Japón: una especie de bambú está a punto de florecer por primera vez en 120 años y podría ser un desastre

Una especie de bambú que se encuentra en todo Japón, Phyllostachys nigra var. henonis, está a punto de florecer por primera vez en 120 años y luego morir. La última vez que ocurrió masivamente fue a comienzos de 1900.

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Esta especie puede alcanzar entre 10 y 14 metros de altura.

La floración del bambú Phyllostachys nigra var. henonis es un fenómeno natural fascinante que se produce aproximadamente cada 120 años. Esta planta monocárpica florece sólo una vez en su vida, lo que marca el final de su ciclo vital.

A medida que se acerca su florecimiento, previsto para 2028, la planta comienza a mostrar señales y la expectativa crece. Los investigadores no saben exactamente cómo se regenera la planta ni los detalles de lo qué sucederá dentro de cinco años, porque la última floración importante fue en 1908.

Este evento inicia con la aparición de inflorescencias en los culmos (tallos) de los bambúes, que son racimos de flores pequeñas y discretas que se agrupan en la parte superior. Las flores tienen un color que varía entre crema y amarillo, y desprenden un dulce aroma.

Esta planta, también conocida como bambú henon o bambú dorado, es originaria de China, pero se ha cultivado en Japón durante siglos. Esta variedad de bambú alcanza entre 10 y 14 metros, y sus tallos presentan una combinación de colores, con un verde oscuro y franjas amarillas, y sus hojas son lanceoladas y de un tono verde profundo.

Reproducción del bambú

La expectativa de los especialistas proviene de que hay serias dudas sobre la teoría de reproducción de esta especie y cómo ha logrado sobrevivir tantos años. En el año 2020, investigadores de la Universidad de Hiroshima encontraron un grupo de bambú henon que florecía temprano. Aprovecharon esta oportunidad para establecer una parcela y observar mientras germinaba.

Si bien las plantas produjeron semillas, ninguna de ellas se convirtió en nuevas plantas de bambú. “El bambú no produjo semillas viables que pudieran germinar. La producción de brotes de bambú se detuvo después de la floración. No hubo señales de regeneración de este bambú después de la floración durante los tres primeros años”, dice el primer autor, Toshihiro Yamada.

Podríamos pensar que el bambú es un poco "rebelde" cuando se trata de regenerarse y esta idea choca de frente con el hecho de que se cree que esta especie ha estado dando vueltas por Japón durante más de 1.000 años desde su llegada desde China. Esto sugiere que esta planta debe tener otra manera de regenerarse más rápido, como órganos subterráneos.

Consecuencias económicas

Después de la gran fiesta de floración del bambú, todo el rodal (grupo de plantas de una misma especie) se transformará en lo que podríamos llamar un 'pastizal de descanso' durante varios años, hasta que las semillas logren germinar.

"Durante la fase inicial de regeneración, que promete durar unos cuantos años, los rodales de bambú no serán precisamente útiles para obtener materiales artesanales ni para recolectar brotes de bambú para nuestras comidas", explican los investigadores en su artículo.

Y aquí viene el problema: dado que el Phyllostachys nigra var. henonis desempeña un papel importante en la sociedad japonesa, la desaparición de rodales completos después de la floración podría traducirse en enormes pérdidas económicas.

Además, los científicos no pueden evitar preocuparse por las implicaciones ambientales de esta "muerte regresiva". Podría dar lugar a cambios enormes en la vegetación y en la cubierta del suelo, junto con una gran pérdida de biomasa y la erosión del suelo.

Los expertos sugieren que podríamos intervenir de forma artificial para evitar este escenario, tal vez utilizando fertilizantes o plantando nuevos rodales. Pero esta sería otro problema disfrazado de solución. Este bambú crece con tanta fuerza que en unos años podría invadir bosques y granjas.

"Una vez que establezcamos estos nuevos rodales, nos enfrentaremos a la tarea de mantenerlos bajo control. La eliminación de rodales de bambú lleva tiempo y esfuerzo, gracias a sus densos sistemas subterráneos", explican los investigadores. "Si alguna vez necesitamos liberar la tierra de bambú para otros fines, el período posterior a la floración, cuando los bambúes están un poco debilitados, es claramente el momento perfecto para hacerlo"

Con todas estas teorías e hipótesis, es entendible que este evento genere tanto revuelo. Los investigadores todavía están aprendiendo sobre la planta y cómo se regenera, pero sus hallazgos con este inminente florecimiento podrá tener implicaciones tanto económicas como ambientales en Japón.

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