Garrapatas, medusas o avispas: qué hacer y qué NO frente a su picadura

Al estar en contacto con la naturaleza corremos el riesgo de que algún insecto nos pique. Lo habitual es que las consecuencias sean leves: picazón, hinchazón, enrojecimiento… pero evitar que se complique dependerá de que sepamos qué hay que hacer y, sobre todo, lo que no.

Ojo hinchado picadura
Si la picadura es en una zona de riesgo, hay que acudir a los servicios médicos.

Estar en contacto con la naturaleza implica, entre otras cosas, compartir espacio con insectos. Y que eventualmente puedan picarnos. En su mayoría, estas picaduras serán por mosquitos, abejas, avispas, garrapatas o medusas. Nadie nos va a librar de la picadura, pero sí podemos saber qué hacer frente a ellas para que el mal sea menor.

Avispas y abejas

Parecidas, pero no iguales. Las abejas dejan el aguijón dentro de la piel junto a un saquito con veneno. Deberíamos intentar quitarlo cuanto antes impidiendo raspar la zona, y, como si eso no fuera lo suficientemente difícil, hay que intentar no apretar el saquito.

abeja
Frente a abejas y avispas, aplicar frío bajará la hinchazón.

Las avispas no dejan el aguijón, pero pueden picar más de una vez. Habrá que tener especial cuidado con la avispa asiática y, en caso de complicación, acudir a una guardia médica.

En ambos casos, deberemos lavar la zona con agua y jabón, y aplicar hielo (nunca directamente sino a través de un trapo). Si no hay hielo disponible, puedes usar un pañuelo mojado y frío durante unos minutos.

Las posibles complicaciones

Si la picadura ha sido en zonas críticas como la boca, párpado… es mejor recibir atención médica lo antes posible.

En caso de dificultad para respirar, presión en el pecho, inflamación en labios, desmayo, vómitos… podemos estar frente a una reacción alérgica. La atención médica debe ser urgente y, si ya es conocida, aplicar los tratamientos de rescate que tengamos disponibles.

Garrapatas

No es una picadura, sino que este insecto queda fijado en nuestra piel. Es frecuente en zonas boscosas con lo que la prevención cuando paseamos por el campo, como usar ropa larga, evitará males mayores. Tendremos que revisar que, a la vuelta, ni nosotros, ni los niños ni las mascotas han vuelto con alguna. Además de la incomodidad de la garrapata, es posible que transmita enfermedades como la Enfermedad de Lyme.

garrapata
Es necesario revisar si a la vuelta de un paseo por el campo tenemos alguna garrapata adherida.

En caso de encontrar una, lo más recomendable es acudir al centro médico. Podemos utilizar unas pinzas para sujetarla y tirar reforzados sin retorcerla ni moverla. Después, lavaremos y desinfectaremos la zona. Si no nos vemos con fuerzas para quitarla, en el centro de salud sabrán cómo hacerlo correctamente.

Medusas

En este caso es básico mantener el control y ser consciente de lo que no hay que hacer. El primer paso para mantener el control es no dar un paso. Salir corriendo del agua y echar agua dulce es un error típico. El agua dulce romperá por presión osmótica las células urticantes, y vierten el veneno sobre nuestra piel, haciendo aún más daño. Unos 15 minutos dentro del agua conseguirán que el efecto sea menor.

medusa
Nunca echaremos agua dulce sobre la picadura de una medusa.

Dentro del agua salada, nos quitaremos algún resto adherido a nuestra piel, mejor con pinzas, no con las manos y, si es posible, evitar frotar o hacerlo muy suavemente.

Se puede administrar un antihistamínico y, si es necesario, un analgésico, pero, si el dolor es intenso o se empeora, la mejor actuación es acudir al centro médico para que lo valore un especialista.

¿Qué no habría que hacer frente a una picadura?

Tan importante es saber qué hacer como saber qué no hacer. Los remedios “caseros” pueden provocar infecciones, entre ellos, debemos evitar:

  • Cataplasmas de barro: pese a la idea inicial de la sensación de frío, estaremos asumiendo un riesgo de infección necesario.
  • Tratar de extraer la garrapata con vaselina o quemándola. Es posible que se introduzca más aún en la piel y que la reacción sea más aún seria.
  • Apretar los bordes de la picadura de abeja, romperemos el saco de veneno y será peor.
  • Tomar medicación no prescrita. Cualquier tratamiento médico en el caso de una picadura, requiere prescripción médica. Si es necesario, se puede tomar paracetamol o ibuprofeno, pero si los síntomas persisten, es mejor acudir al centro de salud.
  • Con las medusas: ni orina, ni arena, ni vinagre ni amoniaco. Ninguna de ellas ha demostrado eficacia, lo que sí hace es aumentar la posibilidad de infecciones.

Tenemos que compartir el medioambiente con ellos, no queda más remedio. Nuestra mejor arma serán las medidas para prevenir, evitar y actuar frente a sus picaduras.

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