Playas infinitas y sin gente: el destino bonaerense ideal para desconectar de verdad este verano
Casi en el límite entre Buenos Aires y Río Negro, "La Chiquita" es un tesoro natural de más de 20 kilómetros de playa virgen donde no se agolpan multitudes y casi no hay conectividad ni luz artificial.
Si de lugares paradisíacos hay que hablar, están aquellos que parecen existir solo en fotos "bonitas" de Instagram. Y luego, más arriba, se destaca "La Chiquita", un tramo de costa bonaerense donde el silencio es el protagonista, el horizonte se estira sin fin y el bullicio urbano desaparece entre el sonido del viento y las olas.
Por esto mismo, si lo que se busca para este verano es desconexión absoluta, mar relajante y ningún rastro de una multitud que desconcentre, este rincón agreste del sur de la provincia de Buenos Aires no puede faltar en el itinerario.
Cómo es "La Chiquita", la tranquila y poco conocida playa de la Costa Atlántica argentina
Con solo enfilar el rumbo a La Chiquita, ya se empieza a sentir una transformación notoria. Por un lado, los edificios quedan atrás, mientras que la ruta nacional 3 acompaña en la medida en que los campos se van estirando al costado del camino como una alfombra verde. La civilización se va silenciando poco a poco, hasta llegar a un camino de ripio que, indefectiblemente, avisa que se está llegando a un sitio especial, distinto y casi secreto.
Con muy pocas casas en el lugar y contados habitantes fijos que viven en el lugar durante todo el año, este pueblo balneario no se destaca entre las "vedettes" de los grandes destinos turísticos para el verano... ¡Por suerte!
Los grandes hoteles brillan por su ausencia, así como también las concurridísimas pizzerías con luces de neón, las marquesinas teatrales o las interminables filas de sombrillas sobre la playa.
Más bien, en "La Chiquita" sobresalen las amplias playas -hay 20 kilómetros de playa virgen-, la calma arena que baila caprichosamente al compás del viento entre las dunas y un mar amplio. Uno puede llegar a caminar varios kilómetros sin cruzarse con otra persona.
Prohibido estresarse y "fuera del área de cobertura"
En las playas no hay carpas ni un enjambre de sombrillas agolpadas. En las inmediaciones tampoco sobresalen esos edificios que se levanta, imponentes, como si quisieran llevarse todo por delante.
Tampoco los ruidos artificiales terminan por imponerse. En "La Chiquita", la naturaleza manda, con todos sus encantos agrestes. Ni siquiera la basura artificial -con colillas de cigarrillos incluidas- ha llegado para invadir estos parajes.
Para muchos, "La Chiquita" es el lugar idean para "volver a aprender a respirar”. ¡Si ni siquiera hay una buena cobertura de señal de telefonía celular en la mayoría de su extensión! Como quien dice, un lugar para desconectarse, literalmente hablando.
A la relajante situación de caminar con el mar refrescando la planta de los pies y los talones a la orilla del mar, se suma otra postal de ensueño: un cielo que cambian de colores casi de manera poética, pasando por una paleta de colores rojizos en cada puesta del sol.
Qué hacer en "La Chiquita", la playa escondida donde el tiempo se detiene
Lo agreste y natural del paisaje, sumado a sus amplias playas vírgenes, son los principales atractivos de "La Chiquita", una de las playas más atrapantes (y ocultas) del sur bonaerense. Pero sus encantos van más allá.
El viento constante convierte a este sector del mar en un lugar ideal para deportes náuticos de viento, como por ejemplo el windsurf, la vela y el kayak; actividades ideales para conectar y vincular la energía interna con la del mar.
También los médanos invitan a excursiones 4x4, aunque solamente en sectores autorizados. Y la pesca es otro infaltable entre los habitués de este tesoro escondido en la costa argentina.
Otro valor agregado es la escasa iluminación artificial en algunos puntos, lo que permite disfrutar de una hermosa noche "de mil estrellas".
Cómo llegar a "La Chiquita", la playa donde es imposible no relajarse
Para poder acceder a este "escondite natural", el camino recomendado desde la Ciudad de Buenos Aires es por medio de la ruta nacional 3 -hacia el sur- hasta pasar Bahía Blanca. A la altura del kilómetro 781, restan cerca de 65 kilómetros en camino de ripio. Este último tramo requiere armarse de paciencia.
El viaje también implica armarse de paciencia desde su planificación, puesto que son casi 13 horas de viaje para completar los 795 kilómetros que separan CABA de "La Chiquita".
Pero, como cantaba Gustavo Cerati en Soda Stereo, "tarda en llegar y al final hay recompensa". Y el final de esa travesía de más de medio día de viaje y un buen tramo de tránsito en ripio terminan valiendo la pena cuando uno logra observar, lejos en el horizonte, el punto exacto donde el mar y el cielo se unen en una infinita línea horizontal.