La siesta: ¿descanso beneficioso o pérdida de tiempo? ¿Cuánto tiene que durar para ser eficaz?

¿Qué debes hacer si te sientes un poco cansado? ¿Puede ser una siesta una forma eficaz de recargar las pilas? ¿Cuánto debe durar? Descúbrelo en este artículo.

Siesta
Para un rápido estímulo de energía, una siesta de 10-20 minutos puede ser todo lo que necesites.

¿Ha sentido alguna vez ese repentino estallido de cansancio a media tarde, ese momento en que los niveles de energía bajan y la concentración parece evaporarse? Pues no eres el único. Para muchas personas, la siesta es una forma eficaz de combatir este bajón, pero es objeto tanto de elogios como de controversia.

Entonces, ¿es la siesta realmente una poción mágica para la mente y el cuerpo, o es simplemente un lujo o incluso un vicio? Adentrémonos en el mundo de la siesta y desmitifiquemos sus múltiples facetas.

La siesta: ¡un ritual muy antiguo!

La siesta no es sólo cosa de niños. De hecho, esta antigua práctica ha sido adoptada por algunas de las personas más influyentes de la historia. Winston Churchill, Thomas Edison y Albert Einstein eran devotos de la siesta. Comprendieron que este breve descanso podía mejorar su creatividad, concentración y toma de decisiones.

¿Para qué sirve la siesta?

Una siesta es un breve episodio de sueño, generalmente durante el día, que permite al individuo descansar y recuperarse. El objetivo principal de la siesta es compensar un déficit de sueño, mejorar el rendimiento cognitivo y reducir el estrés y la fatiga.

¿Por qué necesitamos una siesta?

El reloj biológico humano favorece de forma natural dos periodos de somnolencia: durante la noche y a primera hora de la tarde. Esto explica por qué tantas culturas practican la siesta habitual. Además, la privación acumulada de sueño también puede desencadenar esta necesidad.

¿Qué es una "buena" siesta?

Una "buena" siesta depende de lo que quieras conseguir. Para un rápido subidón de energía, una siesta de 10-20 minutos puede ser suficiente. Una siesta de 60 minutos mejora la memoria, mientras que una siesta de 90 minutos implica un ciclo completo de sueño, lo que mejora la creatividad.

Dormir la siesta puede reducir tus niveles de estrés y mejorar tu rendimiento intelectual.

La necesidad de dormir la siesta varía en función de diversos factores, como la edad, el nivel de actividad física e incluso la genética. Los ancianos y los niños suelen necesitar dormir más durante el día, mientras que algunas personas son naturalmente más propensas a sentirse somnolientas por la tarde.

Siesta
Las siestas no deben hacerse demasiado tarde.

El entorno ideal para una siesta es tranquilo, oscuro y fresco. La duración depende de tus necesidades, pero que la siesta sea corta puede ayudarte a evitar la inercia del sueño, un periodo de confusión que puede aparecer tras un sueño prolongado.

Aunque depende de las preferencias individuales, dormir en completa oscuridad puede ayudar a maximizar los beneficios del sueño.

Entre ventajas e inconvenientes

Entre sus beneficios están la mejora de la memoria, la concentración y la reducción del estrés. Las desventajas pueden ser una sensación de confusión tras una siesta demasiado larga, o incluso trastornos del sueño si la siesta se hace demasiado tarde.


Lejos de ser una pérdida de tiempo, la siesta puede ser una poderosa herramienta para mejorar nuestro bienestar físico y mental. Como todo, requiere un enfoque equilibrado y una clara comprensión de las propias necesidades.

Así que la próxima vez que sientas ese impulso irresistible de echarte una siesta, no dudes en concederte un momento de respiro. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.