¿Qué pasaría si desapareciera todo el ozono de nuestra atmósfera?
El agujero en la capa de ozono es un tema que ha estado muy presente en las noticias de los últimos años. Pero, ¿qué ocurriría si este gas desapareciera por completo de nuestra atmósfera? Un nuevo estudio científico ha analizado la cuestión, y los resultados son asombrosos.
El ozono es un gas compuesto de tres moléculas de oxígeno. El 90% de este gas está presente en la estratosfera, protegiéndola de los rayos ultravioleta, mientras que el 10% restante se encuentra en la troposfera (parte inferior de la atmósfera) y es perjudicial para los seres vivos.
La temperatura de la tierra no solo depende del efecto invernadero
La temperatura de la Tierra es globalmente estable gracias a numerosos mecanismos que intervienen entre su superficie y su atmósfera. En pocas palabras, parte de la radiación emitida por el Sol rebota en nuestra atmósfera superior, mientras que el resto la penetra. Esta radiación es entonces parcialmente absorbida por la atmósfera y el suelo, mientras que el resto es reflejada por la superficie terrestre.
Esta misma radiación reflejada finalmente se expulsa en su mayor parte al espacio, pero parte es nuevamente absorbida por la atmósfera, creando un efecto invernadero que permite que la superficie de la Tierra alcance una temperatura ambiente promedio de 15 °C.
Sin este mecanismo, la temperatura media de la Tierra sería de -18 °C. Sin embargo, el efecto invernadero no es el único mecanismo que rige la temperatura en la Tierra. Nuestro clima depende de la cantidad de elementos, desde moléculas simples hasta corrientes oceánicas y atmosféricas.
Hasta ahora, la mayoría de los modelos científicos ignoraban el papel del ozono en la regulación del clima terrestre, considerándolo simplemente como una protección contra la radiación ultravioleta. Sin embargo, recientemente, los científicos han tenido en cuenta esta capa de ozono y han demostrado que su papel es mucho más importante de lo que se pensaba.
¿Y si no hubiera más ozono?
La Tierra no siempre tuvo la gruesa capa de ozono que conocemos hoy. Durante miles de millones de años, el grosor de esta capa fue mínimo y solo recientemente (en relación con la edad de nuestro planeta) se ha estabilizado en un grosor bastante significativo.
Para estudiar el impacto del ozono en el clima de la Tierra, los investigadores simularon cambios climáticos en función de la concentración de ozono en la atmósfera y las temperaturas de congelación. Mientras que el oxígeno, presente en grandes cantidades, tiene poco efecto en las temperaturas, la capa de ozono es mucho más importante. El ozono puede calentar la superficie terrestre unos 3,5 Kelvin, lo que es significativo.
Si finalmente desapareciera la capa de ozono, las consecuencias para el clima mundial serían catastróficas. Según este nuevo estudio, la principal consecuencia sería un enfriamiento masivo de la estratosfera superior, provocando la desecación de esta parte de nuestra atmósfera. Dado que el vapor de agua es un gas que genera un importante efecto invernadero, la desecación de esta capa provocaría una reducción general del efecto invernadero y, por tanto, un enfriamiento.
Además, la ausencia de ozono aumenta el gran impacto sobre el clima global y reduce la temperatura. La desecación de la estratosfera impediría la formación de nubes, que por tanto sólo se formarían a menor o mayor altitud, lo que reduciría el riesgo de precipitaciones en general.
Algunas corrientes en chorro serían también más intensas cerca del ecuador, mientras que otras se debilitarían cerca de los polos, lo que provocaría un cambio importante y, sobre todo, radical del clima mundial.
En consecuencia, es importante mantener la capa de ozono en los niveles que conocemos hoy, o correr el riesgo de desencadenar una reacción en cadena incontrolable de consecuencias aún desconocidas.
La noticia relativamente buena, sin embargo, es que el agujero de la capa de ozono se está reduciendo gradualmente, pero la capa de ozono global también se está reduciendo inexorablemente, en torno a un 4% por década en los últimos años. Esto se debe principalmente a los contaminantes liberados a nuestra atmósfera por el hombre.