Video: una ola de mangas marinas y tornados azota Emiratos Árabes Unidos y deja escenas de caos

Tormentas severas se intensificaron sobre el golfo Pérsico y áreas continentales, con lluvias extremas, granizo y fenómenos poco frecuentes para la región.

En las últimas horas, Emiratos Árabes Unidos quedó bajo el impacto de un episodio meteorológico de alta severidad, con tormentas muy intensas que se formaron sobre el golfo Pérsico y avanzaron hacia zonas urbanas densamente pobladas. Medios locales y reportes oficiales coincidieron en señalar mangas marinas bien definidas frente a la costa, precipitaciones torrenciales y ráfagas violentas, en un contexto de marcada inestabilidad atmosférica.

El Centro Nacional de Meteorología (NCM) del país explicó que el evento estuvo asociado a una profunda baja presión en niveles medios, combinada con aire extremadamente cálido y húmedo en superficie. Esta configuración generó un entorno propicio para tormentas convectivas severas, con desarrollo vertical explosivo y fuerte actividad eléctrica.

Mangas marinas y tornados en un entorno poco habitual

Las mangas marinas se desarrollaron sobre aguas con temperaturas elevadas y alta humedad, un rasgo característico del golfo Pérsico que potencia la convección cuando la atmósfera se vuelve inestable. Varias de estas estructuras fueron claramente visibles desde la costa, generando alarma entre residentes y navegantes.

tromba
Las trombas marinas son fenómenos meteorológicos similares a tornados que se forman sobre el agua, causando daños significativos si tocan tierra, afectando barcos y estructuras costeras.

En algunos casos, las mangas lograron tocar tierra, transformándose en tornados de corta duración pero con suficiente intensidad como para levantar polvo, escombros y provocar daños menores. Desde el punto de vista meteorológico, la presencia de cizalladura del viento en capas bajas fue un factor clave para explicar la rotación observada en ciertas tormentas.

Lluvias extremas y granizo: el mayor impacto urbano

Las precipitaciones intensas se convirtieron en el principal factor de impacto, con acumulados muy elevados en pocas horas, muy por encima de los promedios habituales para la región. En ciudades como Dubái y Abu Dabi se registraron calles anegadas, interrupciones en el tránsito y demoras en el transporte público, según informaron medios locales.

El granizo apareció asociado a las tormentas más intensas, con reportes de piedras de tamaño moderado a grande que dañaron vehículos y estructuras livianas. Este fenómeno, poco frecuente en climas desérticos, evidencia la potencia de las corrientes ascendentes dentro de las nubes, capaces de sostener partículas de hielo a gran altura.

Un episodio que reaviva las alertas meteorológicas

Desde el NCM advirtieron que la atmósfera continúa mostrando condiciones favorables para tormentas severas, con altos valores de inestabilidad y humedad persistente. Por ese motivo, se mantienen alertas activas ante la posibilidad de nuevos eventos, especialmente en zonas costeras y áreas urbanas vulnerables a inundaciones repentinas.

Para los meteorólogos, el episodio confirma que incluso regiones dominadas por climas áridos pueden experimentar tormentas severas de alto impacto cuando se alinean los ingredientes atmosféricos adecuados. El calentamiento regional y la mayor disponibilidad de humedad actúan como amplificadores de eventos extremos, obligando a reforzar los sistemas de monitoreo y alerta temprana.

Los especialistas remarcan que este tipo de episodios no es completamente inédito, pero la frecuencia y la intensidad observadas en los últimos años resultan llamativas. En particular, la combinación de lluvias extremas, granizo y fenómenos tornádicos en un corto lapso plantea desafíos crecientes para la gestión del riesgo.

Mientras avanzan las evaluaciones de daños y la normalización de servicios, el foco permanece puesto en la evolución de la atmósfera durante las próximas jornadas. El episodio deja una señal clara: la variabilidad meteorológica en el golfo Pérsico está aumentando y la adaptación urbana y la anticipación meteorológica serán claves frente a escenarios cada vez más complejos.