La ciencia encontró un atajo y desafía a la sequía: el MIT logró obtener agua potable del aire 45 veces más rápido

En un planeta donde la sequía deja de ser excepción y pasa a ocupar un lugar fijo en el escenario climático, el agua dulce se vuelve un recurso cada vez más disputado. Pero esta nueva tecnología llegó para cambiarlo todo

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El MIT desarrolló un dispositivo que vibra para obtener más rápido el agua del aire

No alcanza con que los embalses se recuperen de manera puntual ni con una seguidilla de lluvias generosas. En muchas regiones -áridas, semiáridas o directamente desérticas- el problema corre por otro carril. En ese contexto, la ciencia empieza a mirar con más atención hacia arriba: al aire.

El acceso a agua potable limpia es, sin dudas, uno de los mayores retos de la ingeniería y la salud pública del siglo XXI. A nivel global, una de cada tres personas carece de saneamiento básico. Esta cruda realidad es la causa de miles de muertes diarias por enfermedades relacionadas con la diarrea, especialmente entre los niños.

Puede sonar paradójico, pero incluso en los ambientes más secos existe vapor de agua. El desafío no consiste en demostrar que está ahí, sino en encontrar la forma de recuperarlo rápido, con poco consumo energético y sin depender de condiciones climáticas ideales.

Justamente en ese punto aparece una de las propuestas más novedosas desarrolladas por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT): un dispositivo capaz de extraer agua del aire en cuestión de minutos mediante vibraciones ultrasónicas.

El cuello de botella de la captación atmosférica

La captación de agua atmosférica no resulta una idea nueva. Desde hace años se diseñan materiales “sorbentes”, una especie de esponjas avanzadas que atraen y retienen vapor de agua. El problema llega después. Para liberar esa humedad y convertirla en agua líquida, los sistemas tradicionales recurren al calor, generalmente al del sol. El proceso demanda horas, a veces días, y depende de que el clima acompañe.

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Ahí aparece el gran cuello de botella: los materiales que mejor capturan agua suelen aferrarse a ella con fuerza. Soltarla cuesta tiempo y energía. En momentos donde cada gota cuenta, esa demora juega en contra.

El equipo del MIT decidió atacar el problema desde otro ángulo. En lugar de esperar a que el calor haga su trabajo, desarrolló un actuador ultrasónico capaz de romper los vínculos débiles entre las moléculas de agua y el material que las absorbe. El corazón del sistema es un anillo cerámico plano que vibra cuando recibe voltaje. Esa vibración, a frecuencias superiores a los 20 kilohertz, genera una especie de sacudida microscópica.

El efecto resulta tan preciso como eficaz: las moléculas “se desprenden”, se agrupan en gotas y caen por pequeñas boquillas hacia un colector. Según las pruebas de laboratorio, el agua se recupera en minutos, con una eficiencia hasta 45 veces mayor que la de los métodos basados en calor.

Poca energía y mucha versatilidad

A diferencia de los sistemas pasivos, este dispositivo necesita energía. Pero en cantidades mínimas. El prototipo fue pensado para funcionar con una pequeña célula solar, suficiente para activar las vibraciones y, además, detectar cuándo el material absorbente alcanza su punto de saturación. El sistema se enciende solo cuando hace falta y se apaga una vez cumplida la tarea.

Otro punto clave es su compatibilidad. El actuador ultrasónico no depende de un material específico: puede trabajar con la mayoría de los sorbentes ya utilizados en la captación de agua atmosférica. Eso permite imaginar diseños flexibles, adaptables a distintos entornos y necesidades.

Mientras la sequía se instala y obliga a repensar de dónde saldrá el agua del futuro, el MIT propone una respuesta tan sutil como contundente: escuchar al aire, hacerlo vibrar y dejar que el agua, literalmente, caiga por su propio peso.

Aunque todavía se trata de un prototipo experimental, los investigadores del MIT ya visualizan posibles aplicaciones concretas. Una de ellas apunta a sistemas integrados en ventanas o paredes exteriores, con paneles absorbentes que capturan humedad durante el día y dispositivos ultrasónicos que la recuperan varias veces en una misma jornada, incluso durante la noche.

Si estas tecnologías logran llevar agua potable limpia a una fracción de quienes hoy no la tienen, será un logro que merece festejarse.

Referencia de la noticia

Shuvo, I.I., Díaz-Marín, C.D., Christen, M. et al. High-efficiency atmospheric water harvesting enabled by ultrasonic extraction. Nat Commun