Alergia al plátano: ¿sabías que el árbol más cuestionado de la ciudad es un aliado silencioso que aporta beneficios?
Dada la gran cantidad de plátanos en las veredas y parques de la Ciudad de Buenos Aires, este árbol es el enemigo indiscutido de los alérgicos en primavera. Sin embargo, brinda grandes beneficios para la vida urbana. Te los contamos.

La intención de este informe no es “defender ciegamente” la presencia en las calles de esta especie de árbol (conocido como plátano) causante de enormes molestias; pero tampoco “culpar exclusivamente” al plátano por las incomodidades que sufren en primavera un gran número de personas alérgicas que viven una pesadilla, sobre todo los días secos, ventosos y bien templados de la primavera.
Por eso, nos parece oportuno que, en plena temporada de rinitis alérgicas, hagamos un repaso de: por qué se decidió plantar esta especie de manera masiva; cuáles son los enormes beneficios que este árbol le otorga silenciosamente a los ciudadanos, (sí, existen beneficios ¡y son varios!). Luego de tener acceso a toda esta información que te iremos detallando, podrás ponerla en la balanza y tener tu propia opinión, si realmente el plátano es la “causa de todos los males”, o si vale la pena hacer un proceso de adaptación en lugar de intentar eliminarlos.
El origen del “plátano” (Platanus×acerifolia)
Este árbol, conocido popularmente en Argentina como "plátano”, es una especie muy común en el arbolado urbano, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires y otras grandes urbes del país, pero también está muy presente en ciudades europeas como París, Madrid, etc.

Su nombre científico es “Platanus×hispanica” o “Platanus×acerifolia”. Se lo conoce comúnmente como "Plátano de sombra" o "Plátano de paseo". Es de la familia de los Platanaceae; y su origen es un híbrido resultante del cruce entre el plátano occidental (Platanus occidentalis) y el plátano oriental (Platanus orientalis). No está claro si se originó en Londres o en España.
En los registros de la historia del siglo XIX, se señala al presidente Domingo F. Sarmiento como el impulsor de su plantación masiva en la ciudad de Buenos Aires, entre los años 1868 y 1874, con la idea de dotar a la ciudad de sombra y un "pulmón urbano".
Características físicas y ecológicas de plátano
Es un árbol corpulento, de gran tamaño, que puede alcanzar entre 30 y 40 metros de altura con una copa globosa y amplia cuando es conducido por poda, y piramidal cuando crece libremente, de ramas erguidas, proporcionando una sombra densa. Su crecimiento es rápido, muy rústico y longevo (puede vivir hasta 300 años).
Sus hojas son caducas (las pierde en otoño/invierno), grandes, de forma palmeada con 3 a 7 lóbulos. La corteza es muy característica, con un aspecto de mosaico en tonos verdes, grises y amarillos, ya que se desprende con facilidad en grandes placas. Las flores del plátano son poco atractivas, se presentan en Inflorescencias globosas, de color verdoso en la primavera temprana.

Su fruto, una infrutescencia globosa (parecida a una bola), péndula, contiene muchas semillas rodeadas de pelos. Permanece en el árbol hasta la siguiente primavera, momento en que se desintegra; allí se ubica la pesadilla para los alérgicos.
El plátano y los problema de alergia
La gran controversia en torno al plátano de ciudad, especialmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde hay decenas de miles de ejemplares, es su alto potencial alergénico. La presencia de concentraciones de agentes alergénicos suspendidos en el aire, aumenta las probabilidades de estar expuestos a los mismos, y por lo tanto, de sufrir un brote de alergia generando malestar en primavera.
Los granos de polen, muy livianos, se liberan en gran cantidad durante la floración (principalmente de finales de agosto a mediados de noviembre en Argentina, coincidiendo con la primavera) y son responsables de la alergia respiratoria como rinitis y asma.
Sin embargo, la “pelusa" o los “pelos del fruto” del plátano que recubren y rodean los frutos y las hojas jóvenes, al desprenderse y flotar en el aire, son los que provocan irritación ocular y cutánea (picazón en los ojos, garganta, estornudos), o sea, reacciones alérgicas. Los síntomas más frecuentes son: rinitis alérgica (estornudos, congestión), conjuntivitis (picazón y lagrimeo de ojos) y, en casos más graves, exacerbación del asma.
Grandes ventajas silenciosas otorgadas por el árbol del plátano en las ciudades
Los beneficios del “plátano de ciudad” son principalmente ambientales y estructurales, lo que explica por qué se plantó masivamente y se lo considera un "pulmón urbano".
La resistencia de este árbol es extrema: muy rústico y longevo (vive hasta 300 años), de rápido crecimiento y resiste condiciones ambientales extremas típicas de ciudades, que matarían a otras especies. Esto asegura la supervivencia del arbolado público con bajo mantenimiento y gran permanencia.
Gran tolerancia a la contaminación: sobrelleva la polución, los gases, el humo, el hollín, los suelos compactados, salinos o mal drenados de las ciudades. Lo convierte en un aliado indispensable para la sociedad, por ser un filtro natural, ayudando a retener el polvo y material particulado del aire.
Regulación climática: sus grandes copas y abundante follaje proporcionan una sombra densa y efectiva. Disminuye la temperatura del aire y el pavimento hasta 4 °C en verano (efecto de "isla de calor"), regulando la humedad.
Poder de absorción del CO2: por su gran tamaño y volumen de biomasa, tiene una alta capacidad para secuestrar dióxido de carbono. Esto contribuye significativamente a mitigar el cambio climático en entornos urbanos densos.
Resistencia a la poda: el árbol del plátano supera las podas drásticas de formación y mantenimiento que requiere el entorno de calles, cables y edificios. Permite una gestión más fácil del arbolado en espacios reducidos sin riesgo de muerte del ejemplar.
Resiste también la mutilación de sus raíces: se sobreponen a los daños causados en sus raíces por obras en calles y aceras.
El "enemigo" no es solo el plátano... ¡hay peores!
Es importante destacar que el plátano no es el único responsable de las alergias en la Ciudad, existen muchas otras especies con alto potencial alergénico en CABA.
El fresno (principal agresor): es el árbol más abundante en las veredas de Buenos Aires, superando al plátano (alrededor del 36 % del arbolado de veredas, según el último censo). Su polen es altamente alergénico. Aunque no es tan visible como la pelusa del plátano, el fresno es un árbol dioico (tiene ejemplares masculinos y femeninos), y son los masculinos los que liberan una enorme cantidad de polen al aire, causando rinitis alérgica y asma. Su masiva presencia lo convierte en un responsable primario.

Por otro lado el ligustro: es una especie muy utilizada como árbol de alineación y seto en jardines. Es muy cuestionado por su polen, que puede ser altamente sensibilizante, incluso profesionales de la salud afirman que puede generar más alergia que el propio plátano en algunos individuos.
Otro gran "enemigo" de los alérgicos es el "sauce", aunque su distribución suele ser más acotada, en áreas cercanas a cursos de agua. El olivo, aunque menos frecuente que los anteriores, posee un polen de alto poder sensibilizante y puede generar síntomas intensos.
El ciprés y casuarina, son especies polinizan en épocas distintas (a veces en invierno o final del verano), lo que puede prolongar o iniciar antes la temporada de alergias para algunas personas.
No nos olvidemos de las gramíneas (pastos y césped), es el alérgeno más común y potente en la Argentina y el mundo. El polen liberado en primavera y principios del verano, es el principal causante de rinitis alérgica y asma estacional.
Por qué el plátano es el árbol que recibe toda la culpa
- Es muy abundante (el segundo en veredas de CABA).
- Su molestia es física y visible (la pelusa o tricomas que pican los ojos y la garganta).
Sin embargo, como vimos, el fresno es el árbol más abundante y, junto con el ligustro, liberan un polen invisible pero altamente alergénico, convirtiéndose en el principal responsable de la rinitis alérgica por polen de árboles en CABA.
El balance histórico y actual
Durante el siglo XIX y gran parte del XX, cuando la contaminación no era un problema y la planificación urbana priorizaba la sombra y la robustez, el plátano de ciudad ganó indiscutiblemente. Su capacidad de sobrevivir y crecer donde otros árboles fracasaban lo consolidó como el "árbol de la jungla de cemento".
En la actualidad, en pleno siglo XXI, las cosas cambiaron y existe una mayor conciencia sobre las alergias y la salud respiratoria, el consenso se inclina hacia la necesidad de revertir el predominio de esta especie de árbol. La evidencia de que un árbol de uso público genera una enfermedad estacional en miles de personas es el argumento más fuerte en su contra.
La solución es el reemplazo gradual
El reemplazo gradual y focalizado es aparentemente la solución ideal, no talar todos los plátanos (sería un desastre ambiental y logístico), sino reemplazarlos progresivamente, priorizando las áreas sensibles como: cercanías de hospitales y centros de salud, alrededores de escuelas, jardines de infante y maternales, y otras zonas con alta densidad de personas vulnerables demostrada.
Algunas alternativas de especies propuestas para su reemplazo, teniendo en cuenta los beneficios vitales de sombra y resiliencia de la planta, pero sin los problemas de la alergia, son:
- Jacarandá
- Lapacho
- Tilo
- Ceibo
Si bien el plátano de Ciudad es un árbol vital que ofrece beneficios insustituibles (sombra, resistencia a la polución), pero su plantación masiva sin diversificación fue un error de planificación que hoy impacta la salud. El consenso es mantener los ejemplares adultos sanos y reemplazarlos gradualmente por especies diversas y no alergénicas en nuevas plantaciones, para equilibrar la urgencia ambiental con el bienestar humano.