Un enorme y sorprendente cometa se acerca rápidamente al Sol

El 2014 UN271 es un cometa gigantesco descubierto hace unos años, que pasará relativamente cerca de nuestro planeta hacia 2031. ¿Tenemos que preocuparnos? Aquí te contamos más.

El 2014 UN271 es un gigantesco cometa que en su órbita de 600.000 años se encontrará en su perihelio en 2031.

El 2014 UN271 es un 'nuevo' descubrimiento que tiene desconcertado a los astrónomos. Se trata de una roca espacial demasiado grande para ser considerada un cometa, y bastante pequeña para ser un planeta (algunos lo consideran un planetoide). La órbita de este megacometa es de unos 600.000 años y, aunque a escala humana todavía nos quede algo lejos, a principios de 2031 se producirá el perihelio.

¿Cómo se descubrió el 2014 UN271?

Más allá del cinturón de Kuiper (en el Sistema Solar Exterior) existe una vasta zona inexplorada repleta de objetos helados espaciales de todo tipo. Una muestra de toda esa riqueza oculta que está fuera de nuestro alcance es el reciente descubrimiento del 2014 UN271. El objeto rocoso fue avistado por primera vez en 2014, durante la campaña de observación DES que finalizó en el 2019.

DES (Dark Energy Camera) es un estudio centrado en el análisis de la energía oscura que usa el telescopio de 4 metros, situado en el Observatorio InterAmericano de Cerro Tololo en los Andes chilenos. Este telescopio observa grandes áreas del cielo tanto en el canal visible, como en el infrarrojo.

Tras finalizar la campaña, los astrónomos Pedro Bernardinelli y Gary Bernstein descubrieron el tamaño y la órbita de este gigantesco objeto espacial, tras recopilar los datos obtenidos por el DES. Para su sorpresa, vieron que cuenta con un diámetro que oscila entre los 100-300 kilómetros, y que pasará por su perihelio (su punto más cercano al Sol) a principios del año 2031.

Un gran paso para la ciencia

Un objeto de estas dimensiones no es un simple cometa, y tampoco se le puede llamar centauro (así denominan a los objetos con órbitas situadas entre Júpiter y Neptuno). Estudiar un objeto de hielo y roca y de estas características es una oportunidad única para conseguir una valiosa información que nos puede ayudar a entender mejor el proceso de formación del Sistema Solar.

Para poder estudiarlo más, es necesario que alguna agencia espacial de un paso adelante, ya que sería una misión muy costosa, con un lanzador muy potente y con una sonda de pequeñas dimensiones. Con nuestras capacidades tecnológicas, la sonda podría estar sobrevolando 2014 UN271 en el 2033, dos años después del perihelio. Por el momento, no hay ninguna misión en fase de desarrollo.

10 veces más grande que el meteorito que extinguió a los dinosaurios

Si se tiene en cuenta que el meteorito que acabó con los dinosaurios medía 10 kilómetros de diámetro, el 2014 UN271 sería capaz de eliminar nuestra civilización, y también podría esterilizar la Tierra por completo. Afortunadamente, se trata de ciencia-ficción, y por ahora no hay motivos para preocuparse, aunque tendremos que estar atentos por si acaso.

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