Ahora pasa en el Ártico: detectan gran agujero en la capa de ozono

Se conocen muchos estudios sobre el popular "agujero de la capa de ozono" en la región Antártica, pero poco sobre el que está en el Polo Norte. Estudios recientes revelan malas noticias para el Ártico.

Agujero de Ozono Ártico
Las bajas temperaturas y un fuerte vórtice polar, permitieron que el agujero de la capa de ozono en el Ártico crezca.

Un reciente artículo publicado en la prestigiosa revista Nature, expone el trabajo de los científicos que estudian en detalle la atmósfera del Polo Norte. Gracias a las investigaciones de estos profesionales, se descubre un importante agujero de ozono en el Ártico, probablemente el más grande registrado en esta área hasta la fecha. Los especialistas afirman que incluso es similar al más conocido “agujero de ozono Antártico”, que se forma cada año en el hemisferio sur.

Recordemos que la expresión “agujero de ozono”, no se refiere de manera literal a un hoyo en la atmósfera, sino que es el adelgazamiento de la capa de ese gas, la cual nos protege de la nociva radiación ultravioleta (UV) del Sol. Cuando la concentración del gas ozono (O3) disminuye en la parte alta de la atmósfera (estratósfera), esa capa pierde espesor y se habla de un agujero de ozono. Esto significa que en esa parte del planeta el escudo protector contra los UV está debilitado.

El agujero de ozono Antártico se forma todos los años, porque las temperaturas invernales en el área caen de manera marcada, permitiendo que se formen nubes a gran altitud. Los productos químicos, incluidos el cloro y el bromo, que provienen de refrigerantes y otras fuentes industriales, desencadenan reacciones en las superficies de esas nubes que eliminan la capa de ozono. "Estas condiciones son mucho más raras en el Ártico, que tiene temperaturas más variables y generalmente no está preparado para el agotamiento del ozono", dice Jens-Uwe Grooß, un científico atmosférico en el Centro de Investigación Juelich en Alemania.

Los niveles bajos (récord) de ozono, se extienden actualmente en gran parte del Ártico central, cubriendo un área aproximadamente tres veces el tamaño de Groenlandia. El científico Martin Dameris (del Centro Aeroespacial Alemán en Oberpfaffenhofen), afirma que desde su punto de vista, “esta es la primera vez que se puede hablar de un verdadero agujero de O3 en el Ártico”.

Mediciones destacadas

Por un lado, los científicos llevan decenas de años observando y estudiando la evolución de la capa de ozono en la región Antártica, por fortuna durante el último tiempo se tienen datos favorables para esa área. Gracias a la importante reducción en la producción y el consumo de numerosos artículos que liberan gases clorofluorocarbonos ( CFC), consensuada en 1987 en el Protocolo de Montreal (un tratado internacional firmado por varias naciones), la capa de ozono austral ahora está en camino de recuperación.

El a gujero de ozono antártico de 2019 fue el más pequeño registrado, pero por supuesto tomará décadas para que los químicos desaparezcan por completo de la atmósfera.

Mientras el agujero del Polo Sur se recupera, se descubre ahora un agujero de ozono récord en el Polo Norte, pero que nada tiene que ver con las causas que lo generaron en el hemisferio sur, los gases CFC no parecen ser los culpables de este agujero en el Ártico.

Distintos equipos de investigación trabajan midiendo los niveles de ozono en la altura, liberando globos meteorológicos desde las estaciones de observación alrededor del Ártico. Los equipos a bordo del buque científico alemán, Rompehielos Polarstern, han observado con asombro durante las últimas semanas una importante disminución en los niveles de concentración.

Agujero de Ozono Ártico
Comparación del grosor de la capa de ozono 2019/2020. Se formó un agujero de ozono récord sobre el Ártico, incluso superior al observado en 2011. Fuente: NASA Ozone Watch, Imagen en Nature.

Registraron una caída del 90% en el ozono a una altitud de 18 kilómetros, que está justo en el corazón de la capa de ozono. Donde los globos normalmente medirían alrededor de 3.5 partes por millón de ozono, registraron solo alrededor de 0.3 partes por millón, dice Rex. "Eso supera cualquier pérdida de ozono que hayamos visto en el pasado", señala.

En 1997 y 2011, el Ártico experimentó también un agotamiento del ozono, pero la pérdida de este año parece estar en camino de superarlos. "Tenemos al menos tanta pérdida como en 2011, y hay algunos indicios de que podría ser más que 2011", dice Gloria Manney, científica atmosférica de NorthWest Research Associates en Socorro, Nuevo México. Ella trabaja con un instrumento satelital de la NASA que mide el cloro en la atmósfera, y dice que todavía hay bastante cloro disponible para agotar el ozono en los próximos días.

¿Cómo se formó?

Este invierno fue especial, poderosos vientos del oeste fluyeron alrededor del Polo Norte y atraparon aire frío dentro de un "vórtice polar". Había más aire frío sobre el Ártico que en cualquier invierno registrado desde 1979, dice Markus Rex, científico atmosférico del Instituto Alfred Wegener en Potsdam, Alemania.

Con estas bajas temperaturas se formaron las nubes estratosféricas polares(como comentamos al principio de la nota), y comenzaron las reacciones de destrucción del ozono. Sin dudas es un fenómeno atmosférico extraordinario que pasará a los libros de registro, aseguran los expertos.

¿Amenaza la salud cómo el del hemisferio sur?

El agujero de ozono del Ártico no es una amenaza para la salud porque el Sol está empezando a elevarse por encima del horizonte en latitudes altas, explica Markus Rex. Aunque, en las primeras semanas de abril existe una pequeña posibilidad de que el agujero se desplace a latitudes más bajas sobre áreas más pobladas. Es este caso las personas podrían necesitar especial atención y aplicar protector solar para evitar quemaduras solares.

Las próximas semanas son cruciales. Con el sol aumentando lentamente, las temperaturas atmosféricas en la región del agujero de ozono ya han comenzado a aumentar; el ozono pronto podría comenzar a recuperarse a medida que el vórtice polar se separe, dice Antje Inness, un científico atmosférico del Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos de Mediano Alcance ( ECMWF) en Reading, Reino Unido.

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