Las aguas de los océanos Pacífico y Atlántico, ¿efectivamente se mezclan, o no?

En el Cabo de Hornos se encuentran los océanos Pacífico y Atlántico. Allí aparecen diferencias de coloración entre ambos océanos. ¿Eso alcanza para decir que las aguas no se mezclan?. ¿O el proceso es más complejo?

Cabo de hornos UNO
La diferencia de coloración que se observa frencuentemente en la convergencia de los océanos Pacífico y Atlántico no necesariamente es un indicador de que las aguas no se mezclan. Pasa mucho más por debajo, que sobre la superficie.

Es muy común encontrar líneas divisorias con diferentes colores en las aguas de ríos o glaciares que alimentan al mar. Algo de esto suele ser común en la confluencia de las aguas del río de la Plata con el Mar Argentino. Lo cierto es que vídeos en YouTube y TikTok han estado sumando likes al mostrar una extraña línea en el océano, con agua oscura a un lado y agua clara al otro.

Tal como indica Live Science en una de sus notas, estos populares vídeos también afirman que estas líneas muestran un límite entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico, y luego lo utilizan como "prueba concluyente" para afirmar que los dos océanos no se mezclan. Pero la pregunta subyacente es, ¿realmente los dos océanos no se mezclan?

Los océanos nunca dejarán de mezclarse o intercambiar agua por completo. Mientras haya vientos y mareas, seguirá habiendo mezcla. Ahora, lo cierto es que con el cambio climático y el calentamiento de las aguas ese proceso parece hacerse más lento.

Y la respuesta a la pregunta es: si. Efectivamente las aguas de los océanos se mezclan más allá de la diferencia en la coloración. Lo cierto es que cuando hay diferencia en las densidades de las aguas, ese proceso de mezcla es más dificultoso. Nadín Ramírez, oceanógrafo de la Universidad de Concepción (Chile, señala que “el océano Pacífico y el Atlántico se mezclan a distintas velocidades en distintos lugares, y es posible que el cambio climático esté modificando esas velocidades".

Como una taza de café con crema

Ramírez se sirve de ejemplos caseros para dar más detalles a Live Science. “Imagínese ver cómo una espiral de crema se disuelve en el café. Los líquidos se mezclan, pero lentamente. Eso es aproximadamente lo que ocurre en las imágenes que muestran una línea entre diferentes aguas oceánicas. A un lado, el agua puede ser más salada, más limpia o más fría”. Esto indica que hay diferencias en las densidades a cada lado.

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Para acelerar las cosas, el oceanógrafo propone imaginar que se remueve ese café enérgicamente. La crema se disuelve mucho más rápido. Eso es lo que ocurre en el océano con fuertes vientos y grandes olas. Lo cierto es que el Pacífico y el Atlántico se mezclan más rápido en unos lugares que en otros. Los dos océanos confluyen al sur de Sudamérica, el continente se transforma en una constelación de pequeñas islas.

Entre esas islas, el agua es relativamente lenta, y el Estrecho de Magallanes es una ruta popular para atravesarlo. En el Canal de Beagle, el agua procedente del deshielo de los glaciares crea líneas entre el agua dulce y el agua salada que se parecen un poco a las líneas de los vídeos que se van haciendo populares en las redes sociales.

No todo es lo que se ve en la superficie

En la desembocadura del Estrecho de Magallanes en el Atlántico hay una línea menos visible a simple vista, pero que los oceanógrafos pueden detectar con sus mediciones. Ramírez explicó que se puede ver una lengua de agua azul en el Atlántico. Esa masa de agua, que fluye desde el Pacífico, es diferente porque en el Pacífico llueve más, por lo que es menos salada. Esa separación es solo temporal porque luego los profundos sistemas de baja presión y los fuertes vientos típicos de la zona jugarán su papel para mezclarlos. O sea que ese proceso de mezcla en cierta forma está relacionado con las condiciones meteorológicas.

Cabo de Hornos
El Cabo de Hornos, al sur de Argentina y Chile es una de las zonas más peligrosas y turbulentas del mundo para la navegación.

Más al sur, en el mar abierto entre Sudamérica y la Antártida, la frontera de aguas entre el Pacífico y el Atlántico se hace famosa por su mar picado. De hecho el paso de Drake es conocido por olas que pueden alcanzar los 18 metros de altura. Ese esquema de circulación mejora la mezcla de las aguas. También es cierto que las aguas se mezclan en las profundidades del océano ya que las mareas diarias arrastran el agua de un lado a otro por el accidentado fondo marino, lo que provoca mucha turbulencia.

Ramírez también explica que “el océano es como un pastel con diferentes capas conformadas por aguas de diferentes densidades. Estas capas, que tienen propiedades diferentes según la procedencia del agua, se denominan clinas. En la capa intermedia entre el fondo y la superficie, as aguas se mezclan más lentamente porque hay menos turbulencias.

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