Un estudio cambia la narrativa sobre la evolución de los primates
Una teoría que ha influido en la biología evolutiva durante más de cuatro décadas resulta ser errónea, según ha demostrado una nueva investigación.

Los monos y los simios evolucionaron primero en climas fríos, no en los cálidos bosques tropicales como se creía anteriormente, según investigadores de la Universidad de Reading.
La teoría de que los primeros habitantes de los bosques tropicales vivieron allí proviene de fósiles encontrados en lugares que se suponía eran tropicales. Sin embargo, aunque esta teoría ha influido durante mucho tiempo en la biología evolutiva, ha sido difícil de comprobar.
Evidencias más recientes sugieren que los climas no tropicales eran comunes en estas regiones durante la evolución temprana de los primates.
Utilizando modelos estadísticos y datos fósiles, el equipo de Reading reconstruyó entornos antiguos y rastreó dónde vivieron los ancestros comunes de todos los primates modernos.
Primates viajeros
Concluyeron que estos primeros primates probablemente vivieron en América del Norte en un clima frío con veranos calurosos e inviernos helados, revirtiendo la hipótesis sostenida durante mucho tiempo de que vivían en bosques cálidos.
Millones de años después, los primates llegaron a las selvas tropicales. Se originaron en lugares fríos, luego se trasladaron a climas templados, después a zonas secas y desérticas, y finalmente llegaron a las selvas cálidas y húmedas donde los vemos hoy.
Cuando las temperaturas locales o las precipitaciones cambiaban rápidamente en cualquier dirección, los primates se veían obligados a buscar nuevos hogares, lo que ayudaba a crear nuevas especies, explicaron los investigadores.
Los primates que podían viajar lejos cuando el clima local cambiaba rápidamente eran mejores para sobrevivir y tener crías que vivieron para convertirse en nuevas especies.

Cuando los primates se trasladaron a climas completamente diferentes y más estables, recorrieron distancias mucho mayores: unos 561 kilómetros en promedio, en comparación con apenas 137 kilómetros de los que permanecieron en climas similares e inestables.
'Narrativa invertida'
Es posible que los primeros primates hayan sobrevivido a los gélidos inviernos hibernando como lo hacen los osos hoy, disminuyendo su ritmo cardíaco y durmiendo durante los meses más fríos para ahorrar energía.
Algunos pequeños primates todavía hacen lo mismo: los lémures enanos de Madagascar excavan bajo tierra y duermen durante varios meses cuando hace demasiado frío, protegiéndose de las temperaturas gélidas bajo capas de raíces y hojas.
El autor principal del estudio, el Dr. Jorge Avaria-Llautureo, afirmó: "Durante décadas, la idea de que los primates evolucionaron en bosques tropicales cálidos no se ha cuestionado. Nuestros hallazgos cambian esa narrativa por completo".
Entender cómo los antiguos primates sobrevivieron al cambio climático nos ayuda a pensar en cómo las especies vivas podrían responder al cambio climático y a los cambios ambientales modernos, añadió.
Referencia de la noticia
Püschel, T. A., Meade, et al. The radiation and geographic expansion of primates through diverse climates. Proceedings of the National Academy of Sciences, 5 August 2025.