Más lápiz y menos teclado: escribir a mano mejora la coordinación y el aprendizaje en niños y adultos

Si escribimos en un teclado, podríamos perder los beneficios cognitivos y neuromotores que brinda la escritura tradicional con lápiz y papel.

Tradicional vs digital
Escribir a mano genera una conectividad generalizada en muchas regiones del cerebro, mientras que al utilizar el teclado, la conectividad es mínima o nula.

En 1868 cuando Christopher Latham Sholes patenta la primera máquina de escribir moderna, dispuso las teclas en lo que se conoce como la distribución QWERTY con el fin de escribir más rápido.

La disposición de teclas QWERTY se convirtió en el estándar global en las máquinas de escribir, ya que reducía la chance de que se atascaran los tipos cuando se pulsan muy rápido. Con esta disposición de las teclas, se separaban al máximo los caracteres que más usamos, y se dejaban en el centro las teclas que habitualmente se usan menos. Si bien hoy la tecnología ha avanzado, el QWERTY sigue entre nosotros en ordenadores de escritorio, laptops y hasta en las pantallas táctiles de teléfonos móviles y tabletas.

Casi 150 años más tarde, investigaciones sugieren que tomar notas de la manera tradicional (con lápiz y papel o incluso lápiz y tableta), es la mejor manera de aprender, especialmente para niños pequeños. Y ahora los científicos finalmente están entendiendo el por qué.

Diferencias en la actividad cerebral

Un reciente estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU), monitoreó la actividad cerebral en estudiantes que tomaron notas y halló que aquellos que escribían a mano tenían niveles más altos de actividad eléctrica en una amplia gama de regiones cerebrales interconectadas responsables del movimiento, la visión, procesamiento sensorial y memoria.

Es que, al tomar notas manuscritas, con frecuencia es imposible escribir “todo lo que dice el profesor”. Entonces los estudiantes tienen que prestar atención activa a la información entrante y procesarla, y esta acción consciente de construir sobre el conocimiento existente puede facilitar mantenerse comprometido y comprender nuevos conceptos.

Esta investigación, tomó como base un estudio de 2014 que sugería que “las personas que toman notas por computadora escriben sin pensar”, ya que la información pasa por los oídos y sale por la punta de los dedos, pero no es procesada por el cerebro”.

Escribir vs. teclear

Para entender las diferencias específicas de la actividad cerebral durante la toma de notas escritas o por teclado, los investigadores de NTNU elaboraron un dispositivo que contenía 256 sensores que registraron la actividad cerebral de 36 estudiantes mientras escribían con un lápiz digital o tecleaban 15 palabras del juego Pictionary que se mostraban en una pantalla.

Estudio noruego
Dos participantes del estudio noruego donde se halló que escribir en el teclado puede ser más rápido pero menos estimulante para el cerebro que tomar notas a mano

Cuando los estudiantes escribieron las palabras a mano, los sensores detectaron una conectividad generalizada en muchas regiones del cerebro. Sin embargo, al utilizar el teclado, se registró una actividad mínima o nula en las mismas áreas.

“Cuando se está tecleando, el movimiento simple de los dedos está involucrado en la producción de cada letra, mientras que cuando se escribe a mano se siente que la sensación corporal de producir una letra “A” es completamente diferente de producir una letra “B", señala Audrey van der Meer, directora del estudio. “Los niños que han aprendido a leer y escribir tocando una tableta digital, a menudo tienen dificultades para distinguir letras que se parecen mucho entre sí o que son imágenes especulares, como sucede con las letras “b” y ”d”, afirma van der Meer.

Reforzar la memoria

Estos hallazgos se suman a un creciente cuerpo de evidencia que resalta la importancia de enseñar a los niños a escribir a mano palabras y dibujar imágenes.

Es que existe un vínculo realmente claro entre la acción motora que se está logrando y el reconocimiento visual y conceptual de lo que se está creando. Al escribir una palabra, se mejora su comprensión perceptiva y se reconoce que se usa el sistema motor para crearlo. Este proceso retroalimenta al sistema visual, donde se procesa nuevamente y se fortalece la conexión entre una acción y las imágenes o palabras asociadas con ella. Es un proceso similar a imaginar algo y luego crearlo: cuando materializas algo de tu imaginación (escribiéndolo, dibujándolo o construyéndolo), se refuerza el concepto imaginado y ayuda a que permanezca en la memoria.

Conexiones neuronales
La escritura a mano mejora el aprendizaje y la memoria, activando numerosas áreas del cerebro. Al procesar la información se fortalece la comprensión lectora y la consolidación de ideas.

Este fenómeno ha sido bien estudiado anteriormente. Una investigación hizo que sujetos memorizaran una lista de verbos, y a un grupo se les indicó que realizaran la acción correspondiente, mientras que al otro grupo se les indicó realizar una acción no relacionada o ninguna. Aquellos que transformaron la información en acción, favorecieron la fijación del concepto a través de las vastas redes neuronales del cerebro, lo que hizo que haya sido mucho más fácil acceder a esa información que al grupo que no “reforzó su memoria”.

Escribir a mano para aprender

Diferentes estudios han demostrado que los niños parecen aprender mejor cuando se les pide que produzcan letras u otros elementos visuales usando sus dedos y manos de manera coordinada, algo que no se puede replicar tocando una pantalla o presionando un teclado. La escritura a mano mejora el reconocimiento de letras en niños en edad preescolar y los efectos del aprendizaje a través de la escritura, y son más persistentes en el tiempo que otras experiencias de aprendizaje.

Escribir a mano
Cuando un niño escribe a mano, experimenta que la sensación corporal de producir una letra “A” es muy diferente a la de producir una letra “B”

La importancia de este estudio es que funciona como un disparador para entender la forma en que aprendemos, en cómo cambian las conexiones de la región del cerebro con el tiempo y cuándo estas conexiones son más importantes para el aprendizaje.

Si bien la tecnología es considerada una aliada en el aula, las personas suelen delegar cada vez más los procesos de pensamiento a los dispositivos digitales, en lo que se conoce como un proceso de “descarga cognitiva”, se utilizan teléfonos inteligentes para recordar tareas o tomar una foto en lugar de memorizar información. Nuestra dependencia de un GPS para transitar por una ciudad es un ejemplo típico de descarga cognitiva: es útil, pero esto significa menos trabajo para el cerebro. Y si no estamos utilizando activamente estas áreas del cerebro, se deteriorarán con el tiempo, ya sea la memoria o las habilidades motoras.

descarga cognitiva
Delegamos cada vez más los procesos de pensamiento a dispositivos digitales como el GPS, y esto genera un proceso de “descarga cognitiva”, todo lo contrario a aprender.

Van der Meer dice que algunos funcionarios en Noruega están avanzando hacia la implementación escuelas completamente digitales. Ella afirma que los maestros de primer grado le han comentado que los niños apenas saben cómo sostener un lápiz, lo que sugiere que no estaban coloreando dibujos o armando rompecabezas en el jardín de infantes. De esta forma, se están perdiendo oportunidades que pueden ayudar a estimular sus cerebros en crecimiento.

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