2025 en el podio del calor global: el mensaje de Copérnico que llega a nuestros alimentos

Los boletines de Copernicus y la OMM indican que 2025 será uno de los años más calurosos. El calor adicional aumenta la evapotranspiración, las noches bochornosas y los fenómenos extremos, lo que modifica las plagas y los periodos de cultivo, con repercusiones en los cereales, el café, los cítricos y la ganadería.

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La sequía extrema deja al descubierto suelos agrietados y vegetación estresada, señal del creciente impacto del calentamiento global.

El fin de año es momento de reflexión, y en 2025, la lectura del termómetro se ha convertido en un tema candente. Informes internacionales indican que el año debería terminar entre los tres más calurosos jamás registrados, manteniendo la reciente secuencia de récords y casi récords.

Esto es digno de mención porque no es una estadística abstracta: el calor adicional altera la rutina del campo y, tarde o temprano, se refleja en el costo y la disponibilidad de los alimentos.

El mensaje proviene de dos frentes que el público reconoce cada vez más. Por un lado, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que consolida datos globales y señala que 2025 probablemente será el segundo o tercer año más cálido, después de 2024.

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Anomalía anual de la temperatura global: 2025 empata con 2023; +1,48 °C (ene-nov) por encima de 1850-1900 (ERA5/C3S-ECMWF).

Por otro lado, está el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), el servicio climático de la Unión Europea, que monitorea mes a mes cómo el planeta va “girando” por encima de lo normal.

Por qué 2025 entra en el top 3 de temperaturas

La OMM resume la situación objetivamente: el planeta continúa calentándose debido a la acumulación de gases de efecto invernadero y 2025 mantendrá la serie de años muy cálidos, incluso con la transición a condiciones más cercanas a la neutralidad/La Niña durante parte del año.

En el período de enero a agosto, la OMM estimó la temperatura media mundial en 1,42 °C ± 0,12 °C por encima de los niveles preindustriales, y reafirmó que los últimos 11 años (2015-2025) forman el bloque más cálido del registro observacional.

Copernicus ayuda a "visualizar" cómo se manifiesta esto en la vida cotidiana: el boletín mensual del C3S de noviembre de 2025 indicó ese mes como el tercer noviembre más cálido a nivel mundial, con marcadas anomalías en zonas del Ártico.

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Anomalía de la temperatura del aire en superficie en noviembre de 2025 (referencia 1991-2020), con predominio del calentamiento; datos ERA5, Copernicus C3S/ECMWF.

Este tipo de anomalía es importante para la agricultura porque el calor extremo y persistente reorganiza la circulación atmosférica, los patrones de humedad y la frecuencia de eventos severos que afectan la logística, la siembra y la cosecha.

Calor en el campo: el mecanismo es simple, el efecto es grande

El camino del "calor global" hacia la agricultura implica tres pasos muy intuitivos: más energía en el sistema aumenta la evapotranspiración, acelera la pérdida de humedad del suelo cuando hay falta de lluvia y aumenta la posibilidad de noches calurosas, que reducen el descanso fisiológico de plantas y animales.

Para el productor, esto se traduce en una mayor sensibilidad a las sequías, la necesidad de ajustar el riego y un calendario de plagas y enfermedades más impredecible.

Para traducir esto en señales prácticas (sin dramatizar), vale la pena destacar este "kit de verano más cálido":

  • El suelo se seca más rápidamente después de unos pocos días sin lluvia, incluso cuando la vegetación parece "verde".
  • Madrugadas bochornosas y rocío persistente, que favorecen enfermedades en algunos cultivos y estresan a los animales.
  • Lluvias más intensas y concentradas, con riesgo de erosión, encamado y pérdida de operaciones en el campo.

Nada de esto significa que las cosas vayan a salir mal automáticamente. Significa que el costo de equivocarse en el momento (siembra, aplicación, cosecha, manejo de pasturas) aumenta cuando el ambiente se vuelve más cálido y más variable.

Cuatro sectores a la vanguardia: granos, café, cítricos y ganadería

En los cereales, el calor se ve afectado principalmente por el agua: durante los períodos de precipitaciones irregulares, la demanda atmosférica “arrastra” más humedad, y el estrés aparece precisamente durante las fases críticas (floración y llenado de granos).

Mientras tanto, las lluvias extremas interrumpen la ventana de siembra/cosecha y pueden aumentar las pérdidas poscosecha, porque el secado y el almacenamiento se vuelven más exigentes cuando el clima fluctúa.

En el café y los cítricos, el impacto suele ser más "de calendario": las olas de calor y las noches cálidas afectan la floración, el cuajado de frutos y la presión de las plagas, mientras que las lluvias fuera de temporada pueden aumentar las enfermedades y reducir la calidad.

En la ganadería, la cuestión es sencilla: más calor implica mayor riesgo de estrés térmico, menor consumo de alimento, menor rendimiento y necesidad de gestión (sombra, agua, ventilación y horarios ajustados). El mensaje para 2025, en el mapa de calor, es que el clima ya no es un factor de riesgo, sino una variable de coste, y esto se refleja en lo que comemos, tanto en términos de oferta como de precio.

Referencia de la noticia

Copernicus: 2025 on course to be joint-second warmest year, with November third-warmest on record. 9 de dezembro, 2025. Copernicus.