Humedad extrema y alertas del SMN en 18 provincias: las razones detrás de una semana agobiante para ir cerrando el año
El país arranca la semana bajo un cóctel típico de diciembre: calor, humedad y tormentas. El SMN mantiene alertas en 18 provincias por lluvias intensas y vientos fuertes, con el norte como zona más complicada.

La semana comenzó con una atmósfera cargada. No se trata solo del calor, sino de esa sensación de "pesadez" que anticipa un escenario meteorológico complejo. Actualmente, una amplia porción de Argentina enfrenta condiciones adversas, con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) bajo vigilancia constante debido a la superposición de diversos fenómenos.
Mientras algunas localidades del norte todavía intentan recuperarse de los más de 200 mm que cayeron en los últimos tres días, el cielo no parece dispuesto a dar tregua. La interacción entre el aire cálido y una humedad que no cede mantuvo la inestabilidad en niveles críticos.
Norte argentino: el foco más delicado
En las últimas 72 horas, sectores de Chaco, Corrientes y el norte de Santa Fe quedaron bajo lluvias muy abundantes, con valores estimados que superaron los 200 mm y dejaron anegamientos importantes. Lejos de retirarse, el sistema de mal tiempo sigue instalado sobre el norte argentino durante este lunes 22 de diciembre.

La combinación de aire muy cálido y extremadamente húmedo favorece la formación de tormentas frecuentes, que continúan sumando milímetros a un suelo que ya no da más. Por este motivo, Corrientes, Chaco y Formosa permanecen bajo alerta naranja. Para hoy se esperan acumulados adicionales de entre 80 y 150 mm, con probabilidad de fenómenos severos como granizo y ráfagas intensas asociadas a las tormentas.
Más al norte y al este, partes de Misiones, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Santa Fe y Entre Ríos se encuentran bajo alerta amarilla. En estas provincias, las lluvias pueden dejar entre 30 y 70 mm, con tormentas que, sin ser generalizadas, pueden mostrarse localmente intensas.
Centro del país: a la espera de las tormentas
El centro argentino tampoco queda al margen. El avance de perturbaciones en altura favorecerá el desarrollo de tormentas en Cuyo y la región pampeana con el correr del día. Mendoza, San Juan, San Luis, La Rioja, Córdoba, La Pampa y Buenos Aires presentan alertas de nivel amarillo.
A partir de la tarde, las tormentas aparecerán y tenderán a intensificarse en su desplazamiento de oeste a este. Los acumulados previstos rondan entre 15 y 40 mm, aunque no se descartan daños localizados por granizo y ráfagas que pueden superar los 70 km/h. Nada generalizado, pero sí lo suficientemente intenso como para pausar algunos planes al aire libre en cuestión de minutos.
Patagonia: el viento toma protagonismo
En el sur del país, la noticia del día no pasa tanto por la lluvia sino por el viento. Un sistema de baja presión se posiciona sobre el sur patagónico y refuerza el flujo del oeste. Durante la tarde, el viento se intensificará en el sur de Chubut y el norte de Santa Cruz, con ráfagas que pueden superar los 90 km/h. Día para asegurar todo lo que tenga intenciones de volar.
Además, parece que el viento llegó para quedarse en el sur de Argentina, y las rafagas serán visitantes asiduos durante la semana, por lo que se recomienda seguir de cerca las actualizaciones de los pronósticos en Meteored Argentina.
Calor, humedad y una semana sin grandes cambios
En cuanto a las temperaturas, el arranque de semana muestra calor moderado, pero con un detalle nada menor: la humedad. En promedio, las máximas se mueven entre 27 y 33 °C, aunque la sensación térmica superará con facilidad esos valores y volverán las jornadas bastante incómodas. El aire pesado no piensa tomarse descanso y se mantendrá durante toda la semana.
Mirando el resto de los días, no aparecen cambios contundentes. Las lluvias y tormentas continúan, con acumulados importantes en el norte del país y una extensión progresiva hacia el NOA. En Cuyo y la región pampeana predomina el buen tiempo la mayor parte del día, pero el combo de calentamiento diurno, aire húmedo y perturbaciones en altura deja la puerta abierta a tormentas puntuales, aisladas y de corta duración. Esas que duran poco, pero alcanzan para recordar que el verano ya está en la cancha.