Las lluvias destrabaron las siembras tardías de maíz y soja en Argentina

Con la campaña gruesa a mitad de camino, ya se sembraron 10 millones de hectáreas de soja y 3,5 millones de hectáreas de maíz. En tanto, el trigo vuelve a sorprender con altos rendimientos.

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Los eventos climáticos fueron dispares en la zona núcleo agrícola, con precipitaciones periódicas de montos irregulares. Aún así se pudo avanzar fuertemente con las labores de siembra. Créditos: Pedro Zabala, productor agropecuario

El fantasma de la sequía, que acechó al sector productivo durante la última campaña agrícola y sobrevoló hasta hace pocos días algunos campos del norte y sudeste cordobés, desapareció definitivamente esta semana. Es que las lluvias no llegaban en cantidad en varias regiones agrícolas y con una distribución tan heterogénea se reavivó el estado de alerta entre los productores.

La falta de agua en el norte de Buenos Aires, sudeste cordobés y sur santafesino no permitía el avance de las sembradoras.

Afortunadamente, las lluvias ocurridas en los últimos días cambiaron por completo el panorama, no sólo por el ánimo de quienes invirtieron en los campos sino porque tras las intensas precipitaciones mejoraron los niveles de humedad del suelo, especialmente en la franja oeste de la región centro, con lo cual se pudo avanzar con las labores de siembra y aplicaciones de fitosanitarios.

Por poner algunos ejemplos, en Noetinger (Córdoba) se acumularon 182 mm y en la localidad de El Trébol (Santa Fe) cayeron más de 200 milímetros en pocas horas. Según confirmó la Bolsa de Comercio de Santa Fe, “en los últimos 7 días la región promedió 41 mm y para los próximos días se espera la continuidad de las lluvias que provocarían acumulados significativos en La Pampa, Buenos Aires y el sur de Santa Fe.

Estas lluvias son las que permiten mantener los potenciales de rinde del maíz temprano y la soja de primera, pero al mismo tiempo son la llave para continuar con las siembras tardías, especialmente en el sureste de Córdoba y el norte de Buenos Aires donde comenzaría la implantación en cuanto se pueda ingresar al lote.

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra de soja ya cubre el 59,5 % de las 17,3 millones de hectáreas proyectadas. Finalizó la implantación del cultivo de primera y comenzaron las labores en los lotes de segunda en ambos núcleos. “A nivel nacional, con un 35 % de los cuadros implantados en plena expansión foliar, más del 90 % presenta condición de cultivo normal a buena aunque hay excesos hídricos sobre sectores de Entre Ríos y Santa Fe podrían afectar la condición de algunos cuadros”.

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Más allá de las precipitaciones vale destacar el necesario y oportuno control de las malezas, que explotaron en todas las parcelas. Créditos: Pedro Zabala, productor agropecuario.

La entidad porteña detalló además que “la siembra de planteos tardíos de maíz avanza a buen ritmo y ya se implantó el 49,3 % del total proyectado. Más del 42% del maíz temprano sembrado presenta una condición buena a excelente y si bien se registran zonas con excesos hídricos que se suman a lo reportado en el centro-este de Entre Ríos y centro de Buenos Aires, la estimación de cosecha se mantiene en torno a los 56 millones de toneladas.

El trigo sigue dando buenas noticias

Con más de la mitad del área cosechada, los rendimientos vuelven a sorprender. El núcleo norte ingresó en su tramo final y hubo grandes sorpresas en cuanto a los rendimientos, que en los mejores lotes llegaron a los 60 qq/ha, lo que permitió aumentar la estimación de producción en 200 mil toneladas sólo en esa región.

Para el núcleo sur, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires “hay grandes expectativas, específicamente en el sudeste de Buenos Aires”.

Quizá el dato más significativo sea la actualización en la estimación de cosecha. Tanto la entidad porteña como la rosarina vislumbran una campaña triguera en torno a los 14,5 millones de toneladas, cuando hasta el mes pasado calculaban 13,5 millones. Aquí vale destacar la gran contribución que hizo la provincia de Entre Ríos, donde los rendimientos pasaron de 27 a 36 quintales por hectárea, de manera que sólo esa zona del país aportó 600 mil toneladas.