China llevará peces al espacio para entender los procesos biológicos en microgravedad

Esta audaz iniciativa tiene como objetivo estudiar cómo los peces interactúan con microorganismos en un ecosistema cerrado y, al mismo tiempo, obtener información valiosa sobre la pérdida ósea en los astronautas durante sus viajes espaciales.

Zhang Wei, asistente del comandante en jefe del programa espacial chino dio a conocer este emocionante proyecto durante un seminario celebrado en Beijing. Aunque aún no se han revelado los detalles específicos sobre la línea de tiempo y el equipo involucrado en el experimento, esta innovadora misión promete revolucionar nuestra comprensión de los desafíos que implica la microgravedad y garantizar esfuerzos futuros de exploración espacial más seguros.

Enviar animales al espacio no es algo nuevo, ya que tanto la NASA como la antigua Unión Soviética han llevado a cabo experimentos similares en el pasado. Por ejemplo, en 2012, envió el Hábitat Acuático (AQH) a la Estación Espacial Internacional, con la intención de estudiar los efectos de la microgravedad en la vida marina. En esa ocasión, los científicos trabajaron con un grupo de medaka, un pequeño pez de agua dulce originario de Japón.

Además, en 1976, la Unión Soviética también envió el pez cebra (Danio rerio) a bordo de la misión Soyuz 21, llevando a cabo experimentos para observar cómo se adapta el pez cebra a un ambiente con microgravedad. Esta larga historia de enviar animales al espacio incluye desde perros y monos hasta ratones, tortugas y arañas.

¿Por qué el pez cebra?

El pez cebra se destaca como un organismo modelo ideal para la investigación biomédica. Su genoma totalmente secuenciado, la facilidad para manipular su material genético, la alta tasa de reproducción, la fertilización externa, su rápido desarrollo y los embriones prácticamente transparentes los convierten en candidatos excepcionales para estudiar procesos biológicos y enfermedades humanas en el entorno del laboratorio.

Entre las ventajas que ofrece el pez cebra para la investigación biomédica, se encuentra su capacidad para desarrollar todos los órganos esenciales involucrados en el metabolismo, lo que permite el estudio de diversos trastornos metabólicos humanos. Enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, el hígado graso no alcohólico, la dislipidemia y las enfermedades hepáticas se pueden investigar utilizando al pez cebra como un valioso modelo, lo que proporciona información crucial sobre estas condiciones de salud.

Avances

La salud de los astronautas en largos viajes espaciales, como un posible viaje a Marte, es un desafío crucial para la exploración espacial. La exposición a la radiación y el entorno espacial puede tener efectos adversos en la salud humana, incluida la atrofia muscular, la pérdida ósea y la visión borrosa. Inspirados por la hibernación de los peces cebra, científicos de la Queen's University Belfast investigan cómo la hibernación inducida podría proteger a los astronautas.

Los científicos sometieron a un grupo de peces a un letargo inducido, mientras que otro grupo sirvió como control, y ambos grupos fueron expuestos a niveles de radiación similares a los que se esperaría en un viaje a Marte. Los resultados mostraron que los peces cebra en hibernación experimentaron una menor actividad metabólica, lo que les proporcionó efectos protectores contra la radiación, reduciendo el estrés oxidativo y mejorando la detección y eliminación de proteínas mal plegadas.

Además de los beneficios para la salud, la hibernación podría reducir la cantidad de recursos necesarios para los viajes espaciales y disminuir la masa de las naves espaciales en un tercio, lo que lo convierte en un área interesante de estudio para futuras exploraciones espaciales. A medida que la ciencia continúa avanzando y las técnicas moleculares siguen evolucionando, el pez cebra seguramente mantendrá su importancia como modelo biomédico clave para las futuras investigaciones.