Científicos logran mapear los daños de la explosión en Beirut

Luego de la tragedia ocurrida por la gran explosión en el puerto de Beirut, en el Líbano, información combinada de radares y satélites ayudan a conocer el detalle del área alcanzada por los daños. Esta información es vital tanto para el socorro como para la reconstrucción.

Radar
El uso de información complementaria de radar y satélite permite obtener valiosa información sobre la zona dañada por la explosión.

Las imágenes que recorrieron el mundo el pasado 4 de agosto eran realmente impactantes. Luego de un primer incendio, una explosión masiva arrasó con el puerto de Beirut, capital de la república del Líbano. Horas después, la mayoría de los medios internacionales encontraban respuesta a la explosión: más de 2700 toneladas de nitrato de amonio depositados en el puerto habían sido alcanzados por el calor de un incendio iniciado por las tareas de reparación que se realizaban.

El nitrato de amonio es un químico muy utilizado en agricultura como fertilizante, altamente explosivo. Es el mismo químico que se cree formó parte del atentado a la sede de la AMIA en Buenos Aires en 1994. Normalmente es estable, pero al hacer combustión o entrar en contacto con una fuente de calor es altamente explosivo. En Beirut, agencias de noticias como Associated Press calculan las víctimas fatales en al menos 135 personas, 5000 heridos de diferente gravedad, y 300.000 personas que se quedaron sin hogar.

De acuerdo a lo relatado por EarthObservatory, luego de la explosión, se comenzaron a utilizar imágenes de radar satelital para mapear la extensión y gravedad del daño. Por lo pronto los primeros cálculos económicos estiman las pérdidas en un valor de entre 10 a 15.000 millones de dólares. Para una economía quebrada como la del Líbano, la explosión ha sido una tragedia en varios flancos.

Tecnología que compara imágenes

Las imágenes de radar satelital están ayudando a conocer la real extensión del daño causado por la explosión, y permiten detectar zonas donde las personas necesitaban mayor asistencia. La imagen principal que acompaña la nota es el resultado de una de las salidas generadas por el Equipo de Análisis e Imágenes Rápidas Avanzadas (ARIA) de la NASA, en conjunto con el Observatorio de la Tierra de Singapur (EOS).

Para interpretar la información obtenida del radar satelital, los píxeles de color rojo oscuro indican zonas de daño más severo, mientras que las anaranjadas y las amarillas son zonas de daño moderado o sectores parcialmente dañados. La resolución de cada píxel representa a un área de 30 metros cuadrados.

La técnica utilizada para obtener este tipo de información compara los cambios en la superficie del suelo respecto de imágenes anteriores a la explosión. El software de comparación entrega un color en función de la intensidad de esas modificaciones. Esta información también es de gran valor para los grupos de socorro.

El resultado de la colaboración internacional

Para esta labor se analizan datos de radar de apertura sintética (SAR). Los instrumentos SAR envían pulsos de microondas hacia la superficie de la Tierra y reciben los reflejos de esas ondas. Las ondas de radar pueden penetrar la cobertura de nubes, la vegetación y la oscuridad de la noche para detectar cambios que podrían no aparecer en las imágenes de luz visible. Cuando la corteza terrestre se mueve debido a un terremoto, cuando la tierra seca se cubre repentinamente con agua de una inundación, o cuando los edificios han sido dañados o derribados, la amplitud y fase de los reflejos de las ondas de radar cambia en esas áreas e indica al satélite que algo en el suelo ha cambiado.

Durante la última década, la NASA ha desarrollado activamente su capacidad para compartir observaciones de la Tierra que pueden mejorar la predicción, preparación, respuesta y recuperación de desastres naturales y tecnológicos. Entre las tareas que se realizan, se observan áreas de poblaciones probablemente expuestas e infraestructura frágiles, así como áreas sujetas a tensiones y crisis sociales. Se modelan y mapean riesgos, al mismo tiempo que rastrean emisiones, escombros, daños a la infraestructura y otros efectos de cosas como erupciones volcánicas, incendios, accidentes industriales, terremotos e inundaciones.

Es importante en este tipo de usos de la tecnología que los países compartan información que ayuden a generar respuestas rápidas que salven vidas, o aporten detalles que ayuden a la reconstrucción luego de grandes desastres. Toda acción temprana ayuda a evitar más muertes, y tomar mejores decisiones.

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