La gripe aviar elimina a la mitad de las hembras de la mayor colonia de elefantes marinos del planeta

Una cepa altamente patógena de influenza aviar se ha expandido hacia mamíferos marinos y desencadenó una mortandad sin precedentes en la mayor población mundial de elefantes marinos en las Georgias del Sur. La mitad de las hembras adultas ha desaparecido.

Elefantes marinos
La colonia de elefantes marinos en la mayor isla de las Georgias del Sur es la más grande del mundo. Ahora la gripe aviar la está diezmando al punto que han desaparecido la mitad de las hembras. Imagen: Oceanwide.

La magnitud del impacto sorprendió incluso a los equipos de campo que monitorean cada temporada reproductiva. La colonia de elefantes marinos, ubicada en la zona subantártica, en las islas Georgias del Sur, mostraba estabilidad histórica hasta que el virus apareció de manera abrupta y silenciosa. Los científicos coinciden en que la rápida propagación evidencia que la variante actual posee una capacidad inusual para adaptarse a nuevos hospedadores.

La mitad de las hembras de la mayor colonia de elefantes marinos del planeta en las islas Georgias del Sur ha desaparecido en semanas: un virus que antes circulaba casi exclusivamente en aves está invadiendo el océano a una velocidad que no tiene precedentes.

En los reportes recientes, la Organización Mundial de Sanidad Animal describe un aumento pronunciado de detecciones del virus en mamíferos durante 2025. El salto hacia grandes especies marinas marca un punto crítico, ya que su tamaño social y su comportamiento colonial facilitan la transmisión. La pérdida masiva de hembras altera la estructura reproductiva y pone en riesgo la continuidad de varias generaciones.

Estudios publicados en medios científicos confirman que el linaje viral dominante pertenece a la versión 2.3.4.4 b, conocido por causar mortalidades masivas en aves migratorias. Su llegada al ecosistema marino sudamericano, posiblemente a través de rutas de aves oceánicas, demuestra que la influenza aviar ha adquirido una movilidad global sin precedentes.

El derrumbe de una población clave

La desaparición de la mitad de las hembras adultas representa una amenaza grave para la viabilidad a largo plazo de la colonia. Las hembras sostienen el ciclo reproductivo, y una caída tan abrupta provoca un quiebre inmediato en el equilibrio demográfico, tal como señala National Geographic. Los especialistas consideran que este nivel de pérdida no tiene antecedentes documentados para la especie.

La reproducción de los elefantes marinos depende de intervalos cortos y sincronizados de cría. Cualquier reducción significativa en el número de hembras provoca que generaciones enteras queden truncadas. La presión añadida de un virus que se transmite con rapidez agrava el problema y reduce el tiempo disponible para implementar estrategias de mitigación.

Los investigadores temen que el virus continúe circulando en la colonia durante los próximos ciclos reproductivos. Si la variante logra mantenerse activa en la población, el impacto podría extenderse por años y comprometer no solo a esta colonia, sino también a otras conectadas por movimientos migratorios.

Cómo llegó el virus al océano

Los reportes científicos recientes indican que las aves migratorias siguen siendo el vector principal del linaje H5N1 que afecta hoy a mamíferos marinos. Investigaciones publicadas muestran que la introducción en Sudamérica se produjo a finales de 2022, cuando la variante cruzó desde el hemisferio norte impulsada por rutas migratorias que unen continentes a través del Pacífico y el Atlántico.

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El cambio climático también desempeña un papel importante en este escenario. Las alteraciones en la disponibilidad de alimento y los cambios en la temperatura del agua obligan a especies marinas y aves costeras a modificar sus rutas, generando contactos que antes eran infrecuentes. Este nuevo solapamiento amplifica las oportunidades de transmisión viral.

Además, el crecimiento del turismo costero y ciertas actividades pesqueras ha incrementado la interacción con la fauna marina. Estos factores se combinan con un virus que ha demostrado una capacidad creciente para infectar mamíferos, lo que sugiere que podría estar atravesando un proceso de adaptación que requiere vigilancia constante. Aunque el riesgo para humanos es considerado bajo en la actualidad, la presencia sostenida del virus en mamíferos es una condición que preocupa a epidemiólogos porque aumenta las probabilidades de futuras mutaciones relevantes.