¿Por qué sentimos que el tiempo pasa más rápido al envejecer? Esta es la explicación científica

Descubre de forma simple y amena por qué la vida parece acelerarse con la edad: la ciencia detrás de la percepción del tiempo y cómo nuestro cerebro construye recuerdos que transforman nuestra experiencia temporal.

Tiempo volando
Sí, el tiempo a cierta edad parece volar, y la ciencia respalda que nuestra percepción del tiempo cambia conforme envejecemos.

Te ha pasado que de niño una semana parecía eterna y ahora un mes se fue en un abrir y cerrar de ojos? Esta experiencia —que muchas personas comparten— no es pura imaginación ni simple nostalgia: la ciencia respalda que nuestra percepción del tiempo cambia conforme envejecemos.

No es que el reloj se acelere (ese siempre marca los mismos segundos), sino que nuestro cerebro transforma la forma en que experimenta y recuerda los momentos. A medida que sumamos años, sentimos que los días, los meses e incluso los años se comprimen, como si la vida fuera un libro leído demasiado rápido.

Esta sensación (tan común que sobran los chistes al respecto) es el resultado de cómo procesamos, almacenamos y revivimos los recuerdos, junto con cambios en la actividad cerebral que afectan nuestra experiencia subjetiva del tiempo.

¿Qué está pasando en nuestro cerebro?

Una de las explicaciones más aceptadas por psicólogos y neurocientíficos es que nuestro cerebro segmenta el tiempo a través de eventos y experiencias nuevas. Cuando somos niños, todo es nuevo: la primera vez que vamos a la escuela, el primer cumpleaños memorable, un viaje emocionante… cada experiencia se graba con fuerza, y por eso esos años parecen largos cuando los recordamos.

Menos eventos = menos recuerdos = sensación de tiempo acelerado

Con la edad, la vida tiende a volverse más rutinaria: las semanas se parecen unas a otras, hacemos menos cosas completamente nuevas y, por ende, el cerebro registra menos “marcas” temporales. Esta reducción en la cantidad y calidad de los recuerdos hace que el tiempo, al mirarlo en retrospectiva, parezca comprimirse.

Imaginá que cada día fuera una foto en un álbum. Si hay muchas fotos (experiencias importantes), el álbum parece pesado y largo. Con menos fotos, el álbum se siente más liviano —eso es lo que pasa con los años mientras envejecemos.

Además, estudios recientes sugieren que los cerebros de personas mayores procesan menos “eventos” distintos por segundo, lo cual podría contribuir a que los intervalos de tiempo se registren como más breves.

El único paraíso del que no pueden expulsarnos

Esta sensación de que el tiempo se acelera al envejecer no significa que la vida realmente corra más rápido, sino que nuestro cerebro cambia la manera de percibirlo y recordarlo.

Lo que el ojo físico ve como 365 días es, para nuestra mente, una serie de recuerdos más o menos ricos. Cuanto más significativa y novel sea una experiencia, más “espeso” y duradero se vuelve en nuestra memoria. Esa es la razón por la que unos días de viaje intenso parecen eternos en el recuerdo, mientras que meses rutinarios se esfuman sin rastro.

¿La buena noticia? Si deseas que el tiempo “se sienta más lento”, la ciencia sugiere vivir más experiencias nuevas y emocionalmente significativas: aprender algo diferente, viajar, cambiar rutinas o simplemente prestar atención plena a lo que sucede en el presente. Cada novedad puede crear un nuevo recuerdo duradero que ayude a que los años no se sientan tan fugaces.

Según el escritor alemán Jean Paul Richter: "El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados", haciendo referencia a la capacidad de la memoria para preservar momentos felices y que, aunque el pasado no se pueda cambiar y el presente parece pasar rápido, nuestros recuerdos son refugios personales a los que podemos regresar, aunque a veces la pérdida de memoria (como por causa del Alzheimer) puede amenazarlo.

Envejecer tiempo
Estudios recientes sugieren que los cerebros de personas mayores procesan menos “eventos” distintos por segundo, lo cual podría contribuir a que los intervalos de tiempo se registren como más breves.

En el futuro, comprender mejor cómo el cerebro construye la percepción del tiempo no solo nos ayudará a entender este fenómeno humano universal, sino también a diseñar estrategias para vivir una vida mental más plena —donde los mejores momentos no pasen tan rápido como un parpadeo.

Referencias de la noticia

Lugtmeijer, S., Oetringer, D., Geerligs, L. et al. Temporal dedifferentiation of neural states with age during naturalistic viewing. Commun Biol 8, 1390 (2025).

Amanatski, S. (2025) New study reveals why time seems to move faster the older we get. Live Science, published October 21, 2025