Al parecer, la Vía Láctea no es un disco completamente plano y la materia oscura podría ser el motivo

Es difícil determinar la forma de nuestra galaxia. Tan difícil que hasta el siglo pasado no supimos que la Vía Láctea es sólo una galaxia entre miles de millones.

galaxias; Vía Láctea; ilustración
Se creía que la Vía Láctea era un disco casi plano, pero puede que no sea así.

No es de extrañar que, a pesar de todo el desarrollo tecnológico, los telescopios y las naves espaciales, los científicos sigan cartografiando la forma de nuestra galaxia.

Hace poco se descubrió que la Vía Láctea está deformada y una de las explicaciones es que nuestra galaxia ha sufrido varias colisiones. Sin embargo, un nuevo estudio sostiene que esta deformación está causada por la materia oscura.

La primera prueba de que la Vía Láctea no es un disco exactamente plano la aportó la nave espacial Gaia, que cartografió las posiciones y movimientos de más de mil millones de estrellas, dándonos una idea de la estructura exterior de nuestra galaxia.

La forma de la Vía Láctea

Por un lado, la Vía Láctea parece extenderse más de lo que pensábamos, y el borde parece tener una estructura ondulada. Otros análisis muestran también una deformación en el borde exterior del disco galáctico.

El consenso general es que estas deformaciones están causadas por colisiones galácticas antiguas, como la colisión con la galaxia enana Sagitario hace unos 6.000 millones de años. El nuevo estudio sostiene, por el contrario, que las galaxias deformadas como la nuestra están causadas por un halo inclinado de materia oscura.

Sabemos que la mayoría de las galaxias, incluida la nuestra, están rodeadas por un enorme halo de materia oscura. La mayor parte de la masa de una galaxia está contenida en este halo, por lo que los halos pueden afectar a la estructura de las galaxias a lo largo del tiempo. Si el halo está inclinado con respecto al plano de una galaxia, los efectos gravitatorios del halo pueden distorsionar el disco galáctico. La cuestión es si esto es significativo o lo suficientemente común como para causar la estructura que podemos observar en la Vía Láctea.

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Los autores comienzan por analizar los datos de la serie TNG50 de simulaciones IllustrisTNG. Se trata de simulaciones por computadora de la evolución galáctica que incluyen la evolución cosmológica y la materia oscura, así como interacciones magneto-hidrodinámicas detalladas.

A partir de estos datos, los autores muestran que la región interior del halo de materia oscura puede estar significativamente inclinada con respecto al plano galáctico y que esto puede deberse tanto a colisiones galácticas como a casi colisiones entre galaxias.

La orientación de los halos puede persistir durante miles de millones de años, tiempo suficiente para inducir una deformación galáctica, afirman los autores del estudio.

El equipo analizó una galaxia arquetípica dentro de la simulación TNG50, con un tamaño y una edad similares a los de la Vía Láctea, incluido un halo de materia oscura. Basándose en 6.000 millones de años de evolución simulada, el resultado final mostró notables similitudes entre la Vía Láctea observada y la galaxia modelo.

Los astrónomos han observado otras galaxias con un plano deformado, y hay indicios de que la mitad de las galaxias espirales del universo están deformadas. Esto sugiere la influencia de interacciones gravitatorias comunes a largo plazo entre una galaxia y su halo deformado.

Serán necesarias más observaciones y simulaciones para comprender los detalles de la evolución de muchas galaxias como la Vía Láctea.

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