El Camino de Santiago: una peregrinación de profunda reflexión y una oportunidad para desconectar

La peregrinación a Santiago se considera una experiencia liminal, así como una oportunidad para la reflexión profunda. Más información sobre las rutas aquí.

Camino de Santiago
Con el descubrimiento de la tumba de Santiago en 813, Santiago de Compostela se convirtió en uno de los centros de peregrinación más importantes del mundo.

Desde mediados de la década de 1990, el número de personas que recorren la ruta de peregrinación del Camino de Santiago hacia lo que los fieles creen que es la tumba del Apóstol Santiago en la ciudad de Compostela, en el noroeste de España, se ha disparado.

Hoy en día esta cifra sigue aumentando, acercándose probablemente al número de personas que hacían la peregrinación en la Edad Media, cuando se cree que alrededor de 2 millones de personas hacían el viaje cada año.

Peregrinación medieval y contemporánea

Los peregrinos medievales se preparaban para su peregrinación poniendo en orden sus asuntos financieros y espirituales: escribían un testamento y se confesaban.

La peregrinación era vista como un rito de paso, o una búsqueda individual en la que el estatus social y las redes de contactos se intercambiaban por el anonimato y la pobreza en constante movilidad. La llegada significaba salvación, o quizás una curación o una revelación mística.

La peregrinación contemporánea y post-secular del Camino de Santiago se emprende a menudo en puntos de inflexión en la vida del peregrino, por razones psicoexistenciales.

La catedral
La catedral ocupa una superficie de 23.000 metros cuadrados y fue construida como capilla durante el reinado de Alfonso II, entre 791 y 842.

Sin embargo, existen otros motivos para emprender el viaje por el Camino hacia Compostela.

La búsqueda de uno mismo, el arte o la idea de llegar hasta el fin del mundo a pie son los motivos que llevan al peregrino a recorrer un camino tan largo.

En el Camino se valora la autenticidad y la sencillez y muestran al peregrino que, en realidad, necesita muy poco. La movilidad lenta facilita la introspección y puede tener efectos transformadores.

El mundo digital en el camino

Las herramientas digitales han sido ampliamente utilizadas por aquellos que gustan de planificar y organizar todo con antelación, sin embargo existe el riesgo de volverse hiperinformado, perdiendo las oportunidades de descubrimiento, admiración y sorpresa que son parte de la peregrinación.

Ahora puedes recopilar información de aplicaciones oficiales y comunidades en línea, posiblemente para aprender un poco de español y para tomar decisiones sobre planificación de rutas, alojamiento, equipamiento y entrenamiento.

Sin embargo, una vez en el Camino, la interacción digital continua puede ir en contra de algunos de los objetivos del viaje.

Aprovecha el Camino para desconectar. Si tienes que llevar teléfono, guárdalo apagado en la mochila, solo para emergencias. Según la antropóloga Nancy Frey

Si tu miedo es perderte ¡no te preocupes! Confía en tu intuición y en la comunidad de peregrinos que encuentres en el Camino.

El camino
La mayoría de los peregrinos utilizan el Camino Francés, que parte de Roncesvalles o Saint Jean Pied de Port y atraviesa España en dirección a Santiago de Compostela, pero hay un total de nueve rutas oficiales.

No necesitarás un mapa. El sendero está marcado con flechas amarillas y vieiras estilizadas.

Incluso sin teléfono, es posible planificar la caminata del día siguiente con un guía y, si desea reservar una cama para el día siguiente, el personal del albergue de peregrinos puede ayudar.

Mucha gente ve el Camino de Santiago como una oportunidad para una desintoxicación digital y trata al menos de regular la cantidad de tiempo que pasa con el smartphone.