El tesoro científico que se esconde en Tandil y que (casi) nadie conoce

En 1947, el país necesitaba un punto firme para medirlo todo: su territorio, su altura, su vínculo con el mar. Lo encontró en Tandil, donde un monolito discreto sostiene, desde entonces, la referencia altimétrica de la Argentina.

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Entre las sierras y las piedras emblemáticas de Tandil, se esconde un punto que casi ningún visitante conoce. Crédito: Boom Travel

Entre piedras que parecen flotar y sierras que ondulan el horizonte, Tandil guarda un secreto que pocos visitantes descubren. No está en lo alto del Cerro El Centinela ni en la réplica de la Piedra Movediza. Está a los pies del Parque Independencia, y aunque no figura en los folletos turísticos, es uno de los puntos más precisos y valiosos del país: un monolito de piedra que define la altura de toda la Argentina.

A simple vista, el “Punto Altimétrico de Referencia Normal” (PARN) podría pasar por un bloque olvidado en un rincón de la ciudad serrana. Pero ese pequeño pilar, construido en 1947 por el Instituto Geográfico Nacional (IGN), tiene una tarea monumental: ser la referencia fija que permite saber a qué altura sobre el nivel del mar está cada lugar del país.

El PARN es la referencia altimétrica fija a la corteza terrestre vinculada con el mareógrafo de Mar del Plata, donde se definió el nivel medio del mar para la República Argentina”, explicó a Meteored Sergio Cimbaro, Director de Geodesia del IGN.

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El Punto Altimétrico de Referencia Normal (PARN), en Tandil, es la base sobre la que se calculan todas las alturas del país.

El problema era que el mareógrafo -instalado junto al puerto de Mar del Plata- no podía servir como punto de referencia permanente, porque el terreno costero está sujeto a movimientos y a la erosión marina. Por eso se construyó el monolito de Tandil, en un sitio geológicamente estable, que podía garantizar una referencia altimétrica fija a largo plazo.

"El PARN fue construido en el año 1947, los pilares que lo vinculan con el Mareógrafo de Mar del Plata fueron construidos entre 1947 y 1950, y la medición que se realizó desde el Mareógrafo de Mar del Plata hasta el PARN fue hecha en el año 1951”, detalló Cimbaro.

El vínculo entre ambos extremos, el mareógrafo costero y el monolito tandilense, se tendió entre 1947 y 1950. En 1951 se completó la nivelación precisa que unió, mediante una red de pilares, el vaivén del Atlántico con la solidez de la piedra serrana. Desde entonces, la “altura cero” del país tiene una dirección exacta: Mar del Plata, y una guarda silenciosa: Tandil.

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En un rincón de Tandil, el Instituto Geográfico Nacional resguarda el corazón de la altimetría argentina: un bloque de piedra que conecta la sierra con el mar.

Durante décadas, técnicos del IGN controlaron que esa referencia se mantuviera inalterable. Hoy, la vigilancia es más sofisticada. “El monitoreo se realiza a través de estaciones GNSS (Global Navigation Satellite System) permanentes, que nos permiten visualizar el movimiento de la corteza terrestre tanto en forma planimétrica como altimétrica”, contó Cimbaro a Meteored. Así, cualquier desplazamiento, por mínimo que sea, queda registrado en una red que cubre todo el territorio nacional.

Por qué importa saber cuán alto está cada lugar

Puede sonar abstracto, pero el impacto de este sistema es muy concreto. El país cuenta con una red de 34 mil mojones –pequeñas marcas en el terreno- que permite conocer con precisión la altitud de cada lugar, y que tienen como referencia al PARN ubicado en Tandil.

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"Hasta cuatro años de prisión a quien destruya esta señal", advierte el PARN en su lado superior.

Esa información es esencial para obras civiles, rutas, represas, aeropuertos, y también para algo mucho más cotidiano: prevenir desastres. “Permite conocer hasta dónde puede llegar el agua en diferentes localidades y, en algunos casos, determinar desde qué altura es seguro construir viviendas”, explicó Cimbaro.

Además, el nivel medio del mar se controla globalmente y sirve como termómetro del planeta. Los cambios en esa línea imaginaria -que el PARN ayuda a registrar de forma indirecta- exponen fenómenos como el derretimiento de glaciares o la expansión térmica de los océanos.

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En una ciudad famosa por sus piedras movedizas, hay una que no se mueve hace más de 70 años y sostiene la medida exacta de las alturas del país. Imagen: El diario de Tandil.

El Instituto Geográfico Nacional, creado en 1879, es un organismo descentralizado del Ministerio de Defensa. Es el encargado de mantener viva esta red invisible que sostiene al país sobre coordenadas firmes. Desde sus oficinas en Buenos Aires hasta sus puntos de medición en la Patagonia o la Puna, todo termina, de algún modo, enlazado con aquel pilar de Tandil.

Pocos turistas lo saben cuando caminan por la ciudad en busca de salamines y panorámicas. Pero a metros de donde comienza la sierra, se esconde un "tesoro científico sin brillos ni carteles: el monolito del IGN, que guarda la medida exacta de la altura argentina.