¿La soja es perjudicial para la salud? El veredicto de los científicos

Según autoridades francesas, la soja debe consumirse dentro de ciertos límites, especialmente entre los grupos vulnerables, debido a la presencia de isoflavonas. ¿Se trata de una alarma justificada o de una precaución excesiva?

Planta de soja
La soja es una planta perteneciente a la familia Fabaceae, que también incluye plantas como los frijoles, las lentejas y los guisantes.

La soja está cada vez más presente en nuestros platos, pero su consumo por parte de grupos vulnerables como los niños suele plantear dudas.

Según la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria, Medioambiental y Laboral (ANSES), la ingesta de isoflavonas, compuestos naturales presentes en la soja y sus derivados, debe ser estrictamente limitada.

Las isoflavonas son fitoestrógenos, moléculas con una estructura similar a la de los estrógenos, lo que ha generado interés en sus posibles beneficios para la salud, como aliviar los síntomas de la menopausia, fortalecer los huesos y prevenir ciertos tipos de cáncer, y preocupación por su potencial para alterar el sistema hormonal, especialmente en los niños.

Estudios en animales son cruciales para identificar los riesgos asociados a las isoflavonas

Según un estudio publicado en el Journal of Pediatric Endocrinology and Metabolism, en Francia se ha establecido un valor de referencia toxicológico diario (VRT) para estas sustancias: 0,02 mg por kilogramo de peso corporal para la población general y 0,01 mg por kilogramo para los grupos vulnerables, incluidos los niños antes de la pubertad.

Sin embargo, los investigadores estimaron que estos límites se excedían en el 53-76 % de los niños de 3 a 18 años, así como en el 47 % de los adultos mayores de 18 años.

Soja
La soja puede tener efectos negativos para la salud si se consume en exceso o por personas con determinadas afecciones médicas.

Estos valores, obtenidos mediante un enfoque de precaución, se basan principalmente en estudios con animales, lo que plantea dudas en cuanto a su aplicabilidad directa a los seres humanos.

Sin embargo, presentan varias limitaciones que pueden dificultar la extrapolación a los humanos, como las diferencias metabólicas.

Muchos estudios utilizan dosis extremadamente altas de isoflavonas que exceden con creces la ingesta humana típica, lo que puede exagerar efectos que no ocurren con niveles dietéticos normales.

Una perspectiva tranquilizadora en los humanos

A diferencia de lo que sugieren los estudios en animales, la evidencia en humanos ofrece una perspectiva más tranquilizadora sobre los posibles daños de la exposición a las isoflavonas.

Otros estudios han concluido que el consumo de soja durante la infancia no está asociado con la aparición temprana de la pubertad ni con cambios en la edad de la menarquia.

Estos resultados contradicen las preocupaciones iniciales basadas en estudios en animales, que sugerían que los fitoestrógenos en las fórmulas de soja podrían alterar el desarrollo hormonal.

Además, los datos humanos muestran consistentemente que el consumo de soja durante la infancia no supone un riesgo para el desarrollo de la pubertad normal.

Los niños alimentados con fórmulas de proteína de soja no mostraron efectos hormonales similares al estrógeno y los marcadores del metabolismo óseo se mantuvieron dentro de valores normales.

Referencia de la noticia:

Giampietro PG, Bruno G, Furcolo G, Casati A, Brunetti E, Spadoni GL, Galli E. "Soy protein formulas in children: no hormonal effects in long-term feeding." J Pediatr Endocrinol Metab (2004)