos frescos.
En un mundo serio, estos galardones recuerdan que la curiosidad, incluso pintando vacas o midiendo uñas, avanza el conocimiento. ¿Tu próximo experimento? Quizás una raya en el brazo para espantar mosquitos. La ciencia, al fin y al cabo, es para disfrutarla.