Clonan árboles centenarios luego del desastre de la tormenta Filomena

Madrid se apresura a clonar decenas de árboles que fueron dañados por la peor tormenta de nieve de las últimas décadas. Los especialistas buscan crear copias genéticamente idénticas para que las disfruten las generaciones futuras.

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Filomena cubrió de blanco a la ciudad de Madrid y dañó un tercio del arbolado de la ciudad.

Con la nieve llegó la catástrofe ambiental, y la comunidad madrileña puso rápidamente en marcha un proyecto de restauración ecológica de los ecosistemas silvestres. La devastadora tormenta Filomena cubrió de blanco a la ciudad de Madrid y dañó un tercio del arbolado de la ciudad. Tras el temporal se contabilizaron alrededor de 600.000 árboles dañados, muchos de ellos pertenecientes al patrimonio vegetal de la ciudad y con más de 100 años de antigüedad.

El objetivo del proyecto consiste en crear un reservorio de material vegetal y garantizar la preservación de especies representativas que están en peligro. El proceso consiste en conservar y duplicar el germoplasma de estos árboles porque disponen de un potencial genético sobresaliente ya que a lo largo de su vida pasaron todas las pruebas, como ataques de plagas, el cambio climático y hasta incendios. Su potencial genético, por tanto, es mejor que el de otros ejemplares de su misma especie y de ahí la necesidad de perpetuar ese ADN tan importante.

El personal del Instituto Madrileño de Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) es el encargado de recoger los esquejes, de hacer el tratamiento en los viveros y de devolverlo a sus dueños para su posterior plantación, proceso que puede demorar más de un año en finalizar. Para que esos esquejes salgan adelante hay que convertirlos en viables con unas condiciones favorables en el vivero para que echen raíces. Una vez se consigue esto, la planta se considera completa y se pasa a una maceta. De esta manera se obtiene un duplicado idéntico al original.

Los ayuntamientos son los encargados de retirar las ramas caídas y llevarlas a plantas específicas: “lo que se hace es triturar hojas y ramas pequeñas que se usan para compostaje. Con los árboles singulares tomamos aproximadamente 50 esquejes, se mantienen durante un año en el vivero y después se devuelven al propietario para que lo plante”, dijo la consejera de Medio Ambiente, Paloma Marín.

Árboles singulares

En Madrid se catalogaron 283 árboles singulares, ejemplares que por su rareza, porte o edad reciben esa calificación, entre los que se encuentran tejos, encinas, robles, alcornoques, pinos y chopos, entre otras especies. Pero no todos se encuentran en condiciones para clonarse luego de Filomena. Algunos son tan viejos o tienen tanto daño que no son recuperables. La buena noticia es que IMIDRA lleva más de 10 años haciendo este trabajo y muchos de ellos ya se encuentran clonados.

La ciudad de Madrid se toma muy en serio la preservación del espacio verde. En un estudio realizado en 2018 por el Ayuntamiento cuantificaron los beneficios de tener árboles y sus efectos en la contaminación, la producción de oxígeno y el ahorro en Sanidad. La vegetación, aseguraba el estudio, evita más de 3.600 casos de asma y 4.000 síntomas respiratorios agudos al año. Los árboles, sobre todo el pino piñonero, el plátano de sombra y la encina, captan al año 673 toneladas de polución. Esta silenciosa labor del bosque urbano, produce un ahorro de 25,7 millones de euros anuales.

Para hacerse una idea de lo que significan estas cifras, el informe realiza la siguiente comparación: el acopio de carbono equivale a las emisiones anuales de 62.775 coches o 25.718 casas unifamiliares, el de dióxido de nitrógeno a 6.950 vehículos o 3.131 viviendas y el de azufre a 161.545 automóviles o 428 casas.

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