¿Qué hago si encuentro un meteorito?

Supongamos que en un día de caminata encontramos una roca que creemos que es un meteorito. ¿Me la puedo quedar?, ¿a quién tengo que avisar?, y lo más importante… ¿quién verifica qué es eso realmente?

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En Argentina está prohibida la venta de meteoritos.

En algún momento de nuestras vidas todos fuimos niños exploradores. ¿Cuántas veces levantaste una piedra muy rara y pensaste que quizás era un meteorito? La realidad es que hay muchas personas en el mundo que han tenido la suerte de encontrar estos valiosos objetos y no siempre supieron cómo actuar. Así que ahora te vamos a contar todo lo que tenes que saber.

Meteoritos en la Tierra

Según un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Manchester y del Imperial College publicado en Geology, el número de meteoritos que caen al año en La Tierra ronda los 17.000. Una razón que explica su aparente invisibilidad es su tamaño, ya que tras atravesar la atmósfera terrestre se desintegran hasta ser casi imperceptibles.

En promedio hay unos 8 informes de personas que fueron testigos de impactos de meteoritos al año, un número nada despreciable si consideramos que el 70% del planeta está cubierto por agua.

Pero supongamos que en una caminata vemos una roca que creemos vino del espacio. ¿Cómo podemos verificarlo? El Museo de La Plata brinda este pequeño cuestionario para identificar estas rocas espaciales:

1- ¿Tiene la muestra una delgada capa exterior muy oscura?

2- Si posee capa exterior oscura: ¿presenta evidencias de haber sufrido fusión? Esto es semejante a las marcas que dejarían los dedos sobre una masa de barro o plastilina.

3- ¿El interior de la muestra tiene colores claros o gris como el acero? Para esta observación probablemente necesite romper la pieza o cortarla con una sierra diamantada. Le sugerimos que antes de hacerlo tome contacto con un centro de investigación

4- ¿La muestra es redondeada? Las “piedras” con puntas agudas no son meteoritos, pero tampoco las que son completamente lisas y pulidas como las que están en el fondo de un río.

5- ¿Presenta un aspecto esponjoso o tiene cavidades y agujeros? Los meteoritos no son esponjosos o cavernosos: a pesar de presentar surcos en la superficie, en su interior no tienen canales o cavidades, como una esponja.

6- ¿La muestra es demasiado pesada comparada con una roca de igual tamaño? Los meteoritos son, en general, un poco más pesados que las rocas terrestres siempre que ambas muestras tengan el mismo tamaño.

7- Si usted encontró la muestra en su sitio compare si su aspecto es diferente al que presentan las rocas del lugar.

8- ¿Su superficie atrae un imán? Casi todos los meteoritos son atraídos por un imán, aunque no son magnéticos. Por lo tanto si su “piedra” no es atraída por un imán y no posee una costra de fusión o no ha observado su caída, no es un meteorito.

Si nuestra piedra pasa por todas estas pruebas, la primera regla es no tocarla ya que podemos contaminar la muestra. Y si tenemos la posibilidad, lo mejor es fotografiar el objeto y su entorno. Luego hay que comunicarse con la Institución o Centro Especializado más cercano. Para que un meteorito sea reconocido oficialmente y tenga algún valor debe ser evaluado por la NomCom, aprobado y publicado en el Meteoritical Bulletin. Esto no ocurre hasta haber sido estudiado por un centro de investigación.

¿Lo puedo vender?

Los meteoritos son valiosos tanto para la ciencia como para coleccionistas, y su valor dependerá de su clasificación. Existen por lo menos 50 tipos diferentes de meteoritos y cuanto más raro más cotizado se vuelve. Por ejemplo el D´Orbigny, meteorito hallado en 1979 en el partido de Coronel Suárez, es un exponente raro y considerado muy valioso en el mundo. Pero si están pensando en ponerlo a la venta, existen algunas leyes que prohíben esta práctica

La legislación argentina establece que los meteoritos que ingresan al territorio argentino son bienes culturales y como tales está prohibida la importación, la exportación y la transferencia ilícitas de estos cuerpos celestes.

Mientras la roca se encuentre en el espacio, es considerada patrimonio de la humanidad, pero una vez que ingresa en la atmósfera la cosa cambia. Durante muchos años fue considerado una cosa mueble, es decir que podía ser apropiado y tenía un dueño. Pero luego se redactó la ley 26.306, que les daba una protección extra a estas rocas cuando ingresaban al territorio nacional: se transformaron en bienes culturales. Es decir que tienen una protección similar a las obras de arte o a los restos arqueológicos.

Además, quedan comprendidos dentro de los efectos y alcances de la Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, la exportación y la transferencia ilícitas de bienes culturales, aprobada por Ley Nº 19.943 y por la Convención de UNIDROIT sobre Objetos Culturales Robados o Exportados Ilegalmente, aprobada por Ley Nº 25.257.