¿Por qué los gatos odian el agua? La respuesta podría estar en su ADN

¿Es cierto que a los gatos no les gusta el agua? Muchos dueños de gatos te dirán que sí, y es fácil ver que simplemente no se sienten cómodos en entornos acuáticos. Pero ¿cómo se explica esto?

¿Una explicación genética?

La explicación de por qué a la mayoría de los gatos les disgusta el agua bien podría residir en sus genes. De hecho, análisis de ADN han revelado que la mayoría de los gatos domésticos descienden de una subespecie de gato salvaje llamada Felis silvestris lybica, una especie nativa del Cercano Oriente.

Por lo tanto, es fácil entender por qué los instintos de nuestros gatos no los llevan a acercarse al agua, ya que sus antepasados no necesitaban mojarse las patas para sobrevivir o encontrar alimento. Sin embargo, es importante matizar esta observación, ya que algunas especies sí aprecian los entornos acuáticos.

Este es el caso, por ejemplo, del Bengala, el Abisinio o el Van Turco, razas todas originarias de regiones cercanas a grandes masas de agua. Además, otras especies felinas también disfrutan del agua, como los tigres, que no solo son excelentes nadadores, sino también excelentes pescadores.

Otras posibles explicaciones

Otras razones pueden explicar por qué a la mayoría de los gatos les disgusta el contacto con el agua. El agua, por ejemplo, les apelmaza el pelaje, lo que puede dificultar sus movimientos, haciéndolos menos rápidos y ágiles, lo cual no es bueno para cazar ni escapar del peligro.

Los gatos también pasan un tercio de sus horas de vigilia lamiéndose y aseándose, y generalmente no paran hasta que tienen todo el cuerpo completamente limpio. Sin embargo, estar mojados los obliga a empezar de cero, lo cual nunca es muy agradable para nuestros amigos felinos.

Los veterinarios desaconsejan bañar a tu gato con demasiada frecuencia. El agua puede alterar el equilibrio natural de su piel y pelaje, y los baños frecuentes eliminan sus aceites naturales. Por lo tanto, se recomienda bañar a tu gato solo si está muy sucio, enfermo o sufre de artritis.

Finalmente, el agua también podría alterar las feromonas naturales de un gato. Estas feromonas son esenciales para su orientación y comportamiento social. Por lo tanto, estar mojado se convierte en una verdadera fuente de estrés para este animal, que busca el control de sí mismo y de su entorno.

Sin embargo, como dueño de un gato, probablemente hayas notado que tu amigo felino puede estar muy interesado en el agua, observándola durante largos ratos e incluso jugando con un chorro fino del grifo o aspersor. El sonido y el movimiento del agua fascinan a muchos gatos, pero solo interactuarán con ella si se sienten seguros y controlan la situación.

Referencia de la noticia:

Mythe ou réalité : les chats détestent l'eau, Sciences & Vie (23/12/2025), Morgane Petit