Casi 40 mm en zonas clave: por qué las lluvias de fin de año redefinen la campaña gruesa
Las precipitaciones de los últimos días de diciembre superaron los pronósticos, llegaron en pleno período crítico del maíz y mejoraron la condición hídrica en gran parte del país.

El cierre del último mes del año deja un dato climático contundente para el agro argentino: las lluvias volvieron a generalizarse sobre amplias zonas productivas y mejoraron de manera significativa la disponibilidad de agua en el suelo. En regiones clave, los acumulados superaron los valores previstos y se concentraron en un momento decisivo para el desarrollo de los cultivos de la campaña gruesa.
De acuerdo con los registros de la Bolsa de Comercio de Rosario, entre el sábado 22 y el domingo 24 de diciembre la región núcleo recibió un promedio de 38,5 milímetros, un volumen que superó ampliamente lo que anticipaban los modelos climáticos. El 70 % del área núcleo acumuló más de 30 mm, un umbral clave para sostener el potencial de los cultivos en esta etapa del ciclo.
Lluvias que llegaron en el momento más sensible del maíz
El impacto de estas precipitaciones se explica, sobre todo, por el momento en el que ocurrieron. El maíz temprano transita en esta fase la definición del número de granos por espiga, el principal determinante del rendimiento final del cultivo y el componente que más pesa en la ecuación del rinde.
El viejo y querido 722 se le cortó un poco el agua en pc, pero ahí la tiene. Una lluviecita y media más y estamos pic.twitter.com/gkhLMblaQJ
— Luis Barrandeguy (@luisbarrandeguy) December 26, 2025
Los mayores acumulados se registraron en localidades estratégicas como Rufino, con 90 mm, Laboulaye con 80 mm, María Teresa con 64 mm, Guatimozín con 54 mm, Chacabuco con 46 mm y Rosario con 44 mm. Aunque el evento mostró una distribución errática, dejó mucha más agua de la esperada y permitió consolidar perfiles de humedad que comenzaban a ajustarse en algunas zonas.
A diferencia de la campaña pasada, cuando las lluvias se interrumpieron a partir de mediados de diciembre, el ciclo 2025/26 exhibe una regularidad pluvial poco habitual. Técnicos y productores coinciden en que prácticamente llovió todas las semanas, sin atravesar períodos prolongados de estrés hídrico.

Uno de los aspectos más valorados del evento fue que los mayores registros se concentraron en zonas que empezaban a mostrar señales de escasez. El sudeste de Córdoba figuraba entre los sectores más necesitados y terminó recibiendo acumulados significativos, con casos como Laboulaye y Guatimozín, donde los milímetros aportaron un alivio decisivo.
Fuera de la región núcleo, también se registraron aportes importantes en el centro y norte de la región pampeana y en el norte del país. En provincias como Misiones, Corrientes y Entre Ríos se observaron acumulados superiores a los 100 mm, mientras que las lluvias alcanzaron incluso a Chaco y Santiago del Estero.
Impacto sobre soja y respaldo al avance de la campaña
La mejora en la condición hídrica también sostiene el avance de la siembra de soja y reduce el riesgo de restricciones tempranas en los lotes implantados más tarde. En varias zonas, el agua permitió estabilizar nacimientos, mejorar la uniformidad de los cultivos y reforzar reservas de cara al mes de enero.
25/12/2025
— Viviana Galli - El Interior Existe! (@MipuebloJNFdez) December 25, 2025
17.30 hs
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De hecho, el último relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires muestra que más del 95 % del área sembrada de soja presenta condición Normal a Buena, con niveles de humedad Adecuados u Óptimos en casi todo el país. Este escenario es -sin dudas- el resultado de las lluvias recientes.
Diciembre más húmedo y una Niña que pierde influencia
Desde el punto de vista climático, el patrón que se consolida hacia el cierre del mes refuerza la hipótesis de una Niña débil y de corta duración. El mayor enfriamiento del Pacífico ya habría quedado atrás y la anomalía de la temperatura superficial del océano muestra una tendencia hacia valores cercanos a la neutralidad.
En este contexto, diciembre podría cerrar con precipitaciones por encima de la media histórica mensual en gran parte de la región pampeana. De confirmarse, sería el sexto mes consecutivo con lluvias superiores a lo normal, un comportamiento poco frecuente y altamente favorable para la campaña gruesa.
El verano arranca con mejores señales para el agro
Con enero en el horizonte, el foco estará puesto en la continuidad del régimen de lluvias y en la distribución de los próximos eventos. Los pronósticos anticipan nuevas precipitaciones en los primeros días del mes, lo que podría terminar de consolidar un escenario hídrico muy favorable para los cultivos de la campaña gruesa.
Por ahora, el cierre de diciembre deja una certeza compartida en el sector. Las lluvias de fin de año no solo llegaron a tiempo, sino que redefinieron el potencial productivo, especialmente para un maíz que atraviesa su momento más determinante con agua disponible y expectativas en alza.