Trabajan para conocer en detalle el fondo oceánico

Buscan mapear el fondo marino, y de cumplirse los planes, en 10 años podremos acceder a cada detalle que hay en esa superficie. Esa información será vital para, entre otras cosas, mejorar el conocimiento sobre el desarrollo de tsunamis.

Mapeo
El mapeo del fondo marino se espera estar terminado para el año 2030.

Los seres humanos hemos llegado a la Luna. También hemos enviado naves que superaron el límite externo del sistema solar como la Voyager 1. Y con poderosos telescopios como el Hubble logramos asistir a imágenes que nos llegan desde los primeros momentos del universo. Pero curiosamente no conocemos en detalle el fondo de los océanos.

Para lograr ese objetivo está en marcha un ambicioso proyecto que intenta monitorear el fondo marino para el 2030. Esa información sería de extrema utilidad para mejorar el comportamiento de tsunamis, controlar la minería en aguas profundas y resguardar el hábitat marino.

Vicki Ferrini, investigadora en geoinformática en el Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty, está trabajando en el proyecto. De acuerdo a que reportado a The Guardian, el mapa que se va desarrollando aporta algunas nuevas perspectivas al conocimiento que ya se tenía. Por ejemplo, en la costa de Argentina se detectaron ondas en el fondo marino con más de 100 metros de altura. La idea final del trabajo es no solo conocer el relieve general del mar, algo que en cierto grado se conoce, sino conocer los detalles más finos de esa orografía.

A solo 10 años del objetivo

En 2017 en la Conferencia Oceánica de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York se definió el inicio de este proyecto que hoy está en curso. En aquel momento sólo el 6% del océano había sido mapeado con detalles precisos. La iniciativa global es conocida como Proyecto Nippon Foundation-Gebco Seabed 2030. A 10 años de la fecha final propuesta, hoy se ha logrado mapear una quinta parte del fondo oceánico.

Independientemente, los datos que va entregando el océano como gran recurso del planeta, no son muy alentadores. La Primera Evaluación Mundial de los Océanos, publicada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en 2015, reveló que la capacidad misma de funcionamiento del océano estaba en peligro.

En 2016, un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que la economía oceánica empleaba a 31 millones de personas a tiempo completo y generaba 1500 millones de dólares cada año. Sin un conocimiento detallado del fondo marino es poco lo que se puede conocer sobre el impacto de las actividades humanas que luego repercuten en el nivel del mar o su acidificación.

El sonido, un aliado para medir

En 2014, la misteriosa desaparición del vuelo de Malaysia Airlines MH370 generó muchas preguntas: ¿cómo con toda la tecnología moderna, un avión tan grande podía desaparecer sin dejar rastros. Lo cierto es que no conocemos el detalle del fondo del mar como para poder realizar una búsqueda más efectiva.

Fondo del mar
El fondo del mar es uno de los espacios menos explorados de la Tierra.

Se conoce mucho más de planetas lejanos que de nuestro mar. Y hay una razón simple. Cuando se estudian cuerpos lejanos se usan los beneficios de la luz que viaja rápido y lejos. Pero para observar el mar, la densidad del agua hace complicada las cosas. Los altímetros láser que se utilizan para cartografiar los cuerpos celestes son ineficaces en el agua porque los láseres simplemente se absorben.

El aliado en la medición marina es el sonido que viaja más eficientemente bajo el agua que en el aire. En la actualidad se utiliza una ecosonda multihaz, que se puede conectar directamente al casco de un barco. El dispositivo envía ondas de sonido, que las computadoras descifran generan un resultado tridimensional de la forma y composición del fondo marino. Además se logran datos de temperatura del agua y la salinidad en el camino. En 10 años posiblemente habremos conocido más sobre nuestros océanos. Muchos países se verán favorecidos con esa información, y al mismo tiempo se podrán aplicar mejores modelos para simulación de tsunamis y oleaje ante ciclones tropicales.