La mitad del árbol de la vida: el colapso de insectos en las reservas naturales alarma a los científicos
Incluso en áreas protegidas libres de pesticidas, las poblaciones de insectos están disminuyendo. Este fenómeno revela una crisis silenciosa que afecta a ecosistemas enteros y amenaza las cadenas alimentarias globales.

El ecólogo Daniel Janzen comenzó su profundo estudio de los insectos tras un accidente que le cambió la vida hace casi 50 años. Durante una expedición en un bosque costarricense, cayó de espaldas en un barranco, fracturándose tres costillas. Sin acceso inmediato a hospitales, Janzen se ató el torso con una sábana a una mecedora en el porche de su cabaña de investigación y pasó semanas prácticamente inmóvil.
Durante este período de quietud forzada, presenció la vida efervescente que vibraba a su alrededor. Las ramas se convirtieron en ciudades de pequeños cazadores, voladores, reptantes y consumidores. El bosque protegido, rico en diversidad, parecía latir con energía.
Pero el verdadero espectáculo ocurrió de noche. Una simple bombilla de 25 vatios iluminaba una sábana colgada en el porche, atrayendo a miles de polillas y otros insectos. La visión de la cortina, "cubierta como papel tapiz viviente", motivó a Janzen a especializarse en el estudio de las poblaciones de orugas y polillas de la región.
Un silencio creciente
A lo largo de los años, Janzen ha repetido la trampa de luz en las mismas condiciones: mismo lugar, misma estación, misma luna. Pero los resultados se han convertido en una historia de desaparición. Donde antes había miles de insectos, hoy apenas hay actividad. "Es la misma situación, solo que sin las polillas", lamenta.

Lo que antes era un ecosistema vibrante ahora parece un páramo yermo. Las hojas permanecen intactas, sin marcas de picaduras, y el zumbido de las abejas silvestres ha desaparecido. Janzen y su pareja, Winnie Hallwachs, describen el bosque como un museo: «hermoso pero muerto».
Este no es un caso aislado. La disminución de las poblaciones de insectos, documentada en lugares tan diversos como Alemania, Estados Unidos y Puerto Rico, ha alarmado a la comunidad científica. En las reservas naturales alemanas, por ejemplo, el 75 % de los insectos voladores han desaparecido en menos de 30 años.
La “nueva era” del colapso ecológico
Los ecologistas denominan a esta fase una «nueva era» de colapso ecológico. A diferencia de las extinciones causadas por el uso de pesticidas, la deforestación o la agricultura intensiva, estas desapariciones ocurren ahora incluso en regiones supuestamente intactas.

Este colapso repercute en toda la cadena alimentaria. Las aves insectívoras, los murciélagos y los reptiles que dependen de los insectos también están en declive.
En un estudio realizado en Panamá , el 88 % de las especies de aves perdieron más de la mitad de su población. Y en Puerto Rico, los científicos observaron una "cascada trófica" de ranas, lagartijas y aves que desaparecieron junto con los insectos.
Fuera de sincronía con la naturaleza
La principal causa emergente, según los científicos, es el cambio climático. El ecosistema de la selva tropical funciona como un reloj suizo, con ciclos de calor, humedad, lluvia y reproducción perfectamente sincronizados. Pero el cambio climático está desequilibrando todos los engranajes de este delicado sistema.

Las temporadas secas se están alargando, como señala Janzen: "Cuando llegué aquí en 1963, eran cuatro meses. Hoy son seis". Los insectos que esperan la lluvia bajo tierra simplemente no soportan la prolongada sequía. La humedad, vital para su supervivencia, está desapareciendo.
Los cuerpos de los insectos, repletos de orificios respiratorios, también los hacen extremadamente vulnerables a la pérdida de agua. "Incluso una sequía de unos pocos días puede matar a millones", afirma Wagner. El agua, y no el calor, es el factor desencadenante mortal.
La urgencia de la documentación
Un estudio reciente de la revista BioScience reveló que la crisis climática es la principal amenaza para las especies en peligro de extinción en Estados Unidos, superando a la deforestación y la contaminación. Y el mayor problema: el cambio climático está afectando a todos los lugares a la vez, impidiendo la recuperación de las poblaciones locales.

Ante esto, Wagner ahora se considera un elegíaco para las criaturas que están desapareciendo. "Quiero dedicar mi última década a documentar estas criaturas antes de que desaparezcan por completo", dijo. Janzen continúa su trabajo, pero reconoce que lo que una vez fue un bosque vivo ahora es un espacio casi vacío. "Hoy, cuando una polilla se posa en la luz de la computadora portátil , celebro: '¡Winnie! ¡Una polilla!'"
Científicos veteranos, antaño apasionados por el estudio de los insectos, ahora evitan colocar trampas por miedo a ver el vacío. "Para algunos, es emocionalmente insoportable", dice Hallwachs. Y con cada noche de silencio, parece más evidente: la mitad invisible de la vida en la Tierra está desapareciendo.
Referencia de noticias
‘Half the tree of life’: ecologists’ horror as nature reserves are emptied of insects. 03 de junho, 2025. Tess McClure.