El desbordamiento de un lago glaciar en Alaska no hubiera sido posible sin el cambio climático

A principios de agosto te contamos cómo un lago glaciar en Alaska desbordaba y arrastraba casas a su paso. El fenómeno sorprendió porque se lo creía poco probable. Ahora se sabe que el cambio climático está disparando este tipo de eventos.

Mendenhall
El glaciar Mendenhall es un atractivo turístico en la zona de Juneau, en Alaska. El desborde de su lago glaciar a principios de agosto causó severos daños.

Entre el 4 y el 6 de agosto de 2023, una crecida desbordada de un lago de agua de deshielo glaciar envió cantidades récord de agua al lago Mendenhall y al río Mendenhall en dirección a Juneau, en Alaska. Como resultado se produjeron inundaciones repentinas en los alrededores de esta ciudad. Una casa terminó derrumbándose en el río, en un evento que se creía que tenía menos de 1% de probabilidad de ocurrir, algo que te contamos en Meteored.

La probabilidad de que ocurriera un evento de este tipo se creía que era menor al 1%.

En febrero de este año también te habíamos contado por qué los lagos glaciares son una amenaza para millones de personas. Y los hechos de Alaska comprobaron esa afirmación. Según la oficina del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) en Juneau, la región no había sufrido inundaciones de este tipo en el pasado. Las aguas de las inundaciones arrastraron efectivamente árboles y varios edificios hacia el río mientras se producía una importante erosión.

En declaraciones a Climate.gov, Rick Thoman, especialista en clima de Alaska del Centro de Evaluación y Política Climática de Alaska indicó que "en un fin de semana se han producido décadas de erosión. Los edificios que cayeron al río y los que ahora son inhabitables, no estaban justo al lado antes de ese evento". Ese día el manómetro del lago alcanzó los 5 metros de altura, no solo superando los récords anteriores, sino los valores que se consideraban los máximos posibles, generando un caudal que no se imaginaba posible.

La zona sufre un gran calentamiento

Una inundación tan extrema que sólo tiene menos de 1% de probabilidades de producirse cada año se denomina a veces "inundación de 1 en 500 años".

Pero un evento de 1 en 500 años no significa que estos eventos sólo puedan ocurrir una vez cada 500 años, sólo que durante largos periodos de tiempo, la frecuencia media de retorno sería cada 500 años. La inundación que siguió a este estallido fue equivalente a un evento de 500 años a través del valle de Mendenhall.

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La pregunta es entonces por qué se produjo este evento tan extremo y tan poco probable. Lo cierto es que Alaska se ha calentado el doble de rápido que el resto de Estados Unidos en las últimas décadas. En el último siglo, la temperatura media anual de Alaska ha aumentado 5,6 °C y la tendencia general sigue al alza, según datos de los Centros Nacionales de Información Medioambiental de la NOAA.

Los científicos han atribuido el retroceso, el deshielo y el adelgazamiento de los glaciares en el último siglo al calentamiento del clima de la Tierra.


Los glaciares de Alaska se encuentran entre los que más rápido se derriten de la Tierra y han sufrido un fuerte declive desde finales de los años ochenta, según el Centro de Ciencias Climáticas de Alaska (AK CSC). No todos los glaciares en retroceso de Alaska corren el riesgo de sufrir estas inundaciones por desbordamiento de lagos glaciares, pero los que sí lo están pueden tener consecuencias muy graves aguas abajo.

Un peligro latente

Este tipo de inundaciones pueden producirse de diferentes maneras, pero todas comienzan con un lago de agua de deshielo o de escorrentía de lluvia cuyo drenaje queda bloqueado por una presa de hielo. Cuando la presa se rompe, el lago puede desaguar repentinamente en un pulso masivo y muy destructivo.

Un dato inquietante es que para el valle de Mendenhall, las inundaciones por desbordamiento de lagos glaciares son un fenómeno relativamente nuevo, pero se han convertido en un acontecimiento anual desde 2011, cuando se produjo el primer desbordamiento.

Retraccion del glaciar Suicide
En la imagen se observa el retroceso del glaciar Suicide, afluente del Mendenhall, en dos imágenes con 125 años de diferencia.

En la foto de arriba de este texto se puede ver cómo el glaciar Suicide, que fluye hacia el Mendenhall, era mucho más grande en el pasado. Las imágenes logran comparar un período de 125 años y muestra cómo se ha desarrollado un lago glaciar en el terreno perdido que suma trozos de hielo del glaciar en retirada. Durante la estación cálida, la nieve derretida, las precipitaciones y el deshielo glaciar llenan esa depresión, que es represada de forma natural por el glaciar Mendenhall, creando un lago glaciar. Los desbordamientos se producen cuando el agua y el hielo represados por el glaciar Mendenhall se liberan repentinamente y fluyen río abajo.

El calentamiento global ha acelerado este proceso, que sumado a otros procesos del sistema hacen que se desarrollen este tipo de eventos, que pueden alcanzar la magnitud que ha sorprendido a todos a principios de agosto. Los científicos del NWS están investigando para conocer más sobre este proceso y poder predecirlo mejor, y también trabajan en otros lagos glaciares potencialmente peligrosos.