Fotos de la Luna: guía completa para tomar las mejores imágenes de nuestro satélite
En Meteored somos fanáticos de la Luna. Si compartís nuestra misma pasión, te dejamos esta completa guía con consejos, trucos y técnicas para aprovechar al máximo tu próxima oportunidad de fotografiar la Luna.

La fascinación por las escenas nocturnas iluminadas por la Luna, es un impulso fotográfico casi instintivo. Si bien nuestro satélite natural se encuentra a más de 380 mil kilómetros de distancia, no solo es el objeto celeste más accesible y tentador para los fotógrafos y astrofotógrafos, sino para todo humano en la Tierra que quiere capturar de manera permanente esa vista única que nos brinda la calidez de la Luna, en una foto.
Con algunas técnicas básicas y práctica, pronto podrás tomar excelentes fotos de la Luna. Siempre empieza experimentando con el equipo que ya tienes en lugar de invertir en dispositivos nuevos. Necesitarás familiarizarte con la configuración óptima, que variará según factores relacionados con tu cámara y el tipo de imagen que quieras capturar.
Foto de la Luna: con la cámara del celular
Te vamos a guiar para que puedas sacar la mejor fotografía posible con la cámara de tu celular. El primer paso es buscar algo para estabilizar tu teléfono, lo ideal es un trípode, y sino apóyalo sobre una superficie firme. La composición es importante al tomar la foto. Busca objetos en primer plano para enmarcar la Luna, dar contexto o complementar el diseño de la imagen.
Apaga el flash y enfoca la cámara en la Luna en lugar del cielo, generalmente tocándola en la pantalla. Para evitar una imagen sobreexpuesta, borrosa y blanca, reduce el brillo. La Luna debe verse gris, no blanca. Si puedes distinguir algunos detalles lunares en la pantalla, mejor aún. Si tu teléfono tiene temporizador, úsalo para evitar tocarlo o moverlo bruscamente al tomar la foto.

Puedes intentar tomar las fotos cuando la Luna no brille demasiado más que el cielo, como al amanecer o al atardecer, para que la cámara de tu teléfono tenga menos contraste que procesar. También puedes intentar tomar una foto cuando la Luna salga por el horizonte, que es cuando suele verse más grande, (en una próxima nota te contaremos por qué se da esa ilusión óptica en la puesta y salida).
El zoom puede ser útil o no, dependiendo de tu teléfono. Algunos teléfonos tienen zoom óptico real, pero otros tienen zoom digital y solo recortan la imagen; esto último lo puedes hacer tú mismo después de tomar la foto. Experimenta con el zoom para determinar si te ayudará a fotografiar la Luna.
Si tu teléfono te permite cambiar ajustes como el ISO (sensibilidad a la luz) y la apertura (el tamaño de la abertura que deja entrar la luz), intenta bajar el ISO y abrirlo mucho. Si es posible, también puedes jugar con la velocidad de obturación para asegurarte de que la Luna esté bien expuesta. Empieza con una velocidad de obturación rápida y ve reduciéndola.
Foto de la Luna: con la cámara digital
Una cámara digital te ofrece muchas más opciones que la cámara de un teléfono. Tendrás más ajustes con los que experimentar y más formas de componer la toma, ya que la cámara puede capturar fácilmente detalles tanto del cielo como del suelo.
Si tienes una cámara réflex digital, úsala; si no, puedes tomar una buena foto de la Luna con el equipo que tengas a mano. Si es posible, toma las fotos en formato RAW para tener las mejores opciones para editarlas después.
Primero, decide qué objetivo quieres lograr con tus fotografías. ¿Quieres mostrar la Luna enmarcada por árboles, o cómo cambian las fases lunares a lo largo del mes, o capturar el color naranja de la Luna cuando se cierne justo sobre el horizonte?
Ahora es el momento de empezar a experimentar con tu cámara, así que ponla en modo manual. No tengas miedo de cambiar los ajustes; ¡para eso están! Los tres parámetros con los que debes familiarizarte son la apertura (número f), el tiempo de exposición (velocidad de obturación) y el ISO.

La apertura (número f) es el tamaño de la abertura del obturador que permite el paso de la luz a la cámara. Los números más bajos, como f/2, indican aberturas mayores que los números más altos, como f/12. El tiempo de exposición (velocidad de obturación) es el tiempo durante el cual la luz entra en la cámara. El ISO controla la sensibilidad a la luz de la cámara. Se puede considerar como un control de volumen que aumenta o disminuye la sensibilidad.
Existen varias ventajas y desventajas entre estas tres configuraciones. Si bien una mayor apertura (número f menor) permite la entrada de más luz, también reduce la profundidad de campo, lo que a veces dificulta enfocar la Luna. Además, provoca que los elementos cercanos de la composición (como los árboles) aparezcan más desenfocados, un efecto que puede resultar deseable y conocido como bokeh.
Una exposición más larga permite la entrada de más luz, pero también aumenta la probabilidad de que el movimiento de la cámara o una atmósfera inestable produzcan imágenes borrosas.
Por otro lado, un ISO más alto incrementa tanto la sensibilidad de la cámara como la cantidad de ruido electrónico en la imagen. Un ISO más alto puede hacer que la imagen sea más brillante, pero también la hará más granulada. La clave está en encontrar el equilibrio adecuado entre los efectos deseados y los que no se buscan.
Dicho esto, los fotógrafos lunares tienen una regla práctica llamada "Looney 11" que puede servir como punto de partida para fotografiar la Luna. Básicamente, consiste en ajustar la apertura a f/11 y mantener el ISO y el tiempo de exposición iguales. Así, si el ISO es 100, el tiempo de exposición sería 1/100. Si el ISO es 200, el tiempo de exposición sería 1/200. Conviene usar un ISO bajo, ya que la Luna es muy brillante; 100 es un buen punto de partida para tus experimentos.
Foto de la Luna: con cámara y telescopio
Al fotografiar la Luna con un telescopio, las opciones lógicamente se amplían. Puedes capturar el relieve característico, como sus montañas y cráteres. La composición se centra en la Luna misma, sin la influencia de estructuras terrestres, pero acompañada de estrellas brillantes e incluso planetas, si se encuentran cerca.
Es posible que puedas capturar una imagen de la Luna simplemente apuntando tu teléfono o cámara al ocular de un telescopio. Esto requiere práctica y algo de suerte. A menos que el telescopio tenga una montura motorizada que le permita seguir el movimiento del cielo, tendrás que estar listo rápidamente.

Con un ocular de alta potencia, la Luna puede desaparecer del campo de visión en tan solo 30 segundos. Algunas personas con buen pulso logran una buena toma simplemente sosteniendo el teléfono o la cámara frente al ocular, pero no te sorprendas si te resulta difícil apuntar directamente al centro del tubo. También puedes comprar un adaptador que sostendrá el teléfono o la cámara ligera en la posición correcta.
Pon tu cámara en modo manual. En lugar de enfocar con la cámara, usarás los mandos de enfoque del telescopio. La apertura de un telescopio es fija y suele indicarse en su descripción. Un “refractor de 85 mm f/7”, por ejemplo, es un telescopio con una lente de 85 mm de diámetro y una distancia focal siete veces mayor, es decir, unos 600 mm. La velocidad de obturación y la sensibilidad ISO son los dos ajustes que la cámara puede controlar.
Con un poco más de equipo, puedes probar la fotografía a foco primario, en la que el cuerpo de una cámara réflex digital se acopla directamente al tubo del telescopio y lo usa como objetivo. Necesitarás un anillo T (que se coloca en la cámara donde normalmente se acopla el objetivo) y un adaptador T de foco primario (que se inserta en el extremo del tubo del telescopio y utiliza el anillo T para acoplar la cámara). El anillo T es específico para tu modelo de cámara, y el adaptador T está diseñado para modelos específicos de telescopio.

Si tu cámara tiene modo de visualización en directo, enfocar y componer será más fácil, y evitará que el mecanismo del espejo interno mueva la cámara al tomar la foto. Para evitar vibraciones internas, activa el modo de visualización en directo o la opción de bloqueo del espejo, si está disponible. También puedes conectar la cámara a una laptop mediante un cable USB y el software del fabricante. La pantalla más grande de una laptop facilita aún más el enfoque, y este puede usarse como disparador remoto.
Dado que puedes ver lo que registra el sensor de la cámara, la previsualización en directo facilita el ajuste de la exposición y la sensibilidad ISO. Estos ajustes dependen en gran medida del telescopio, por lo que tendrás que experimentar, pero en general, conviene usar una velocidad de obturación rápida, ya que el campo de visión estrecho del telescopio magnifica los efectos de las vibraciones, la turbulencia atmosférica y el movimiento de la Luna. Sin embargo, un inconveniente importante de la previsualización en directo es que su uso prolongado puede calentar el sensor, lo que añade ruido electrónico a las imágenes.
Con toda esta información, esperamos haber encendido el entusiasmo para capturar la Luna con el equipo fotográfico que tengas disponible. Recuerda que la clave reside en disfrutar el proceso de ensayo y error. Si bien la astrofotografía lunar exige práctica y perseverancia, nuestra bella Luna siempre estará allí, esperando (salvo en la noche de fase de Luna Nueva o por la inevitable interferencia de las nubes).
Referencia de la noticia
"Lunar Photography Guide". Science NASA.