El tsunami del gran terremoto de Kamchatka continúa perturbando el Pacífico, incluso después de 48 horas
El evento sísmico, uno de los más potentes registrados en los últimos años, generó un tsunami que, aunque relativamente pequeño en comparación con la magnitud del sismo, aún afecta el nivel del mar en varias regiones del Pacífico.

Han pasado más de dos días desde el devastador terremoto de magnitud 8,8 que azotó la península de Kamchatka, y las aguas del océano Pacífico siguen mostrando signos de inquietud.
El sismo, uno de los más potentes registrados en los últimos años, generó un tsunami que, aunque relativamente pequeño en comparación con la magnitud del terremoto, aún afecta el nivel del mar en varias regiones del Pacífico. Un claro ejemplo de este fenómeno son los datos recopilados por la estación mareográfica de Crescent City, California, donde el nivel del mar aún no se había normalizado antes del sismo.
Los ecos del tsunami siguen activos en el Pacífico
Lo que observamos estos días es un fenómeno fascinante, más conocido como eco de tsunami. Cuando las primeras marejadas generadas por el terremoto impactaron las costas de los países del Pacífico, parte de la energía de las olas no se disipó, sino que se reflejó hacia el mar.
Japan right now as Tsunami waves begin.
— Saurabh Yadav (@saurabhydv676) July 30, 2025
It's massive OMG#Tsunami #earthquake #Japan pic.twitter.com/tb45pYP1bc
Estas ondas reflejadas continuaron viajando miles de kilómetros, cruzando el océano hasta alcanzar las costas opuestas, donde el proceso de reflexión se repitió. Este "rebote" de las ondas puede continuar durante varios días, manteniendo el tsunami activo mucho más allá de su desencadenamiento inicial.
Aunque la altura de las olas es ahora mínima, su presencia da testimonio de la extraordinaria capacidad del océano para transportar energía a lo largo de enormes distancias y durante periodos prolongados.
Las características de este fenómeno
Para comprender mejor este fenómeno, conviene pensar en el océano Pacífico como una gigantesca masa de agua. Cuando un terremoto submarino, como el de Kamchatka, perturba el lecho marino, genera olas que se propagan en todas direcciones.
Una vez que estas olas llegan a la costa, no desaparecen por completo; parte de su energía se absorbe o se dispersa, pero otra se refleja y regresa a mar abierto. Estas olas reflejadas pueden recorrer miles de kilómetros, interactuando con otras costas y el fondo marino, generando a su vez nuevos reflejos.

Este proceso puede repetirse varias veces, con las olas perdiendo energía progresivamente, pero continuando su influencia en el nivel del mar durante días. En el caso del terremoto de Kamchatka, la amplitud de las olas reflejadas ha disminuido, pero su persistencia es un recordatorio de la fuerza del evento inicial y la complejidad de la dinámica oceánica.
Monitoreo de estaciones mareográficas
Las estaciones de mareógrafos, como la de Crescent City, desempeñan un papel crucial en el monitoreo de tsunamis y sus efectos a largo plazo. Estos instrumentos registran los cambios del nivel del mar en tiempo real, proporcionando datos valiosos para evaluar la evolución de los eventos y su impacto en las costas.
En el caso actual, las oscilaciones detectadas en Crescent City, si bien no representan un peligro inmediato, ponen de relieve cómo el océano puede tardar días en volver a un estado de calma.
Este episodio nos invita a reflexionar sobre la importancia de la investigación científica y la cooperación internacional en el monitoreo y gestión de los riesgos naturales.