Asombroso, ¡el pino canario resurge junto al volcán de La Palma!

La erupción del volcán de Cumbre Vieja ha hecho mucho más resistente al pino canario. Su adaptación en el ecosistema nos permite ver los primeros brotes verdes en un lugar que ahora predomina el gris.

pino canario fuego
Los nuevos brotes de pino canario tras el volcán de Cumbre Vieja. Hojas o acículas sencillas de hasta 4 centímetros esperando a crecer.

El pino canario o Pinus canariensis, conocido así en latín, es una especie xerófita o pirófita capaz de regenerarse tras un incendio o erupción. Su gran tolerancia térmica y de adaptación le ha permitido rebrotar tras el volcán de La Palma, y ahora podemos apreciar los primeros brotes verdes entre alguno de los ejemplares.

Entonces, ¿se adaptan al fuego y a la lava?

En los paisajes donde se producen incendios naturales o erupciones volcánicas, buena parte de la vegetación de la zona posee características que las hacen pirófilas y que resisten a desaparecer. Este último término, viene del griego y significa "amante o amigo del fuego", de ahí que algunas especies vegetales sobrevivan o se adapten al paso de un volcán.

En el caso del pino canario, es una especie procedente del ecosistema mediterráneo que desapareció de Europa cuando la actividad volcánica del período terciario cesó. Según ha explicado Luis Alfonso Gil para EFE, el pino canario solo ha perdurado en las zonas donde el vulcanismo ha continuado activo.

La razón por la que esto sucede es únicamente fisiológica y de adaptación. Por ejemplo, en el interior del tronco del pino canario existe un tejido parenquimal (células parenquimáticas axiales), que otros pinos no tienen y que permite que su metabolismo sea mayor al de los pinos ibéricos. Por ello, su supervivencia ha quedado reducida a zonas únicamente con mejores condiciones meteorológicas para ellos, como las Islas Canarias.

Los materiales piroclásticos y la ayuda de los alisios

La superficie más afectada por los piroclásticos en Cumbre Vieja abarca desde un kilómetro a un kilómetro y medio. Muchas de las especies afectadas han muerto y otras muchas han experimentado clorosis, dicho de otra manera, han sufrido una pérdida del color verde y se han teñido prácticamente de marrón.

La clorosis no solo la vemos a un kilómetro y medio de distancia sino que también la apreciamos por el sur hasta los ocho kilómetros. Según explica Manuel Nogales, investigador del CSIC, los vientos alisios han arrastrado gases tóxicos y estos materiales hacia el sur.

¿Dónde se ubican los primeros brotes?

Es increíble ver que los primeros brotes han salido justo en el borde de uno de los cráteres del volcán. Surgen de los pinos que se habían quedado sin ramas y casi sin corteza pero que no llegaron a sepultarse con las coladas de lava. Aquí también es importante el gran papel de la precipitación, que no ha permitido que las especies vegetales se sequen y mueran.

Los nuevos brotes son hojas o acículas sencillas de hasta 4 centímetros y de un color gris azulado, por el momento. El director del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente en La Palma, espera que dentro de unos ocho meses comiencen a salir brotes definitivos de más de 3 acículas.