Reducir el metano es la solución más rápida al calentamiento global

Un reciente informe de la ONU explica que es posible una reducción de emisiones de metano con las tecnologías actuales, y esto podría ser la llave a la solución más rápida y efectiva frente al calentamiento global.

Calentamiento global y reducción de metano
Una drástica reducción en las emisiones de metano resulta vital para abordar la crisis climática, y frenar rápidamente el clima extremo.

Sin dudas reducir las emisiones de carbono sigue siendo esencial para poner fin a la emergencia climática, pero algunos especialistas ponen especial atención en que, la reducción de CO2 en el aire sería un proceso con resultados mucho más lentos, mientras que reducir las emisiones del gas metano (CH4) tendría un efecto más rápido.

Recordemos que el metano es un poderoso gas de efecto invernadero (GEI), que junto con el carbono lideran el podio de los peligrosos gases responsables de la actual crisis climática. El metano es unas 84 veces más poderoso que el dióxido de carbono a la hora de “atrapar” calor (durante un período de 20 años), y ha causado aproximadamente el 30% del calentamiento global hasta la actualidad. Sin embargo, el CO2 por un importante motivo tiene “más mala prensa”, y es porque permanece en la atmósfera durante siglos, mientras que el CH4 se descompone allí en 10 años aproximadamente.

Justamente la diferencia entre la vida de estos gases en la atmósfera, es el puntapié inicial de un nuevo informe de la ONU; allí explica como la drástica reducción de las emisiones de metano resulta vital para abordar la crisis climática, y frenar rápidamente el clima extremo que ya afecta a las personas hoy en día, alrededor de todo el mundo.

El informe

Una Evaluación Global del Metano publicada por la Coalición Clima y Aire Limpio (CCAC) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), muestra que las emisiones de metano causadas por el hombre podrían reducirse hasta 45% en la próxima década. Tales reducciones evitarían casi 0.3 °C de calentamiento global para 2045, y contribuirían a cumplir con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 °C.

El informe es contundente, explica que reducir el metano es la vía más eficaz que tenemos para frenar el cambio climático.

Esta evaluación global integra, por primera vez, los costos de la contaminación del aire y el calentamiento global, y los beneficios de la mitigación del metano. Debido a que este GEI es un ingrediente clave en la formación de ozono a nivel del suelo (smog), no solo es un poderoso agente climático sino también un peligroso contaminante del aire. Una reducción del 45% de metano, evitaría, además, unas 260 mil muertes prematuras, 775 mil visitas a los hospitales relacionadas con el asma, 73 mil millones de horas de mano de obra perdidas por calor extremo, y 25 millones de toneladas de pérdidas de cultivos al año.

El metano representa casi una quinta parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Inger Andersen es la directora ejecutiva de la agencia de la ONU, afirma que: “Reducir el metano es la vía más eficaz que tenemos para frenar el cambio climático durante los próximos 25 años y complementa los esfuerzos necesarios para reducir el dióxido de carbono. Los beneficios para la sociedad, las economías y el medio ambiente son numerosos y superan con creces el costo. La cooperación internacional es indispensable para reducir las emisiones de metano lo más posible en esta década”.

Los responsables

Lamentablemente, hoy en día las emisiones de metano están aumentando más rápido que en cualquier otro momento, en los casi 40 años del récord de observación. El profesor Drew Shindell, de la Universidad de Duke, quien dirigió el informe de la ONU, dijo: “Incluso a pesar del Covid y la pandemia que atravesamos, el metano se disparó hacia arriba, va en la dirección equivocada muy, muy rápidamente".


Aumento acelerado del metano aún en pandemia
Gráficos que representan el aumento de la carga atmosférica mundial media mensual de metano, según mediciones recopiladas por la Red de referencia global de gases de efecto invernadero de la NOAA. Crédito: Laboratorio de Monitoreo Global de NOAA

El informe señala que la mayoría de las emisiones de metano causadas por el hombre provienen de tres sectores: combustibles fósiles, el ganado y los desechos en descomposición que generan, y la agricultura.

Calentamiento global y la reducción de metano
El informe de la ONU es contundente, explica que reducir el metano es la vía más eficaz que tenemos para frenar el cambio climático.

La extracción, el procesamiento y la distribución de petróleo y gas representan el 23%, y la minería del carbón el 12% de las emisiones de este GEI; los vertederos y aguas residuales representan un 20% de las emisiones de metano, mientras que las emisiones del ganado provenientes del estiércol y la fermentación entérica representan alrededor de 32%, y el cultivo de arroz 8%.

Posibles soluciones

La mayoría de las soluciones se encuentra en el sector de los combustibles fósiles, donde es relativamente fácil localizar y reparar las fugas de metano y reducir su liberación. También existen medidas específicas para los sectores de los residuos y la agricultura. Al implementar estas soluciones fácilmente disponibles, las emisiones de este GEI pueden reducirse 30% para 2030.

Alrededor de 60% de estas medidas específicas son de bajo costo, y 50% de ellas tienen costos negativos, lo que significa que ¡las empresas ganarían dinero si las adoptan! El mayor potencial de costos negativos se encuentra en la industria del petróleo y el gas, donde la prevención de fugas y la captura de metano aumentan los ingresos.

Aún es posible frenarlo...

Obviamente, las medidas específicas por sí solas no son suficientes, aquellas que no se dirigen exclusivamente al metano, como un cambio hacia la energía renovable, la eficiencia energética residencial y comercial y una disminución de la pérdida y el desperdicio de alimentos, pueden reducir las emisiones de metano otro 15% extra para 2030. Estas medidas adicionales no son necesariamente más difíciles ni más lentas. Algunas, de hecho, pueden ser mucho más rápidas de implementar y todas producirán múltiples beneficios, aclara con énfasis el reciente informe de la ONU.

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